Fútbol

Pitada para despedir a un Real Murcia que sigue cavando su tumba (0-0)

Los granas vuelven a ofrecer ante el Alcoyano una imagen mediocre, suman su cuarto partido sin ganar y se llevan la bronca de la afición

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Si esto es una broma, no tiene gracia. Si es una cámara oculta, por favor que salga Felipe Moreno con un ramo de flores al estilo 'Inocente, inocente' y nos reímos todos. Y si es un estudio psicológico, que acabe pronto por el bien de nuestra salud mental. 

Si alguien esperaba que el Real Murcia reaccionara en la jornada seis, se equivocó. Si alguien confía en el "tenemos que crecer" de Gustavo Munúa, que siga esperando. Porque si alguien pensaba que en San Fernando se tocó fondo, es que era demasiado optimista. Porque visto lo ofrecido por los granas este domingo en el partido ante el Alcoyano, la única conclusión que queda clara es que este Real Murcia no tiene fondo. Este Real Murcia está metido de lleno en unas arenas movedizas que cada semana se hunde un poco más en el pozo. Un pozo que queda reflejado en la clasificación. Una clasificación en la que los granas aparecen con solo cinco puntos en cinco partidos. 

Cambios hasta en la portería

Por quinto partido consecutivo, Gustavo Munúa introdujo cambios en el once. Esta semana incluso le tocó al portero. Manu García pagaba su mal inicio liguero quedándose en el banquillo. Gianni tomaba la alternativa.

Con Pedro León también entre los suplentes, Dani Vega aparecía por la derecha. La izquierda era para Arturo Molina, mientras que Guarrotxena se colocaba en la media punta. Da igual los cambios que haga Munúa, porque haga lo que haga, no soluciona nada. Es como el que juega al ajedrez sin tener ni idea de cómo se juega o de qué función tiene cada ficha.

Y es que el técnico grana es el único que no ve dónde está el problema. Una falla que ya conocen todos los rivales y en la que inciden. Lo hizo también el Alcoyano de Vicente Parras. Si lo granas se empeñan en apostar por un centro del campo desnudo, sin apenas consistencia, el resto de equipos engordan sus fichas en esa zona. Y entre estar en inferioridad y tener pocas ganas de pelea, los murcianistas pierden una y otra vez cualquier opción de ser protagonistas.

Pasaron los primeros diez minutos sin que el Real Murcia generase una ocasión de peligro. Se llegó a los veinte minutos sin pisar el área de Perales. A los 23 se provocó el primer córner. Lo despejó un defensa visitante en el primer palo. A la media hora, con la afición mordiéndose la lengua para no decir lo que pensaban del bochorno que estaban viendo, era el Alcoyano más protagonista que el Real Murcia. Y analizando al Alcoyano, que los alicantinos fuesen mejores que los granas dicen mucho del espermento que ha construido Javier Recio y que entrena Munúa.

Carrillo, al larguero

Un centro lateral de Dani Vega que acabó en las manos de Perales fue el primer disparo a puerta de los granas. Llegó en el minuto 43. Lo que también dice mucho del juego de un equipo que no juega a nada.

Solo una genialidad de Carrillo pudo desnivelar en marcador cuando ya se superaba el minuto 45. Se sacaba el delantero murciano un latigazo que se estrellaba en el larguero.

Ni esa última jugada de la primera parte evitó que Nueva Condomina sacara la frustración acumulada y despidiera al equipo con pitos. Y es que la sensación de los presentes era clara. Hacía mucho tiempo que no se había visto un despropósito tan grande en un equipo que no ha vivido en los últimos años temporadas de vino y rosas.

Es tan pobre la imagen que transmite el Real Murcia en el campo que a Gustavo Munúa los onces ya no le dan ni para 45 minutos. Al descanso ya realizó dos cambios. Arturo y Marcos Mauro se quedaban fuera. Rojas y Alberto González saltaban al campo.

Ni con el agua al cuello fue capaz de reaccionar el Real Murcia. Algún destello de Rojas, que en esta ocasión aparecía por la izquierda, pero nada suficiente para desmontar a un Alcoyano que parecía hasta sólido pese a que antes de llegar a Nueva Condomina había encajado cuatro derrotas consecutivas.

Gianni, salvador

Sin creatividad en un centro del campo desbordado, y eso que en el 58 saltó al campo Montoro; sin centros por bandas, donde Marc Baró hacía gigante a la defensa local; y sin Pedro León para aprovechar alguna acción a balón parado, el Real Murcia se ahogaba mientras que los de Parras, a trancas y barrancas, convertían a Gianni en el mejor del partido. Hasta en dos ocasiones tuvo que intervenir el meta grana para evitar el gol de Agüero.

Si en el 69 Rodri Ríos entraba en lugar de Carrillo, cambio que provocó gritos de 'fuera, fuera', en el 80, Munúa ya gastaba todas sus balas con la entrada de Pedro León. Pero ni con diez cambios, hubiera cambiado nada Munúa en un equipo hundido y arrinconado por un Alcoyano que lo intentaba una y otra vez, pese a contar con pocos recursos arriba.

Y lo intentó hasta el último suspiro. Como si fueran los locales, como si Nueva Condomina fuese su estadio, el Alcoyano buscó la victoria hasta el final. Un final en el que apareció José Ruiz para sacar un remate de córner de los visitantes que iba a gol.

Despedidos con pitos

Con el final llegó la indignación del público y los pitos, pitos que solo fueron tapados por la megafonía. Y es que ni un segundo tardaron los responsables granas en poner la música de fondo para no escuchar a una afición decepcionada con un equipo mediocre.