Fútbol

La ruptura entre Agustín Ramos y Felipe Moreno abre una ‘guerra’ de celos

A la vez que el presidente del Real Murcia intenta demostrar que puede encontrar otros inversores, el cordobés airea su colaboración con el Hércules

Agustín Ramos y Felipe Moreno se daban la mano días antes de anunciar su ruptura. | L.O.

Agustín Ramos y Felipe Moreno se daban la mano días antes de anunciar su ruptura. | L.O. / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Agustín Ramos y Felipe Moreno han convertido su negociación alrededor del Real Murcia en una historia que bien podría ocupar páginas y páginas en cualquier revista del corazón. Continuas filtraciones, llamadas a los medios en cada uno de sus encuentros, fotografías enviadas por los propios protagonistas para acallar los rumores de ruptura, promesas de reconciliación... Desde que el de Abarán y el cordobés iniciaran sus conversaciones, no ha habido ni un detalle que no haya transcendido públicamente, de ahí que, tras la ruptura, sigan utilizando el mismo procedimiento para iniciar una especie de ‘guerra’ de celos.

Aunque estamos ante una negociación empresarial, lo cierto es que ahora mismo los movimientos de uno y otro están más cercanos a los de un matrimonio o una pareja de novios que rompen pero que no están dispuestos a pasar página. La diferencia es que en este caso el que deja, papel que representaría Felipe Moreno, parece estar mucho más dolido que el dejado, un Agustín Ramos que además de salir reforzado de la junta de accionistas también vive ilusionadísimo por el buen momento deportivo del equipo. O, por lo menos, eso esa es la sensación que dejan las reacciones de ambos cada vez que la otra parte actúa.

De la ruptura oficial han pasado ya 28 días y aunque se dejó una puerta abierta para reiniciar las negociaciones una vez que Felipe Moreno regresase de un viaje por el extranjero, de momento las partes están completamente distanciadas. Es más, ahora mismo su principal preocupación es intentar dar celos al otro.

El comodín de los fondos

Agustín Ramos, que tras la ruptura ha ido aumentando su desconfianza hacia Felipe Moreno, no tardó en sacar el comodín de «los fondos», haciendo entender que no hace falta la inversión del cordobés porque hay otras posibilidades de que entre dinero a las arcas del club. Y una de esas alternativas, según defiende tanto el mandatario como Antonio Pedreño, es abrazar a uno de los fondos de inversión que están abiertos a entrar en el accionariado.

Aunque no parece que tenga mucho recorrido esa alternativa, dado que el Real Murcia está judicializado por la batalla por la propiedad que de momento va ganando García de la Vega, Ramos no pierde la esperanza de conseguir antes del 31 de diciembre -día en el que acaba el periodo de préstamos convertibles puesto en marcha por la entidad- que alguno de esos fondos inyecten liquidez para hacer frente a lo comprometido con la Agencia Tributaria así como para ayudar con los pagos del día a día.

El Hércules sí le quiere

Y a la vez que el presidente del Real Murcia sueña con encontrar una solución que haga olvidar a Felipe Moreno, el empresario cordobés intenta meter presión, haciendo ver que si los granas no le abren la puerta, puede trabajar con cualquier otro club. De ahí, que nada más regresar de su viaje por el extranjero no solo filtrara que no iba a retomar sus conversaciones con Ramos sino que además aireara a los cuatro vientos su nuevo entretenimiento, y es que asesorará en los fichajes invernales al Hércules.

Esta colaboración con los alicantinos es solo una forma de llamar la atención al murcianismo, que hasta hace un mes celebraba su posible llegada a las oficinas de Nueva Condomina. Aunque también le servirá para acometer una de las tareas que quería llevar a cabo en el Real Murcia y que no era otra que incorporar a la plantilla grana algunos jugadores extranjeros que él maneja. Al cerrarse esa puerta, posiblemente alguno de esos futbolistas con poco cartel lleguen al Hércules.

Pero el intentar olvidar al otro en unos brazos nuevos no es el único movimiento en la ‘guerra de celos’ a la que están jugando Agustín Ramos y Felipe Moreno. Porque al segundo, pese a representar el papel de ‘dejador’, no le ha sentado nada bien que desde el consejo de administración le hayan llamado para intentar comprarle la preferencia que tiene sobre las acciones de Mauricio García de la Vega.

Cabreo monumental

Según personas cercanas al ex del Leganés, está molesto tanto por el paso dado por Ramos y Pedreño como por el hecho de que se haya filtrado a los medios esa intención. Y es que Moreno se ha sentido como infravalorado por los actuales gestores murcianistas al considerar que estos se piensan que tienen más capacidad económica que él para adquirir esos títulos.

Ese simple movimiento, que acabará en nada porque el andaluz no está dispuesto a perder una llave que en un futuro le podría dar el acceso directo al Real Murcia, ha sacado de sus casillas a Moreno, al que tampoco ha respaldado la respuesta de los aficionados granas tras conocerse que colaborará con el Hércules.

Si el ex del Leganés pensaba que se crearía una campaña en su defensa que presionara a Ramos, ha sido todo lo contrario. Y es que ya hay un sector importante del murcianismo que, cansado de inversores fantasmas, pone a Felipe Moreno en la misma lista de otros empresarios que se posicionaron y que a la hora de la verdad nunca enseñaron la patita.

Nada de lo que trama el cordobés sale como espera. Como también le ocurrió en la Junta de Accionistas del 29 de noviembre, donde se había aliado con un grupo de socios rebeldes encabezado por Francisco Tornel para destronar a Agustín Ramos, sin embargo, el presidente grana, gracias al apoyo de Enrique Roca, salió de la cita más vivo que nunca.

Desconfianza

Tuvo el de Abarán el respaldo de la Junta y lo tiene de una afición que ahora mismo está encantada por el buen rendimiento del equipo, tercero en la clasificación y a dos puntos del líder, pero Ramos tampoco se quita de la cabeza a Felipe Moreno. De hecho, el empresario murciano desconfía completamente del que iba a ser su socio, dejando claro que éste estaría detrás de la insistencia de Mauricio García de la Vega de impugnar la campaña de préstamos convertibles para que así los fondos interesados en invertir den marcha atrás. Sin ayuda, Ramos quedaría acorralado económicamente y ese sería el momento que busca el andaluz para tomarse la revancha.