Infraestructuras

La línea de Chinchilla, dos años cerrada y sin plan de recuperación

Ayuntamientos de la Región de Murcia y de Albacete, organizaciones de defensa del ferrocarril y grupos políticos reclaman la electrificación del trazado en desuso

También exigen mejoras en los trenes de Cercanías

Representantes políticos, de las organizaciones  de defensa del ferrocarril y de los sindicalistas, en la concentración frente al Ayuntamiento de Murcia.

Representantes políticos, de las organizaciones de defensa del ferrocarril y de los sindicalistas, en la concentración frente al Ayuntamiento de Murcia. / Eva Rodríguez García

María José Gil

María José Gil

La línea de Cartagena a Chinchilla por Cieza y Hellín ha cumplido dos años cerrada y sin perspectivas de reapertura. Representantes de las organizaciones de defensa del ferrocarril, de los ayuntamientos de la Región y de los municipios albaceteños de Hellín y de Chinchilla, del Ejecutivo regional y de los grupos parlamentarios de la Asamblea Regional se concentraron este miércoles en la Glorieta de Murcia convocados por Consumur para reclamar la electrificación del trazado ferroviario antes de 2040.

Los dirigentes de las organizaciones, sindicatos y fuerzas políticas que acudieron a la concentración reclaman también la mejora de los servicios de Cercanías con Alicante y de la línea que une Murcia con Cartagena, así como la sustitución de los viejos trenes utilizados en ambas rutas.

La línea tradicional que ha unido la Región con Madrid quedó suspendida el 28 de febrero de 2022 para evitar que las obras del soterramiento de la Alta Velocidad a Lorca y Almería entre Barriomar y Nonduermas se alargaran si era necesario compatibilizar los trabajos en el nuevo trazado del Corredor Mediterráneo con el tráfico ferroviario. Estas obras están ya muy avanzadas, aunque aún hay un tramo del túnel en el que va a iniciarse ahora la excavación.

Al quedar cortada la circulación a partir de Murcia, Adif estableció en Archena la estación término de la línea de Cartagena a Madrid, desde la que salían los trenes hacia Albacete para conectar con los AVE procedentes de Alicante.

Inicialmente los viajeros procedentes de Cartagena y de Murcia iban en autobús hasta el apeaderode Archena, pero Adif abandonó esta solución provisional unos meses después y alargó el recorrido en autocar hasta Albacete.

La conexión entre Murcia y Lorca estaba cortada desde el 1 de octubre de 2021 y en febrero de 2022 la Región se quedó sin más conexión ferroviaria que la línea de Alicante. Los usuarios del AVE a Madrid y de los trenes que circulan hacia Alicante, Valencia y Barcelona que proceden de Lorca y de Cartagena tienen que hacer el recorrido hasta la capital en autobús. Estos transbordos alargan el viaje desde Cartagena a Madrid por encima de las cinco horas.

El sindicalista de UGT Nicolás Vicente reivindicó «un ferrocarril que vertebre la Región de Murcia» y recordó que la anterior ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se había comprometido a restablecer el servicio en 2024, aunque en este momento no hay ninguna previsión anterior a 20240 ni ningún pronunciamiento oficial de Adif.

Nicolás Vicente señaló que mientras llega el momento de la recuperación deberían realizarse las obras necesarias en el trazado para acondicionar las vías y adaptar los puentes para el tráfico futuro.

También reclamó mejoras en la conexión con Cartagena. «Una ciudad de 217.000 habitantes como Cartagena no se merece tener los Cercanías que tiene, con la cantidad de estudiantes y de trabajadores que se mueven diariamente. Se merecen trenes de calidad con horarios adecuados, que les permitan llegar al trabajo sin los retrasos que tienen».

El sindicalista recordó igualmente que la líneas de Cercanías de Alicante y Lorca llegaron a sumar seis millones de viajeros, de los que apenas quedan 1,9 millones de usuarios.

El consejero de Fomento, José Manuel Pancorbo, se lamentó de que, pese a los compromisos asumidos por la anterior ministra, por el momento «ni han licitado nada ni están proyectando nada».

El alcalde de Murcia, José Ballesta, reivindico la electrificación de la línea por Cieza y Hellín, que «sirve para unir muchísimas poblaciones» que suman más de un millón de habitantes. También defendió que las comunicaciones ferroviarias contribuyen «a la cohesión social, territorial y económica».