Protestas agricultores

Compromiso para una reunión entre agricultores y la ministra Ribera

ASAJA, COAG y UPA exigen que todas las administraciones se entiendan porque, si se echan la culpa entre ellos, al final, "la culpa es de todos"

"Menos reuniones y más soluciones, reclaman las organizaciones"

VÍDEO: Así ha sido la protesta de los agricultores en Murcia.

L.O.

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

De Murcia a Madrid. Ese es el siguiente paso tras la manifestación que este miércoles vació las autovías del tráfico habitual para llenarlas de tractores de todos los tamaños. Hasta cuatro de las ocho columnas acabaron entrando en la ciudad de Murcia para protestar, durante el recorrido, frente a la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, aunque el destino final era la Delegación del Gobierno.

Allí, cientos de vehículos demostraron el malestar del campo con gritos y reivindicaciones, con carteles de exigencias y otros que directamente clamaban «hijos de fruta». Y todo encaminado a una reunión, la que los líderes de las organizaciones agrarias convocantes, Asaja, COAG y UPA, mantuvieron con Mariola Guevara, la delegada del Gobierno en la Región de Murcia. Un encuentro que se realizó dos horas más tarde de lo previsto inicialmente por los retrasos en las caravanas, pero que acabó con buen resultado para los agricultores y ganaderos ya que arrancaron el compromiso a Guevara de poder reunirse con Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

«La reunión con la delegada no la podemos calificar de negativa», expresó tras el encuentro José Miguel Marín, líder de COAG, que continuó explicando que querían mantener esa charla con la ministra «lo antes posible». «La delegada del Gobierno se ha comprometido a involucrarse en que la reunión de produzca», sentenció Marcos Alarcón, de UPA. Mariola Guevara recibió la petición y se comprometió a trasladar al Ministerio el interés.

Las organizaciones agrarias expresaron que su papel no es sentarse en muchas mesas a trasladar una y otra vez los problemas del campo porque están «hartos de contarlo».

Cansados del diálogo

«Queremos soluciones. Soluciones ya», repetían como un mantra para hacer más visible, si cabe, el complicado momento que vive el campo de la Región: «Hay una serie de cuestiones que son estratégicas y le hemos puesto encima de la mesa la necesidad de soluciones a corto plazo. Estamos cansados de mesas de diálogo que no van a ningún lado», dijo Marín, que remarcó que no están dispuestos a que los problemas «endémicos» del campo murciano se mantengan: «Problemas del Campo de Cartagena con las medidas cautelares y con las reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura. No sabemos qué va a pasar con los caudales ecológicos del trasvase, no sabemos qué disponibilidad de agua va a tener esta Región. No sabemos muchas cosas y queremos saberlas».

«Que no nos cuenten cuentos chinos. Queremos soluciones y para eso iremos a Madrid, a Bruselas o donde haga falta. No estamos dispuestos a soportar más esta situación», arengaban a los manifestantes los representantes del campo ante un problema, como dijo Alarcón, que es de todas los estamentos políticos: «Aunque estamos en la puerta de la Delegación del Gobierno, hemos pasado por la puerta de la Consejería de Agricultura. Y todos los problemas se resuelven mejor si se entienden las administraciones. No podemos soportar más que se echen la culpa los unos a los otros, porque si lo hacen, la culpa es de todos».

Alfonso Gálvez, de Asaja, recordó que no quieren ser «actores de un teatro donde no se resuelve nada» y que el Ministro de Agricultura, Luis Planas, tiene que defenderles ante la Comisión Europea. «Tiene que tomar una actitud firme ante la Unión Europea para que cambie la normativa», comentó Gálvez respecto al pacto verde ecológico y las cláusulas espejo ante terceros países.

Apuntó, por último, que los bajos precios en origen se tienen que acabar con la Ley de la Cadena Alimentaria, que se tiene que aplicar en la Región de Murcia, toda España y la Unión Europea dado que son «exportadores y necesitamos que el valor de nuestros productos sea reconocido en el mercado europeo».

Tras la rueda de prensa, último acto con los medios de comunicación de un intenso media day, emplazaron a sus agricultores y ganaderos a llenar las calles de Madrid el próximo lunes 26 de febrero y a disolver una protesta ordenada desde su inicio hasta su fin.

Protesta calmada, pero con momentos de tensión en Delegación

Las movilizaciones se desarrollaron con total normalidad, pausa y organización. Hasta que a las 13.30 horas un grupo de agricultores, entre los que se encontraba el propio Alfonso Gálvez, comenzaron a lanzar cajas de limones junto a la puerta de Delegación del Gobierno. Muy poco después llegaron las cajas de tomates.

La protesta comenzó a calentarse con frases como «las calles las podemos tomar porque las pagamos nosotros». Intentaron colgar una pancarta que rezaba ‘Por un campo vivo y rentable’ en las rejas del edificio del Gobierno de España, pero los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, no les dejaron.

En ese instante, una mujer, con chaqueta amarilla pero sin ninguna identificación, comenzó a lanzar los limones y los tomates a los coches que la Policía Local redirigían por la protesta improvisada, aunque no se quedó ahí ya que Pilar (así dijo que se llamaba) empezó a lanzar las frutas a Delegación. Dos agentes de la UIP se la llevaron para identificarla y expulsarla de la manifestación.

Justo antes de que los líderes de las organizaciones agrarias entrasen a reunirse con la delegada, un camión, lleno de cajas de tomates, accedió hasta la puerta del edificio para lanzar, de nuevo, kilos de producto a la calzada. Muchos de esos tomates se los acabaron llevando viandantes cuando se calmaron las aguas.