Más de 25.000 kilos de hortalizas y fruta repartidos durante la protesta en Murcia

Miles de vecinos de Murcia, ataviados con bolsas y carros de la compra, pasaron desde las 11 de la mañana por el Jardín Chino de Murcia, junto al Puente de Hierro, para llevarse a sus casa entre 25.000 y 30.000 kilos de hortalizas y frutas: Brócoli y coliflor procedente del Campo de Cartagena y del Valle del Guadalentín, tomate de Mazarrón, de Ramonete y Águilas, calabacín del Campo de Cartagena y limones de la Huerta de Murcia. 

Una iniciativa organizada en las últimas horas para acercar el producto y la labor del sector primario a los murcianos, como explicó Fernando Gómez, director general de Proexport: “Este es un acto de cortesía con la ciudadanía y porque con las reivindicaciones generamos ciertos trastornos. Un encuentro para que sepan lo que hacemos en la Huerta de Europa”. 

Así ha sido la protesta de los agricultores en Murcia

Mientras apelaba a la “generosidad” del campo y un río de personas transitaba junto a las cajas de producto, algunos de ellos recogidos entre ayer y hoy, un altavoz gigante repetía un mensaje constante de la tabla de reivindicaciones de las OPA. 

Sigue en directo la protesta del campo en la Región de Murcia

Diferencia de precios

“Revisión de La Ley del Mar Menor y las medidas cautelares de la Conferación Hidrográfica del Segura”, comentaba la grabación con mensajes intercalados de la diferencia de precios en origen y venta al consumidor final: “Lechuga romana, precio en origen: 41 céntimos. Precio máximo en supermercado: 6,25 euros”. 

Del poco más de un euro a los 2,79 euros del pimiento lamuyo rojo o de los 96 céntimos a los 2,95 euros del verde. El aumento exponencial del precio máximo en supermercados para el consumidor final de la calabaza cacahuete, que pasa de los 37 céntimos en origen al 1,99€. O del tomate en rama que salta de los 87 céntimos en origen a los 2,79 en los lineales.

Última hora del estado de las carreteras de la Región

Un mensaje en bucle que los vecinos escuchaban y asumían, como la señora que, mientras recibía las hortalizas, gritaba que tenían que salir “todos los murcianos a la calle” para concienciarlos sobre los graves problemas que vive el campo de la Región. O como Nila, una residente en Murcia que llevaba un folleto con las exigencias de Asaja, COAG y UPA, que, decía, iba a mandarle a los agricultores de su país, Venezuela.