El precio del suelo agrícola se mantiene estable en la Región

Los precios del suelo agrícola en la Región aguantan las dificultades por las que atraviesa el campo, sin embargo la actividad del sector «está seriamente afectada por la situación de emergencia medioambiental decretada en el Mar Menor, por la sequía y por la competencia de terceros países», explica el último informe de Tinsa, empresa de valoración de fincas rústicas en España. El documento expone que los precios de la tierra murciana aún se mantienen estables a pesar de que la media del país se ha revalorizado, pero matiza que existen zonas en las que se están abandonando cultivos o transformando las fincas hortícolas a cereal secano.

Respecto a la superficie destinada a frutales cítricos, en la Región hubo un incremento en la última década en un 13,3% y se mantiene estable respecto al 2022. El informe señala que las limitaciones en los cultivos de la zona aumentaron debido a la situación de emergencia medioambiental decretada en el Mar Menor hasta el punto de que en determinados lugares se eliminó la dotación de agua para riego, por lo que los precios de los cítricos «están comenzando a reflejar estas restricciones».

Acerca de esta situación, Tinsa destaca que las importaciones de naranja a menores precios de Sudáfrica, Marruecos y Sudamérica generó «una situación de competencia asimétrica que, en ocasiones, los agricultores nacionales catalogan de desleal, dados los diferentes requerimientos de producción y controles fitosanitarios a los que se someten los productos», desventaja que ya se denunció a nivel local.

Como resultado de esta competencia de las importaciones, el sector apostó por el impulso del limón y una reorientación del destino de la producción de naranja, anteriormente consumida a nivel nacional y que ahora se destina a la exportación (principalmente a Europa). Los productores de limones de la Región, a través de las principales organizaciones agrarias, llevan semanas alertando de la situación crítica por la que atraviesan los pequeños y medianos agricultores del cítrico por excelencia local debido a este auge de la producción, entre otros motivos.

Por provincias, la Región es la primera en el cultivo de hortalizas e invernaderos y la tercera como comunidad autónoma, sin embargo, la tendencia alcista que hubo en el periodo 2013-2018, se vio truncada por una reducción de la superficie en un 8,2% en los últimos años. Esta situación se vivió de forma similar en las tres principales regiones productoras, con evolución más desfavorable en la nuestra que en Andalucía y Castilla La Mancha. Aquí, la hectárea puede tener un precio de 92.700 euros.

Con más de 100.000 hectáreas destinadas a este tipo de cultivo y siendo la provincia que más superficie tiene junto a Granada, los frutales de hueso y pepita, tropicales y de fruto seco tuvieron «una tendencia decreciente suave» en la Región y en la Comunidad Valenciana mientras que fue más fuerte la bajada en Cataluña, Cantabria y Baleares. Por el contrario, hubo aumentos contundentes y continuados en Castilla La Mancha, Extremadura, Andalucía, Navarra y Aragón.

En general, la superficie destinada a frutales no cítricos se mantuvo estable hasta 2015, año en que comenzó a aumentar en torno al 2,5 % anual; en la última década ha aumentado 27,3% y la situación es bastante dispar entre comunidades autónomas, entre las que destacan Andalucía (22,7 %, concentrado en Granada), Castilla La Mancha (17,9 %), Aragón (12,7 %) y la Región (11,7 %). Aquí, el precio por hectárea es de 14.000 euros en secano y 55.400 euros en regadío.