Agua

La CHS inicia su cuarto plan de cuenca con más control sobre ríos y acuíferos contaminados

Los trabajos para el nuevo documento se prorrogarán cuatro años con la vista puesta en inventariar mejor los usos y demandas hasta 2045 o redefinir medidas para recuperar el buen estado ecológico de algunas masas de agua

Canalización de una de las grandes acequias de Cieza.

Canalización de una de las grandes acequias de Cieza. / A.S.

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Diez meses después de entrar en vigor la tercera planificación hidrológica de la cuenca del Segura, la Confederación ha iniciado los trabajos para elaborar el próximo documento de cuenca, que abarcaría los años 2027 al 2033 y que deberá presentar un mejor diagnóstico del estado ecológico de los ríos y acuíferos de la demarcación. La complejidad en la redacción de estos proyectos obliga a actuar con antelación, por lo que el organismo de cuenca ha sacado a licitación ya el servicio de consultoría que acompañará a los técnicos de la CHS en la preparación del plan. 

Las tareas que se externalicen tendrán una duración de cuatro años, tiempo en el que se deberá presentar una radiografía completa de la cuenca, diversos análisis sobre las presiones e impactos que recibe el Segura y la preparación de los principales temas sobre los que versará el próximo plan, entre otras cosas. 

La Confederación asume que deberá afinar más en el control de la contaminación de las masas de agua superficiales y subterráneas. Apunta a que habrá que «prestar especial relevancia» a algunos aspectos «cuya definición fue más difícil en ciclos anteriores». En concreto, el organismo deberá mejorar la evaluación de las masas de agua «muy modificadas» y su posterior clasificación, así como lograr una mejor definición del estado ecológico de ríos, afluentes o acuíferos y qué medidas son necesarias para mitigar la contaminación. 

Las reservas del Segura caen ocho hectómetros

La situación de escasez de agua en la cuenca se recrudece una semana más. El Segura está al 23% de su capacidad, albergando 261 hectómetros cúbicos, ocho menos que hace siete días. Precisamente esta semana los gobiernos autonómicos de Murcia, Valencia y Andalucía, junto con los regantes, echaron para atrás una propuesta de la CHS para reducir las aportaciones de agua a los regadíos tradicionales y cultivos hortofrutícolas por el nivel de alerta por sequía que padece la demarcación desde hace dos meses. 

Los trabajos tratarán de justificar mejor la declaración de una masa de agua en buen o mal estado químico o cuantitativo. Una vez analizados los daños que sufra la cuenca durante los próximos años, la Confederación deberá estudiar el coste económico que tienen, así como el de los diferentes usos del agua en la demarcación. 

La CHS se enfrenta a diversas complicaciones de cara al año 2027. El objetivo europeo de descontaminar de nitratos agrícolas los acuíferos o atajar la sobreexplotación de los mismos no se va a poder cumplir en algunos casos. El actual plan de cuenca reconoce ya que los objetivos para recuperar ecológicamente hasta 62 masas de agua, el 54% del total de la cuenca, tendrán una prórroga que alcanzará la cuarta planificación hidrológica. Al menos cinco de ellas no se podrán recuperar hasta pasado el año 2039, según las previsiones del organismo de cuenca. 

Datos que llegan hasta 2024

La actualización de los inventarios de recursos y demandas en la cuenca del Segura se realizará teniendo en cuenta series temporales de datos hasta 2024, como la de aportaciones de las desaladoras, del Trasvase Tajo-Segura, las precipitaciones o depuradoras. Los datos sobre los usos del agua en los diferentes territorios agrícolas de la Región de Murcia se actualizará para «describir la situación de cada una de ellas en el presente y en los horizontes temporales de los escenarios a los que se plantean los balances, es decir, los años 2033 y 2045».

Hasta ese horizonte temporal, la CHS también prevé simular el «comportamiento» de los sistemas de explotación «incorporando sobre los recursos los previsibles efectos del cambio climático y, cuando sea posible, sobre el comportamiento de las demandas». El organismo de cuenca también estudiará «las posibles medidas de incremento de recursos disponibles allá donde resulten necesarias», apunta, si estas cumplen una serie de requisitos técnicos, sociales, económicos o ambientales. 

Hay que recordar que la disponibilidad de agua para regadío queda pendiente de los sucesivos recortes que sufrirá el Trasvase hasta 2027 o de la ampliación de las desaladoras. Además, distintas comunidades de regantes vienen reclamando durante el último año a la CHS solucionar el problema de infradotación que padecen.

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La Confederación Hidrográfica del Segura va a impulsar las primeras actuaciones frente a las inundaciones en zonas como Murcia, Albacete, la Vega Baja alicantina y Almería. Ha sacado a licitación un lote de medidas para actuar sobre distintos cauces de la demarcación, donde no se prevén grandes obras que frenen las avenidas de agua, pero que sí es necesario intervenir para evitar males mayores. Los trabajos contemplan la recuperación fluvial de los cauces, por lo que se retirarán tapones y acumulaciones de restos vegetales y/o procedentes de árboles derribados y caídos en el ámbito del Dominio Público Hidráulico. Se eliminarán los acarreos y residuos que hayan llegado o puedan llegar hasta los cauces provocando una disminución de la capacidad de desagüe de los mismos.

Otro de los objetivos de las obras tiene que ver con proyectos que contemplen la reparación de las márgenes que hayan sufrido procesos erosivos, así como actuar sobre la estabilización en aquellos «puntos más sensibles a sufrir erosiones». Las empresas adjudicatarias también llevarán a cabo trabajos que promuevan la realización de obras que disminuyan los daños en cauces y márgenes cuando se produzcan episodios de crecidas e inundaciones. A su vez, «se realizarán actividades de restauración del bosque de ribera mediante la eliminación de vegetación invasora y plantación de especies autóctonas», remarca la CHS en un comunicado. 

Retranqueo de motas

En su conjunto, se pretende conseguir la mejora de las corrientes eliminando obstáculos, posibles tapones, acumulaciones excesivas de vegetación muerta, tratamiento de especies vegetales, invasoras, desbroces selectivos en las proximidades de infraestructuras, etc..), así como la recuperación del espacio fluvial (activación de antiguos brazos, recuperación de antiguos cauces, meandros, retirada/retranqueo de motas, etc.). 

Otras actuaciones puntuales irán destinadas a mejorar «las condiciones hidromorfológicas de los tramos», de forma que se restablezca el ecosistema fluvial «facilitando su auto-recuperación y contribuyendo a alcanzar también el objetivo de mejorar el estado de las masas de agua», en coordinación con la Directiva Marco del Agua, «puesto que está ampliamente demostrado que un río en buen estado es capaz de adaptarse y responder con mayor eficacia ante eventos extremos».

Para ello, los contratos que realizará la CHS se dividirán en lotes para cada una de las zonas de la demarcación del Segura como son Vega Baja (Alicante), Almería, Región de Murcia y cabecera, que incluye las zonas de Dominio Público Hidráulico del Segura de Jaén y Albacete. 

Finalmente, el pliego de los contratos tiene un presupuesto base de licitación de 4,8 millones de euros con cargo a los fondos propios de la Confederación Hidrográfica del Segura. El plazo de ejecución será de doce meses contados a partir de la fecha de formalización del correspondiente contrato.