Entrevista | Alberto Castillo Presidente de la Asamblea Regional

Alberto Castillo: "Cuando Pedro Sánchez convocó elecciones anticipadas pensé: ‘Todo empezó en Murcia’"

La segunda autoridad de la Región de Murcia dice adiós el próximo miércoles a un mandato marcado por la confrontación entre partidos y la ruptura interna de los propios grupos parlamentarios, aunque él lo mira con otros ojos: "Ha sido una experiencia impagable y un honor"

Alberto Castillo en su despacho en la Asamblea

Alberto Castillo en su despacho en la Asamblea / Loyola Pérez de Villegas

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

El presidente de la Asamblea Regional es el único alto cargo de la Comunidad que no está en funciones en período electoral. Pero a Alberto Castillo se le acaba el mandato el próximo miércoles, cuando se vote a un nuevo presidente de la Cámara. «No siento pena en absoluto, pero tengo muchos nervios porque estoy organizando el pleno constituyente». Minucias para lo que le ha tocado lidiar los últimos cuatro años.

Comienza la nueva legislatura en el patio. ¿Se retrasan las obras del hemiciclo antiguo?

Sí, y no va a estar listo hasta finales de 2024 o comienzos del 25. Todo el proyecto se aprobó antes del covid, que lo ha retrasado todo. A eso siguió la escasez de suministros, que provocó otra paralización.

¿Merecerá la pena?

Absolutamente. El nuevo salón de plenos será diferente estéticamente y en cuanto a instrumentos de trabajo. Somos el único parlamento de España que está votando a mano alzada. Todos tienen votación electrónica y la vamos a implantar. También hay que adaptar el salón a personas con discapacidad y con movilidad reducida, vamos a mejorar los sistemas de comunicación para periodistas y retiramos la moqueta, que es un foco de infecciones. En su lugar, habrá un revestimiento de madera.

Lo inaugurará otro presidente. ¿En qué piensa cuando echa la vista atrás?

Ha primado, por decirlo así, lo malo de todo lo que ha ocurrido en la Asamblea, pero en esta legislatura se han aprobado 47 leyes, que son muchas teniendo en cuenta que por en medio hemos tenido una pandemia. Además, digo con todo el orgullo del mundo que fuimos el único parlamento de España que no paró con el coronavirus. Y somos el quinto que ha aprobado un reglamento de lucha contra la discriminación sexual y el acoso sexual.

Se refiere a la moción de censura y lo que vino después cuando habla de «lo malo».

Me abstuve y, aún así, en la izquierda dicen que soy tránsfuga y lo peor del mundo. Pero si hubiera apoyado la moción de censura, sería lo mismo para la derecha, un tránsfuga y un traidor. Como se dice en el argot taurino, si sale el toro con intención de cogerte, te va a coger.

"Nos podemos a agosto con la investidura del presidente López Miras si los plazos se dilatan"

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¿Ese fue el peor momento de su mandato?

Fue el peor momento de cara al escaparate. El otro día, cuando veía al presidente del Gobierno anunciar las elecciones generales del 23 de julio, lo primero que pensé fue que todo había empezado en Murcia.

¿Relaciona el resultado del 28 de mayo con la moción de censura murciana?

Yo pienso que sí. Y me voy a remitir a lo que decían las encuestas pocos meses después de esa moción, cuando señalaban que más de un 60% de la población de la Región de Murcia estaba en contra de lo que había ocurrido. Ha sido la mayor chapuza que se ha visto en política. Cuando Carlos Herrera anunció la moción de censura, recibí dos llamadas nacionales de la Ejecutiva de Ciudadanos de aquel momento para preguntarme «qué coño» habíamos hecho en Murcia. «¿Estáis tontos?», me dijeron.

Pero si la noche anterior estuvo en Murcia Carlos Cuadrado.

Efectivamente, pero había dos facciones en aquella Ejecutiva y en el ajo solos estaban Inés Arrimadas, José María Espejo-Saavedra y él. ¿A qué estaban jugando?

Dígamelo usted.

Lo digo claramente: la Región de Murcia fue un campo de pruebas para Ciudadanos con la moción.

¿Y para el PSOE?

Seamos serios. ¿El partido ganador de las elecciones dándole la Presidencia del Gobierno a una señora así por las buenas? Y voy más lejos. ¿Es que el PSOE no sabía la guerra interna que tenía el grupo parlamentario de Cs? ¿Es que el PSOE no sabía que la señora Franco y la señora Martínez Vidal ni se miraban a la cara? ¿Es que el PSOE no sabía que ni venían por la Asamblea?

Pero usted se lo diría a sus compañeros.

Por supuesto. Y le mandé audios a Inés Arrimadas que tengo guardados, obviamente.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando vio el resultado de Cs el 28M?

Nada. Encefalograma plano.

¿Lo relaciona a la moción?

Eso está claro. Causa y efecto.

¿Qué le parece que no se presenten a las generales?

No lo entenderé nunca. Deberían ser fieles a los más de 300.000 votos que les dieron.

¿Han merecido la pena estos cuatro años en política?

Por supuesto. Esta es una experiencia impagable y un honor que ni siquiera hubiera soñado y que llevaré hasta la tumba.

"Soy partidario del cambio de la Ley Electoral para subir el umbral al 5%, como está en casi toda España"

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Contra todo pronóstico, no salió la reforma del Estatuto.

Me dolió muchísimo tener que reclamar el Estatuto al Congreso. Se había hecho un trabajo extraordinario en la IX Legislatura. Pero es que la oposición lo utilizó como arma arrojadiza y de castigo hacia los que votaron en contra de la moción de censura. Y además, parece ser que las enmiendas más importantes que tuvo aquel proyecto de Estatuto en el Congreso tienen nombres y apellidos. Las hizo Edmundo Bal, que tenía que tener a un buen informador murciano. Por otra parte, que el Estatuto de Autonomía me lo aprueben los republicanos de Cataluña, donde no permiten clases en castellano, pues, qué quiere que le diga...

Con independencia de quién votara la reforma, ¿tan malas eran las enmiendas?

Ese Estatuto contemplaba la figura de los diputados no adscritos, algo que iría, en todo caso, en el reglamento de la Asamblea. Además, se pretendía que los diputados y diputadas que no siguieran las directrices del partido dejaran de cobrar el sueldo o que la subvención de los grupos fuera directamente al partido y no a los diputados. ¿De qué estamos hablando aquí? Querían un castigo para los que se opusieron a la moción de censura.

¿Considera que viene una legislatura aún más complicada?

No sé lo que pasará a partir del miércoles. No tengo ni idea. Y además, tampoco es mi problema porque vuelvo a ser un ciudadano de a pie. Solo puedo advertir de que la crispación nacional se traslada a los parlamentos regionales.

¿Cree que se va a intentar modificar la Ley Electoral?

Ni idea. Pero le digo, a título personal, que soy partidario del cambio de la Ley Electoral para que suban el umbral al 5%, como está en casi toda España. Somos de las pocas comunidades en el 3.

¿Con las circunscripciones?

Sí. Me gustaba más el sistema antiguo, se lo digo sinceramente. Ya ha habido presidentes de comunidades que, una vez que han llegado al Gobierno, han cambiado la Ley Electoral.

¿Cuándo se podrán ir sus señorías de vacaciones este verano? ¿Va a ir para largo?

El calendario es muy complicado. Pero, por si acaso, lo primero que tiene que hacer la nueva Mesa de Gobierno y el nuevo presidente o presidenta es constituir la Diputación Permanente, ya que es la única con facultad para declarar hábil cualquier día, semana, quincena o mes de agosto.

¿He oído agosto?

Nos podemos ir a agosto si los plazos se dilatan. No sabemos cuándo va a ser el pleno de nombramiento. No antes de final de junio. Si entonces Vox no apoya al candidato, el señor López Miras no tendrá la mayoría y hay que volver a iniciar el proceso. Yo ya lo tuve que hacer, iniciar la ronda de contactos, etc. Pero ojo, que el 7 de julio comienza la campaña electoral, que termina a final de mes. Si alguien no mide bien la fecha, el 1 de agosto está a la vuelta de la esquina.

¿Qué consejo le da a su sucesor?

Yo no le doy consejos a nadie. Que tengan suerte, eso sí, pero no solo el presidente y la Mesa, sino los 45 diputados. Porque si ellos tienen suerte, tendremos suerte los murcianos.

La vacuna de AstraZeneca casi me mata, pero no dije nada para no echar gasolina a los negacionistas»

Muy poca gente conoce los serios problemas que tuvo Alberto Castillo tras vacunarse contra el coronavirus. «Sin dramatizar, me pude morir. Me hizo una reacción tremenda».

El 14 de abril le inocularon la solución de AstraZeneca y al día siguiente, por la noche, comenzó a encontrarse indispuesto. «Me desperté de madrugada con un mal cuerpo terrible, fui al baño y, al encender la luz y mirarme en el espejo, casi pego un grito. Estaba completamente hinchado», relata.

Aguantó el viernes en su casa y, el sábado, al ver que no mejoraba, fue a las Urgencias de su centro de salud, donde le comunicaron que había sufrido un ‘shock’ anafiláctico (una reacción alérgica generalizada que puede ser grave y, en algunos casos, incluso mortal). «Me dijo el médico que me podía haber ahogado e inmediatamente me pusieron Urbason (metilprednisolona) en vena», explica.

El presidente de la Asamblea quiso mantener en secreto lo sucedido, consciente de que hacerlo público podía haber servido para «echar gasolina a los negacionistas», ya que, en aquellos días, el movimiento antivacunas estaba en auge.

La segunda dosis se la pusieron de Pfizer. «Aún así, no me quería ni acostar por si me daba un reventón mientras estaba durmiendo», recuerda.