Medio ambiente

Las quemas antiheladas vuelven a levantar críticas en Cieza

Ecologistas en Acción denuncia varios episodios de contaminación en la ciudad por la incineración de parafina para evitar daños en la fruta de hueso por las bajas temperaturas

Boina negra sobre la ciudad de Cieza, la pasada semana. | ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Boina negra sobre la ciudad de Cieza, la pasada semana. | ECOLOGISTAS EN ACCIÓN / a.s.

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Ecologistas en Acción ha denunciado la reaparición de las quemas antiheladas en la Vega Alta, lo que ha provocado varios episodios (los días 1, 2 y 4 de marzo) de contaminación atmosférica que han afectado, principalmente, al núcleo urbano de Cieza. El episodio más grave tuvo lugar este pasado sábado 4 de marzo. La quema «masiva» de combustibles como la parafina y otros productos generó una visible nube de humo que se fue desplazando desde las explotaciones agrícolas hacia el valle de Segura, dónde acabó formando una gran boina negra de polución que cubrió el núcleo urbano de Cieza durante varias horas, según la organización.

Tras estos episodios, denuncian «la pasividad y permisividad de las autoridades (Ayuntamiento de Cieza y Comunidad Autónoma) ante este tipo de prácticas». Recuerdan, a su vez, que estas quemas no deberían haberse permitido ya que no cuentan con autorización alguna, y tampoco se han realizado ensayos y análisis previos que determinen la ausencia de riesgos para la salud de la población y de los trabajadores por la exposición a los subproductos de la combustión.

La razón de estas quemas –explican- no es el frío, sino el cultivo de variedades extra-tempranas de fruta de hueso. Estas variedades empiezan a florecer demasiado pronto, cuando todavía el frío es habitual en la comarca. Se trata de una decisión que responde exclusivamente a una estrategia de mercado de los productores de este tipo de fruta. El problema surge cuando para contrarrestar las bajas temperaturas (normales en febrero y marzo), se permite que los productores recurran a la quema masiva de estos combustibles para elevar la temperatura ambiental en las explotaciones agrícolas, lo que genera graves problemas de contaminación en las poblaciones de la comarca.

Sobre las quemas anti-heladas los ecologistas recuerdan que, tanto la Dirección General de Medio Ambiente, como la Dirección General de Salud Pública, han alertado en diversas ocasiones que «la quema de estas sustancias químicas tiene una elevada e innegable incidencia en la calidad del aire de las poblaciones cercanas, y que han recomendado su prohibición y sustitución por otros métodos que no impliquen un daño para la salud humana».

La organización ecologista ha criticado también que las autoridades no hayan aplicado un protocolo de actuación o información a la población, para que pueda adoptar medidas de prevención y autoprotección ante este tipo de contaminación. Es más, lamentan, que ni tan siquiera se han emitido recomendaciones para aquellas personas que puedan padecer patologías o problemas respiratorios previos, generando una evidente desprotección entre la población más vulnerable a ese tipo de contaminación.

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