Casi 100.000 personas viven repartidas entre los ocho municipios de la franja costera de la Región de Murcia, uno de los territorios considerados como especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Con 200 playas que comprenden 107,2 kilómetros, la erosión crónica convierte cada anuncio de temporal en una pesadilla. Desde San Pedro del Pinatar hasta Águilas, pasando por Lorca, Mazarrón, Cartagena, La Unión, Los Alcázares y San Javier. Ninguno de los municipios costeros de la Región se escapa de este amenazante proceso.

Y la situación no es para nada optimista. Técnicos y científicos vienen alertando desde hace años de que cada año el nivel del mar aumenta milímetro a milímetro, imperceptible anualmente, pero que se hace evidente con el paso de las décadas. El Ministerio para la Transición Ecológica tiene contabilizados hasta 43,5 kilómetros y diez áreas con riesgo potencial significativo de inundación en la Región de Murcia. Urbanizaciones enteras, paseos o negocios en puntos donde la subida media del agua podría alcanzar casi un metro.

Las cifras que estima el Miteco para la Región suponen un serio aviso. Según las predicciones, 6.113 murcianos que viven en estas zonas costeras estarían expuestos a los posibles efectos de las inundaciones.

La radiografía que ofrece la Dirección General de la Costa y el Mar arroja datos socioeconómicos abrumadores de lo que se mueve en el litoral. El valor catastral de los bienes asediados por los eventos extremos asciende a 5.966 millones de euros. La mayor parte del suelo ocupado corresponde a uso residencial, con una densidad de construcciones alta y un nivel de exposición alta a los envites del oleaje.

La NASA presentó el pasado año también la herramienta ‘Sea Level Change’ en la que se puede visualizar cómo con el paso de las décadas aumenta progresivamente el nivel del mar.

El Miteco, sin planes para aportar arena a la costa del Mar Menor

El Ministerio para la Transición Ecológica no tiene por ahora «planes sobre la mesa» para aportar arena a las playas y calas del Mar Menor debido a la «fragilidad» de su actual estado. De momento, la regeneración de las playas del ecosistema murciano mediante arena queda parada, después de que en los últimos tiempos la Comunidad haya propuesto numerosas acciones para este fin. 

Hay que recordar que el Gobierno regional propuso extraer arena del Canal de Marchamalo para regenerar las playas de la laguna salada, pero Demarcación de Costas lo prohibió tras encontrar en un análisis «altos niveles» de arsénico, cadmio, plomo y zinc. Tras los últimos temporales que han azotado a los municipios costeros murcianos durante el pasado invierno y la primavera, los municipios marmenorenses de Cartagena, San Pedro, San Javier o Los Alcázares han realizado distintos trabajos para poner sus playas a punto. 

A mediados de junio, las obras de Costas para la regeneración de las playas de San Javier afectadas por los temporales de marzo y abril se paralizaron debido a la turbidez creada en el agua, así como por la disconformidad del Ayuntamiento de San Javier. Esta arena empleada procedía de la excavación que se está realizando para construir un parking subterráneo.


Según esta herramienta, el mar estaría subiendo unos cuatro milímetros al año a causa del calentamiento global y el deshielo de los polos. Esto lleva a que los arenales murcianos hayan visto menguar su superficie de manera exagerada en la última década al encadenar fenómenos cada vez más recurrentes e intensos. Por ejemplo, se calcula que en el año 2100 el nivel del mar podría subir entre los 55 y 60 centímetros -los datos del Miteco aseguran que habría un aumento entre 41 y 56 centímetros en la Región de Murcia-, mientras que para 2.150 lo haría en un metro. Esto provocaría, sin ir más lejos, la desaparición de La Manga tal y como la conocemos hoy en día.

A esto se suma que las playas de La Manga hayan sufrido con el paso de los años importantes cambios locales en las últimas décadas debido a la construcción de diques transversales, rompeolas, viales, escolleras y a la construcción de puertos. Y la situación empeoraría en toda la costa murciana considerablemente con cada tormenta o DANA.

El Plan Estratégico Nacional para la Protección de la Costa frente a los efectos del cambio climático, elaborado para el Miteco, debe recoger actuaciones para la gestión de esos escenarios y «reducir las presiones sobre el litoral y proteger, preservar e impulsar una gestión integrada de los recursos costeros».

Solo un "formulario digital"

Hasta el pasado 22 de julio, las distintas administraciones tenían la oportunidad de presentar las oportunas alegaciones al plan.

Desde la Consejería de Fomento e Infraestructuras aseguran a La Opinión que «lo único que han remitido [desde el Miteco], a través de un correo electrónico, es un formulario digital con respuestas tipo que se respondió en tiempo y forma».

«La información de la que disponemos actualmente sobre el citado plan es muy genérica. Estamos a la espera de recibir información más detallada y propuestas concretas sobre el citado Plan, y así poder analizarlas y realizar las alegaciones que se consideren oportunas», explican desde el departamento que dirige el consejero José Ramón Díez de Revenga.

No obstante, desde el Ministerio que controla Teresa Ribera señalan que el plan se completará a partir del próximo mes de noviembre «con la incorporación de los resultados de la consulta nacional que se ha remitido».