Semana Santa Cartagena

El manto infinito de promesas de la Piedad inunda las calles de Cartagena

La Virgen vuelve a encontrarse con la patrona tras su regreso al altar mayor de la Caridad

En las horas previas a la esperada salida de la primera procesión marraja, las miradas de los cofrades no hacían más que dirigirse al cielo ante unas previsiones meteorológicas un tanto inciertas. Los primeros redobles de tambor llegaron acompañados de una pequeña llovizna que hizo temer lo peor. Apenas había comenzado el cortejo morado, pero no se detuvo. Una pequeña nube que se fue disipando cuando los primeros penitentes del tercio de la Piedad salían de Santa María.

Fue entonces cuando las miradas al cielo se fijaron en el desfile pasional que volvió a mecer por las calles a la Virgen, arropada por un manto infinito de promesas.

La procesión volvió a llenar la ciudad de recogimiento, fe y devoción en uno de los desfiles más cortos de la Semana Santa local, pero que guarda un simbolismo especial. Y es que los cartageneros han tomado a la Piedad como la representación procesionista de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Caridad, lo que la ha hecho ganarse el sobrenombre de ‘Caridad Chica’, debido a su gran parecido con la talla que descansa en la basílica de su nombre.

Además, este año fue también especial por el reencuentro entre ambas imágenes al pasar la procesión por el templo, debido a las obras llevadas a cabo en la iglesia los últimos años. Frente a frente, las dos tallas protagonizaron uno de los momentos destacados de la noche con el canto de la primera Salve a la Piedad.

Otro de los instantes más esperados fue el cante de saetas a la Virgen desde balcones a lo largo del recorrido por los participantes en el Concurso Nacional de Saetas que organiza la agrupación de Portapasos de la Piedad. El propio grupo cofrade distinguió antes de la procesión a Pedro Diego Pérez Casanova con la Sexta Vara y portó en el trono la medalla de la cofradía de Antonio García, conocido como ‘Antoñico el Lotero’, ilustre hermano de la agrupación, tras su fallecimiento a primeros de este año.

La llegada a Santa María de Gracia de la imagen, una de las más antiguas de la ciudad, obra del irrepetible José Capuz, puso el cierre de oro a una nueva noche mágica con una Salve entonada por miles de cartageneros para despedir a la Virgen.

La Piedad volverá a procesionar en el desfile de Viernes Santo, aunque esta vez en un trono a ruedas, y será la protagonista del cartel de la Semana Santa del próximo año.

El Traslado de los Apóstoles, atento a la lluvia

La cofradía california volverá hoy a estar pendiente de la previsión meteorológica, que anuncia lluvia durante la procesión del Traslado de los Apóstoles. Los encarnados ya se vieron sorprendidos por una tormenta el Domingo de Ramos y confían en que no vuelva a pasar. Si todo va bien, Cartagena vivirá una de sus procesiones más características y esperadas, con Santiago, San Juan y San Pedro como protagonistas. Los tres partirán de dependencias militares. El primero y el segundo, desde el Gobierno militar y el Parque de Artillería, respectivamente, a las 19.22 horas. San Pedro lo hará desde el interior del Arsenal, del que no saldrá hasta las 20.15 horas tras solicitar el tradicional permiso hasta la media noche del miércoles, para procesionar con sus hermanos. Las tres procesiones se unirán en la plaza San Sebastián sobre las 21.30 horas para dirigirse hasta la iglesia de Santa María de Gracia. 

Agradecimiento californio por el Domingo de Ramos

La situación vivida el pasado Domingo de Ramos, con la suspensión de la procesión de la Entrada de Jesús a Jerusalén por la lluvia una vez estaban todos los tercios y tronos en la calle, motivó un gran cambio ayer en el Cabildo de los Dátiles de la cofradía california. Y es que, si es habitual un pequeño pique entre los encarnados y la cofradía marraja, ayer fue día para agradecer la ayuda prestada por los morados tras la suspensión. También de las cofradías del Resucitado y del Socorro. El hermano mayor californio, Pedro Ayala, mostró el agradecimiento de todos los encarnados por esa ayuda prestada al llegar tronos y tercios empapados al templo. El dirigente californio destacó en el acto las principales novedades encarnadas de este año. Así, Ayala se detuvo en el nuevo trono del ‘Lavatorio de los pies’, de la agrupación del Santiago, obra de Francisco Romero Zafra; en el restaurado manto de San Juan Californio; y en el nuevo sudario de la Virgen del Rosario, que procesionó el Viernes de Dolores, obra según boceto de Balbino de la Cerra.