Semana Santa

Semana Santa en Cartagena: Recuerdos, ausencias y melancolías al son de los tambores

#JoseMariaNavarroCayuela #ElEncuentro

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José María Cayuela

Hay ojos que siempre ven lo mismo, lo ven todo igual miren las veces que miren. 

Cada Semana Santa es diferente a las anteriores, nunca es la misma, es imposible que lo sea. Cada año hay novedades, restauraciones, mejoras; lo que realmente las hace distintas a mis ojos, son los sentimientos y percepciones del que sabe que tiene un año más de experiencias. El paso de los años da otra visión, concede más compresión, más tranquilidad, aunque también más escombros y desconfianzas. Una de las peores consecuencias de la edad es la desaparición de personas de esas que te marcan el alma a martillo y fuego. Dolor, desolación, angustia. El listado de personas desaparecidas desde el Covid es tremendo, la Semana Santa no escapa de esa sangría de vidas.

Este año, entre otras muchas, faltarán dos personas singulares; dos procesionistas muy conocidos por todos, muy queridos por muchos de nosotros.

La noticia de la muerte de Antonio García Miqueo, el emblemático ‘Antoñico el Lotero’ me pilló por sorpresa (como tantas veces suele ocurrir), pues el 26 de diciembre nos habíamos gastado nuestra última broma.

Nazareno

Nazareno / José María Navarro Cayuela

Pero sin duda, la ausencia más dolorosa que tendré que soportar a nivel personal es la de mi muy querido amigo Domingo Bastida, pasó por todos los puestos de la Agrupación del Nazareno, fue su presidente hasta que fue elegido hermano mayor de los marrajos. Juventud, ilusión y mucho amor por todo lo que hacía. Es verdad que el año pasado ya no lo vi, pero estaba. Ya me pesaba tanto su falta, que solo me atreví a ‘bajar’ a dos o tres procesiones; no tenía ánimos para estar en más.

Domingo ha sido más que ese hermano de agrupación con el que el trato frecuente se convierte en fuerte amistad. Domingo, ha sido mucho más. Lo conocí siendo el muy joven (yo tampoco era mayor) y lo tengo fotografiado de portapasos con aquel grupo de chiquillería inquieta, bulliciosa, con enormes ganas de procesiones y vida, aquellos que sacaron a la Virgen de la Soledad del Consuelo desde nuestra querida Santa María la Vieja. Veo sus caras llenas de atrevida juventud, hasta cuesta reconocerlos.

Este año, tendré que tragar mucha saliva cuando pase la directiva y no vea su sonrisa, cuando no o vea salir del grupo hacia mí para darnos ese ritual abrazo

Nuestra amistad fue fraguando y cogiendo fuerza; el Nazareno puso mucho de su parte. Se haría interminable narrar al menos la mitad de nuestras vivencias en común; yo trataba mucho con Domingo, él no me olvidaba, siempre me tenía en cuenta.

Cuando lo elegimos como presidente del Nazareno, formé parte de su primera directiva, es la única ocasión en la que he aceptado tener un cargo en Semana Santa; en El Nazareno, por Domingo Bastida.

Cayuela con la Virgen

Cayuela con la Virgen / L.O.

Este año, tendré que tragar mucha saliva cuando pase la directiva y no vea su sonrisa, cuando no lo vea salir del grupo hacia mí para darnos ese ritual abrazo, no podré escuchar sus palabras tan fraternales, reconfortantes y reparadoras: “Mucho ánimo Cayu, recuerda que tú puedes con todo y el Nazareno está contigo”.

No te podré oír mi querido amigo, pero sonarás en mi mente, me pasa muchas veces. Sé que va a ser duro.

Querido hermano Domingo, que nuestro Nazareno te ampare