Navidad

La ilusión recorre las calles de Cartagena bordo de la Cabalgata real más ecológica

Las carrozas y los vehículos de apoyo utilizan biocombustible 100% renovable por primera vez

Con sus mejores galas y en carrozas 100% ecológicas. Así iniciaron ayer su recorrido por todos los hogares del mundo los Reyes Magos de Oriente tras cerrar la Cabalgata de Cartagena y llenar de ilusión las principales arterias de la ciudad ante la mirada de miles de personas que no quisieron perderse el tradicional desfile.

Y es que, por primera vez, todos los vehículos del pasacalles real utilizaron carburante 100% renovable gracias a los 2.500 litros de biocombustible elaborado en la planta de Repsol en el valle de Escombreras que la propia compañía donó. Una propuesta que también se usó en el catamarán turístico que, por la mañana, ayudó a Sus Majestades a desembarcar en la ciudad para regocijo también de miles de niños y adultos congregados en el puerto y la plaza del Ayuntamiento. Antes, Melchor, Gaspar y Baltasar acudieron al Hogar de la Infancia, al Asilo de Ancianos y al Hospital Santa Lucía para llevar regalos y alegría.

Ya por la tarde, una Cabalgata más compacta, dinámica y fluida fue el acto principal con una decena de carrozas y la participación de grupos musicales, coreográficos y de animación, junto a asociaciones de vecinos que completaron un total de 30 atracciones.

Gaspar en la cabalgata de Cartagena.

Gaspar en la cabalgata de Cartagena. / Loyola Pérez de Villegas

Este año, el Ayuntamiento quiso facilitar la labor de pequeños y adultos a la hora de recoger los peluches y caramelos lanzados desde las carrozas y repartió 30.000 cazacaramelos, una suerte de cono de cartón decorado con motivos navideños que servía de cazo para los espectadores del mágico desfile, aunque muchos otros optaron por bolsas de la compra, chaquetones e incluso paraguas del revés para recoger los presentes. En algunas partes del recorrido, los cazacaramelos apenas dejaron ver a sus portadores.

En total, se repartieron 5.000 kilos de caramelos, 68.700 bolsas de gominolas y 38.000 peluches de tamaño mediano y pequeño desde las carrozas, que despertaron la admiración del público.

También este año se contó con la novedad de vallar todo el recorrido de Sus Majestades para evitar incidencias, separando así el desfile de las sillas instaladas para los espectadores.