Un desfile que rompe fronteras en Cartagena

Tras la derrota del bando carthaginés y la proclamación de la Ley Romana, ayer ambas facciones se unieron un año más para demostrar todo su poderío ante las miles de personas que abarrotaron las calles más céntricas de la ciudad. El gran desfile de Carthagineses y Romanos reunió ayer a unos 6.500 festeros, cifras que superan con creces a las de años anteriores.

Así pues, participaron las 50 tropas y legiones, este 2023 desbordadas de gente, que estuvieron acompañadas por grupos invitados. Un hermanamiento entre Cartagena y otras ciudades que fue visible desde el comienzo. Encabezaban la comitiva doscientos Moros y Cristianos de Alicante, que celebraron la consecución este año de la declaración de interés turístico para sus fiestas e hicieron gala de sus tradicionales marchas acompañados de dos bandas de música. Recorrieron la ciudad a paso lento y sin paradas, a diferencia de carthagineses y romanos.

También formaron parte del evento grupos procedentes de Valencia, Andorra y unas doscientas personas de Linares, que llegaron a la ciudad en tres autobuses, todas con sus bandas de música y mostrando a la trimilenaria sus más arraigadas tradiciones.

A su paso, los imponentes trajes hacían soñar a los niños cartaganeros con vestirlos algún día. Tampoco pudieron faltar los espectáculos con fuego, los acróbatas y los grupos de ballet, que hicieron las delicias de quienes se acercaron a ver el desfile. Las máquinas de guerras y las carrozas también tomaron la ciudad, mientras que los gladiadores chocaban sus espadas en un espectáculo que hizo que las calles, durante un instante, retrocedieran varios siglos en el tiempo.

Este año, al igual que el anterior, tampoco se contó con la presencia de animales, salvo los caballos que montaban los miembros de algunas tropas y legiones.

Antes del desfile, pasado el mediodía, se llevó a cabo un homenaje a los caídos en batalla en Torreciega. El acto, organizado por la Legio IV Quinto Trebelio y en el que también participaron miembros de otras legiones, recordó a los soldados romanos muertos en batalla, depositando una corona de laurel en el monumento funerario dedicado a Tito Didio. También se llevó a cabo un emotivo y sentido homenaje a todos los festeros fallecidos durante el año.

Y tras nueve días intensos de Carthagineses y Romanos, hoy se pone el broche final a las fiestas con el apagado del Fuego Sagrado cuyo llama se prendió en lo alto del Molinete el pasado 15 de septiembre. En torno a las 21.30 de la noche, en el Campamento Festero, las vestales, sacerdotisas, sacerdotes y representantes de Tropas y Legiones, recorrerán las calles del recinto, apagando y silenciando a su paso todos los campamentos, para llegar al escenario en el que se apagará la llama y se entonará el himno de Cartagena. Un poco antes, a las 20.45 horas, tendrá lugar la Batalla Cultural en la explanada del recinto festero. Un castillo de fuegos artificiales coronará la velada para poner fin a la fiestas.