Museo

El Arqua, cerrado desde finales de mayo por culpa de las lluvias

El sindicato CSIF critica que el Ministerio de Cultura no haya dado ni un solo detalle de su futura reapertura

En el interior del edificio puede verse un agujero en el techo que aún no se ha arreglado

Exterior del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, actualmente cerrado.

Exterior del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, actualmente cerrado. / IVAN URQUIZAR

El Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (Arqua) lleva cerrado al público general desde hace más de un mes. Un hecho que ha denunciado con vehemencia el sindicato CSIF, que no entiende como «una de las joyas de la ciudad no abra sus puertas durante esta época estival, en la que miles de turistas arriban al puerto en cruceros casi diariamente», en palabras de uno de los portavoces de la organización, Paco Puche.

La colección permanente que expone el museo lleva cerrada desde finales de mayo, debido a que las lluvias torrenciales que dejaron más de 100 litros por metro cuadrado en la ciudad el pasado mes de mayo afectaron a la estructura. Según ha explicado Puche a La Opinión, y así se lo han trasladado directamente los propios trabajadores del museo, se produjo un embolsamiento en la parte alta del edificio, concretamente en la zona donde se encuentra la cafetería, lo que desbordó las bajantes, provocando la caída de una placa de pladur de un metro de largo y uno de ancho en una parte del interior que todavía sigue sin arreglo.

En el interior todavía puede verse un agujero en el techo.

En el interior todavía puede verse un agujero en el techo. / IVAN URQUIZAR

Como medida de precaución el Gobierno de España decidió cerrar el museo. Desde entonces no ha habido ningún cartel en la puerta que lo indique, según denuncian desde CSIF, por lo que los cientos de turistas que tratan de acceder a diario se «dan con la puerta en las narices». Si bien es cierto, en la página web del museo se puede leer: «El museo permanecerá cerrado hasta nuevo aviso debido a las condiciones climáticas», desde finales de mayo.

Pese a que el público no puede acceder, desde el sindicato han podido comprobar ‘in situ’ que, pese a todo, algunos escolares siguen realizando actividades didácticas en el interior de algunas aulas e incluso visitan ciertas zonas. «Esto es un disparate y parece que en Madrid no tienen constancia de ello. Da la sensación de que nos tiene totalmente dejados», lamenta Puche. 

Los escolares han realizado actividades en el interior pese a que el público general no puede acceder

Desde entonces ni los propios trabajadores ni el sindicato han recibido novedad alguna sobre la situación del museo. Estos se pusieron en contacto con sus compañeros de Madrid, que a su vez contactaron directamente con el Ministerio de Cultura, del que depende el museo, pero no recibieron ningún tipo de información. Lo único que ha trascendido durante este tiempo, según ha asegurado a este diario Francisco Zamora, delegado de CSIF en Cartagena, es que un arquitecto técnico de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura acudió a hacer balance de los desperfectos hace al menos tres semanas.

El sindicato y los trabajadores no saben con exactitud lo que sucede ni el alcance real que ha podido llegar a tener este problema de filtraciones en el museo. De hecho La Opinión trató de ponerse en contacto con el Ministerio hace tres semanas para conocer más detalles y hasta el momento, pese a la insistencia, no ha obtenido ningún tipo de respuesta

De hecho, según cuenta Puche, «hace poco se estuvo haciendo contratación de personal para vigilar la exposición, que se hace eventualmente para uno o dos meses, pero paradójicamente se les comunica que de momento deben esperar porque el museo permanece cerrado».

Por su parte, Cultura afirmó cuando se produjo el percance que los daños en el edificio no afectaron a los bienes custodiados y que tampoco se produjeron daños personales.

Seis meses cerrado en 2020

Hace dos años, el Arqua también tuvo problemas de filtraciones en el edificio a consecuencia de un episodio de lluvias. Mucho más grave fue el episodio vivido en 2020, cuando el museo tuvo que estar seis meses cerrado para dar solución a un problema de filtraciones de agua marina que se produjo en la sala de exposiciones, pues cabe recordar que parte de la estructura se construyó a más de cuatro metros bajo el nivel del mar.

El edificio fue construido por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, con un coste de 20,3 millones.