Opinión | El blog del funcionario

Orgulloso de la Universidad de Murcia

Son muchos los profesionales liberales e intelectuales que han empezado a trasladar su residencia a Murcia, y es que la cultura se ha convertido en el gran motor de desarrollo de una comunidad que, ahora sí, puede decir que aquí se ven las estrellas más cerca que en ningún otro lado del mundo

Teresa Vicente, profesora y abogada que ha ganado el premio Goldman, conocido como ‘ Nobel del ecologismo’.

Teresa Vicente, profesora y abogada que ha ganado el premio Goldman, conocido como ‘ Nobel del ecologismo’. / EFE

Ahora que parece que está cerca el final del genocidio en Gaza y la guerra/invasión puede tocar su fin, es más que justo poner en valor el papel de la Universidad de Murcia en estos meses tan difíciles. Y es que no es fácil empezar este artículo; las emociones van saltando por mis poros como si estuviera todavía en el Warm Up en la madrugada del viernes. Ver a la comunidad educativa en general, y la Universidad pública de Murcia en particular, haberse convertido en la bandera del pensamiento crítico contra el genocidio en Gaza por parte del ejército (que no del conjunto de la sociedad) israelí, es para sentirse algo más que orgulloso de una facultad que lleva mucho tiempo en la vanguardia del pensamiento libre.

Profesorado y alumnado, nadie dudó en hacer aquella acampada que dio la vuelta al mundo en la Universidad, ha marcado un antes y un después en la vida de la universidad murciana. Aún me brillan los ojos cuando veo que el pasado 26 de abril, en la celebración de su gran fiesta de la cultura ‘Gala Cultural es +’, celebrada en una cervecera muy famosa y popular en ‘la mejor tierra del mundo’, se convirtió en un gran acto de apoyo para que dejen de morir inocentes en un genocidio de libro.

Y es que la UMU lleva años siendo un referente ético y moral del resto de las universidades españolas y europeas, sobre todo desde que decidió abrir un expediente ante la candidatura del exalcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, a una cátedra, con el fin de investigar el procedimiento. Todo un reto con el que el exrector Orihuela se ganó el respeto de toda la comunidad universitaria.

Ahora, tras obtener la profesora universitaria Teresa Vicente el denominado oficiosamente ‘Nobel de Medioambiente’, ha sido otra vez emocionante ver cómo desde la propia institución no solo han tardado ni un minuto en poner en valor el trabajo de la profesora Vicente y su equipo, sino que incluso ha emitido un comunicado el propio Consejo Rector, pidiendo al presidente López Miras que le sea otorgada la medalla de oro de la Región.

Esta iniciativa de la UMU me recuerda cuando puso a toda la institución detrás de la Plataforma Pro Soterramiento para que recibiera la Medalla de Oro de la ciudad, y es que hay que reconocer que la universidad supo ver en este movimiento ciudadano algo tan importante que han sido capaces, por una vez en la vida, de cambiar la estructura propia de la ciudad.

Aquellos agoreros que no paraban de acusar de que la universidad se había convertido en un nido de endogamia y amiguismo, donde se compraban y vendían cátedras al peso, y que algunos apellidos se habían asimilado a la Casa Real, donde se heredan ‘títulos’ y oportunidades, han quedado en evidencia tras la implicación en los últimos lustros en el pensamiento crítico de una región que se ha convertido en la comunidad con los mejores datos de éxito escolar, y es que pocas instituciones han conseguido cambiar una casa de apuestas por una biblioteca que ha recibido premios internacionales.

Son muchos los profesionales liberales e intelectuales que han empezado a trasladar su residencia a Murcia, y es que la cultura se ha convertido en el gran motor de desarrollo de una comunidad que, ahora sí, puede decir que aquí se ven las estrellas más cerca que en ningún otro lado del mundo. Incluso ahora, muchos también están poniendo sus miradas en la ciudad de Cartagena, que sus Consejos Escolares quieren que la ciudad declare día no lectivo la celebración del Bando de la Huerta. Siempre a la vanguardia. Ya solo falta que proponga un cartel en lo alto del Puerto de la Cadena «Murcia Puerto a 30 kilómetros».

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