­El Real Murcia afrontará este fin de semana el último gran desplazamiento de su aventura en el Grupo I de Segunda B. Lo hará con su visita a Guijuelo, curiosamente el destino más ´cercano´ (612 kilómetros) de los que han tenido que hacer José Manuel Aira y sus jugadores. En total, la plantilla murcianista, entre idas y vueltas, habrá acumulado a sus espaldas unos 31.000 kilómetros, y todo después de que la entidad fuese marginada tras su descenso administrativo del pasado verano. Un esfuerzo que no solo ha sido humano sino también económico. Un gasto extra e importante en una categoría en la que apenas existen ingresos.

Aunque en un principio se creía que la Federación Española de Fútbol, como hace en los casos de los equipos canarios cuando tienen que desplazarse a la península o también con el Ceuta y el Melilla, concedería una subvención al Real Murcia para rebajar esos costes por su inclusión en el Grupo I junto a equipos gallegos, asturianos, cántabros y castellano leoneses, lo cierto es que con la competición regular a punto de echar el cierre, la RFEF sigue ignorando al club murcianista, no concretándole si finalmente podrá contarán con esa ayuda para intentar cuadrar un poco sus gastos.

Así, las cosas están igual que cuando el balón comenzaba a rodas en el mes de septiembre, cuando este diario informaba que todos los equipos del Grupo I menos el Real Murcia ya conocían la subvención que percibirían por sus desplazamientos a Nueva Condomina. En una nota enviada por el organismo presidido por Ángel María Villar, y que también llegó a las oficinas de la entidad grana, se informaba a los clubes que la RFEF asumiría el coste de la distancia entre Miranda del Ebro, ciudad a la que tendrían que haber viajado de no descender administrativamente el Real Murcia, y la capital del Segura. En dicha misiva no se hacía ninguna referencia a la situación de los murcianistas, lo que llevó a los responsables del club a ponerse en contacto con la Española para pedir una aclaración más detallada de si ellos también entraban en el reparto de la mencionada subvención.

Desde que se realizase esa petición han pasado ocho meses y en las oficinas de Nueva Condomina siguen sin tener noticias de la Federación Española de Fútbol, lo que ha llevado a los responsables murcianistas a dar casi por hecho que no habrá ayuda y que todos los costes de los desplazamientos deberán salir de las arcas del club murcianista.

En la temporada 2010-2011, la última de los granas en Segunda B, los gastos en desplazamientos ascendieron a 272.533 euros.