Nueve de la noche. La Policía de Ashland en Ohio recibe una llamada de emergencia. Una madre grita desconsolada. Su hija de 3 años acaba de caerse. Tiene un fuerte golpe en la cabeza y no responde. Sin dudarlo, un oficial intenta reanimarla. Unos segundos después, la niña se recupera, pero vuelve a quedarse inconsciente. El policía no se detiene y varios minutos después la niña respira de nuevo. Mientras los servicios de emergencias llegan para trasladarla al hospital, los oficiales siguen controlando su pulso. Gracias a la rápida actuación del agente esta niña tendrá una segunda oportunidad.