Sucesos

El delincuente que apuñaló a un policía en la gasolinera de Alquerías lamenta no haberlo matado

Óscar S.L., de 23 años, pasa este sábado a disposición del Juzgado de Guardia de Murcia, tras tres noches en los calabozos del Carmen, donde se queja de no haber segado la vida del oficial

Jupol existe "garantías jurídicas" para los agentes que se vean obligados a disparar su arma

'El Parrales', que conducía el coche en el que huyó el delincuente, a las puertas de la comisaría; en la foto pequeña, Óscar S.L.

'El Parrales', que conducía el coche en el que huyó el delincuente, a las puertas de la comisaría; en la foto pequeña, Óscar S.L. / Juan Carlos Caval

Ana Lucas

Ana Lucas

Óscar S.L., el sujeto detenido por acuchillar a un policía nacional que se disponía a detenerle en una gasolinera de Alquerías, en Murcia, el pasado miércoles, ha manifestado que se arrepiente de no haber matado al agente, indican fuentes cercanas al caso.

Este individuo, de 23 años de edad y que cuenta con un abultado historial delictivo, permanece en los calabozos de la Comisaría de Distrito del Carmen, donde fue llevado tras su arresto, tras una persecución en la que el delincuente acabó estrellando el coche en el que huía contra otro automóvil en San Javier.

El sospechoso de intentar rebanar el cuello a un agente pasará este sábado a disposición del Juzgado de Guardia de Murcia, cuyo titular, seguramente, y dada la gravedad de los hechos de los que se acusa al joven, ordenará su ingreso en prisión.

El presunto agresor apuñala a uno de los agentes en una gasolinera de Alquerías

La Opinión

Riesgo vital para su novia

Cabe recordar que el asesinato en grado de tentativa no es el único delito que se imputa a este chico, al que se buscaba por un episodio de malos tratos. Y es que la novia de Óscar S.L. consta en el sistema VioGén con el nivel máximo de riesgo vital que se le puede asignar a una víctima de violencia machista. Estar catalogada así implica que la Policía lleva un control intenso sobre los sospechosos de este maltrato, como Óscar.

En el historial de este sujeto, vecino de Los Ramos, constan ocho reclamaciones en los juzgados. Una de ellas, la requisitoria para ingresar en prisión por quebrantamiento de condena, precisamente por acercarse a su compañera sentimental. Era por eso que dos agentes de la Policía Nacional lo estaban buscando: para arrestarlo y que ingresase en el penal. Donde, previsiblemente, ya dormirá esta noche.

Después de tres noches en los calabozos de la Comisaría, el individuo se queja de no haber conseguido su objetivo: segar la vida del policía nacional que le perseguía, de paisano y junto a su compañera, y que fue a detenerlo cuando el coche en el que Óscar viajaba de copiloto se detuvo a repostar en una estación de servicio de la población de Alquerías. El agente, oficial de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) fue operado de urgencia.

Sangre y restos de unas gafas rotas en el suelo tras la agresión

Sangre y restos de unas gafas rotas en el suelo tras la agresión / Juan Carlos Caval

Junto a este delincuente, también pasará a disposición judicial su amigo y compañero de fechorías: el sujeto que conducía el coche en el que Óscar intentó zafarse de la Justicia. Se trataba de un automóvil robado.

La Policía imputa a estos dos delincuentes los delitos de asesinato en grado de tentativa, daños, resistencia grave a la autoridad, un delito contra la seguridad del tráfico y robo con fuerza, por la sustracción del turismo en el que huyeron. Además, sobre Óscar pesa la violencia machista.

Jupol exige "garantías jurídicas" a la hora de disparar

Jupol, el sindicato mayoritario en la Policía Nacional en Murcia, reclaman desde hace tiempo «un protocolo sobre el uso de la fuerza, para dar una serie de garantías jurídicas a los compañeros que necesiten hacer uso de su arma reglamentaria» cuando se vean inmersos en un episodio violento como el de la gasolinera.

«Los principios de que rigen la ley actual son los de congruencia, oportunidad y proporcionalidad, y esto lo que hace es ir a los policías por detrás de los atacantes: hasta que no se ve qué tipo de amenaza se recibe no se puede dar una respuesta proporcional al ataque recibido». Si la agente que acompañaba al herido llega a disparar al sospechoso mientras este estaba escapando, «podría haber tenido problemas a nivel jurídico» si llega a darle; también si falla el tiro y a da testigos del suceso.

«Es por lo que reclamamos un protocolo una formación continua , descentralizada y actualizada, tanto en el uso del arma como en defensa personal policial, ya que el Plan Nacional de Tiro está totalmente desfasado, a pesar de los esfuerzos de los instructores de tiro», apunta el sindicato, que prevé organizar «una serie de cursos de defensa policial ante el ataque con arma blanca y para que los agentes tengan un conocimiento más profundo a nivel jurídico del uso de su arma de fuego».

«Un policía tiene que decidir en segundos temas que en el juzgado se dirimen en meses», lamentan desde Jupol.