Investigación

Carpetazo al caso del jornalero muerto por un golpe de calor en Mazarrón

La Guardia Civil cierra la investigación tras confirmar que el trabajador que se desplomó en La Majada era autónomo

La autopsia del segundo fallecido, el jardinero de 24 años, "no es concluyente" y piden más análisis

Agentes de la Guardia Civil durante un operativo en imagen de archivo.

Agentes de la Guardia Civil durante un operativo en imagen de archivo. / MARCIAL GUILLÉN

Ana Lucas

Ana Lucas

La Guardia Civil ha dado carpetazo al caso del hombre de 42 años de edad que perdía la vida a finales del mes de julio tras sufrir un golpe de calor cuando trabajaba en un invernadero de La Majada, en el municipio de Mazarrón

Según explican fuentes del Cuerpo, tras la muerte del varón se abrió una investigación para tratar de esclarecer si había responsables de que estuviese trabajando en el campo ese día y a esas horas, con unas temperaturas tan elevadas que pueden suponer un riesgo para la integridad y la vida.

Fue clave la declaración de su compañero, testigo de lo sucedido. Este hombre relató a los agentes de la Policía Local que se personaron en el lugar de los hechos que ese día, martes 18 de julio, su compañero y compatriota y él mismo comenzaron a trabajar en el invernadero a las ocho de la mañana, y que estuvieron hasta las doce y media de la tarde.

Pararon un poco a descansar, a las cuatro y media de la tarde volvieron al tajo y «poco después», testificó, su compañero comenzó a encontrarse mal, por lo que salió de la malla de tomates en la que se encontraban y se sentó en una zona de sombra. Él salió para acompañarle. El hombre se empezó a sentir cada vez peor «hasta prácticamente quedarse inconsciente», relató el testigo. Fue entonces cuando pasó un vecino, que, al ver el estado del trabajador, llamó al 112.

Al lugar se movilizaron agentes de la Policía Local, que se entrevistaron con el compañero del hombre, así como una unidad movil de emergencias (UME) cuyos sanitarios trasladaron al hombre al Santa Lucía de Cartagena, donde llegó en estado crítico. Horas después, no pudo sobreponerse a los efectos del extremo calor en su organismo y expiró.

El compañero ya comentó entonces que ambos eran autónomos y que tenían arrendada la tierra en cuestión, en La Majada, en concreto en un paraje denominado Cañada Honda

Cuando el Instituto Armado asumió la investigación, al tener para ello competencias de las que carece la Policía Local, se confirmó que lo expresado por el otro jornalero era real: ambos eran socios, habían arrendado la finca y, al no haber jefe alguno que les estuviese obligando a trabajar la tierra en esos momentos, no había responsable a quien imputar el fallecimiento de El Habib Mothair, que así se llamaba el difunto. 

El finado, que tenía esposa y dos hijos en Marruecos, vivía en un edificio ubicado en una de las principales arterias del pueblo y, según apuntaron sus vecinos al conocer el deceso, se buscaba la vida en el campo como podía, a fin de mandar dinero a su familia.

El caso del jardinero

Por otro lado, el Instituto Armado continúa investigando la muerte de Fernando G.L., el joven de 24 años de que murió el 31 de julio tras desplomarse cuando realizaba trabajos de jardinería en un camping en construcción de Parazuelos, también en Mazarrón.

Según indican desde la Benemérita, el resultado de la autopsia que se le practicó al chico «no es concluyente». Pese a que el primer médico que llegó determinó que se trataba de un golpe de calor, los análisis forenses no pueden concretar todavía si fuese así o se trató de una muerte súbita.

Compañeros que se encontraban en el camping junto al joven el día del deceso afirmaron a los investigadores que ya desde primera hora de la mañana él comentó que se encontraba mal.

Al cuerpo del chico se le tomaron una serie de muestras que han sido remitidas a otros centros especializados fuera de la Región para su análisis, el cual podría tardar semanas e incluso meses.