La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Nº 1 de Murcia que condenó a un guardia civil del puesto de Calasparra a un año de cárcel por acosar a su ex con centenares de mensajes y de llamadas.

En una ocasión, el hombre realizó una videollamada, se puso el cañón de su pistola en la boca y amenazó a la mujer con que se suicidaría. Ella llegó a entrevistarse con los superiores del individuo, porque temía por su vida, y al agente se le llegó a retirar el arma reglamentaria.

Tras ser condenado, el agente recurrió la sentencia. Pero la Audiencia desestimó su recurso y dejó claro «la coacción psicológica a la que se vio sometida» la víctima, que recibió cientos de mensajes tales como ‘sabré de ti, aunque me cueste la vida’ o ‘que me llames, que me quito de en medio, va en serio’. Incluso después de ser denunciado, el individuo siguió con los mensajes de acoso, apunta el relato de hechos probados.

La mujer, que llegó a mudarse y se trasladó a vivir a Murcia, acabó en tratamiento médico, con ansiolíticos, y recibiendo asistencia psicológica en un cavi. La sentencia de la Audiencia Provincial prohíbe a su acosador acercarse a menos de 500 metros de ella durante tres años. 

El guardia civil afirma que, tras la desestimación de la Audiencia, ha recurrido el asunto al Supremo.