Semana Santa

Pedro Postigo hacía la ‘Llamada’ del Yacente de Lorca

El lorquino ‘de corazón’ y azul deseaba a los portapasos una buena procesión

Pedro Postigo Izquierdo hacía la ‘Llamada’ para que los portapasos del Yacente acudieran a su lugar bajo los varales para iniciar la procesión.

Pedro Postigo Izquierdo hacía la ‘Llamada’ para que los portapasos del Yacente acudieran a su lugar bajo los varales para iniciar la procesión. / Pilar Wals

Con fuerza hacía sonar la aldaba de plata del trono del Santísimo Cristo de la Buena Muerte para llamar a los portapasos bajo los varales. La ‘Llamada’ la hacía este Viernes Santo Pedro Postigo Izquierdo. El cartagenero de nacimiento, pero lorquino de corazón, y azul de pro, se mostraba emocionado por este honor.

Daba los toques para alertar a los portapasos de que debían situarse bajo el trono para iniciar la procesión. Pero antes, también les deseaba una buena procesión y les pedía que llevasen al Cristo de la Buena Muerte con el amor y cariño que se merece la que es una de las imágenes titulares de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.

El lorquino de corazón ofrecía las oportunas órdenes a los portapasos antes de cruzar el umbral de San Francisco.

El lorquino de corazón ofrecía las oportunas órdenes a los portapasos antes de cruzar el umbral de San Francisco. / Pilar Wals

Al acto, en la iglesia de San Francisco, acudía junto a su esposa Concepción Gimeno Mouliaá. Como recuerdo, el Hermano Mayor del Santísimo Cristo Yacente, Juan Giménez Casalduero, le hacía entrega de un cuadro del Cristo de la Buena Muerte, pintado por el artista lorquino Joaquín Bastida Gil, que también acudía.

Y el presidente del Paso Azul, José María Miñarro González, le hacía entrega de la insignia del Yacente. “Es un cartagenero que llegó un día a la Ciudad del Sol y se enamoró de esta tierra y del Paso Azul. Pedro Postigo Izquierdo es un lorquino más y un azul que ha luchado y trabajado siempre por engrandecer al Paso Azul. Por ello, es merecido que sea el que este año haga la ‘Llamada’ de los portapasos del Cristo Yacente”, aseguraba José María Miñarro.

Ante el trono de la Buena Muerte posaba junto a su esposa, al presidente del Paso Azul y al Hermano Mayor del Yacente.

Ante el trono de la Buena Muerte posaba junto a su esposa, al presidente del Paso Azul y al Hermano Mayor del Yacente. / Pilar Wals

Postigo le contestaba que el honor era para él y que agradecía la distinción que se le concedía. La emoción le embargaba mientras le abrazaba el presidente del Paso Azul y le felicitaba el Hermano Mayor del Yacente y la presidenta de la Asociación de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, Tana García Mínguez.

Como recuerdo del acto Juan Giménez Casalduero le entregaba un cuadro del Yacente firmado por José López Gimeno.

Como recuerdo del acto Juan Giménez Casalduero le entregaba un cuadro del Yacente firmado por Joaquín Bastida Gil. / Pilar Wals

La ‘Llamada’ es el último toque antes de salir en procesión para alertar a los portapasos de que tienen que acudir a su lugar bajo el varal. Se hace con un llamador de plata repujada, también llamado ‘Aldaba’, que se sitúa en lo alto del varal de la derecha, en la parte delantera del trono. Desde el llamador se dan las órdenes a los portapasos que portan al Cristo de la Buena Muerte. El acto se repite cada Viernes Santo y es una persona distinta, cercana a la cofradía o la Semana Santa lorquina, quien tiene el honor de hacer esa última ‘Llamada’ en la iglesia de San Francisco, sede religiosa de la Hermandad de Labradores.