Opinión | Pulso político

Fernando Moreno

El PP de López Miras solo quiere sacar rédito electoral del trasvase Tajo-Segura

El Partido Popular ha utilizado el problema del agua para sacar rédito electoral, sin importarle lo más mínimo las graves consecuencias que tendrá si no actuamos ahora para prepararnos a un futuro con menos lluvias

Conducción de las tuberías del trasvase Tajo Segura a su paso por la provincia de Alicante.

Conducción de las tuberías del trasvase Tajo Segura a su paso por la provincia de Alicante. / TONY SEVILLA

A estas alturas, todos sabemos ya que el trasvase Tajo-Segura es una de las obras hidráulicas de ingeniería más grandes de España. Por su interés social, podríamos incluso catalogarla como una de las más importantes del país. Con sus 286 kilómetros, abastece de agua a zonas con el mayor estrés hídrico de nuestro país en cuatro comunidades autónomas: Castilla-La Mancha, la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana y Andalucía. Este año precisamente se cumplen 45 años de su puesta en marcha. Durante este tiempo, ha aliviado la falta de agua en nuestra Región y ha ofrecido certidumbre económica.

Desde el PSOE, siempre hemos puesto en valor la importancia del trasvase Tajo-Segura y lo hemos hecho recordando que, para asegurar agua en la Región, es fundamental complementarlo con la desalación, la modernización de regadíos y el refuerzo de la depuración y reutilización. Nunca hemos cambiado nuestra posición.

El cambio climático ya está aquí y sus consecuencias han venido para quedarse. La comunidad científica lleva mucho tiempo avisando de que la intensidad y frecuencia de las sequías seguirá aumentando en los próximos años, también en la cabecera del Tajo, lo que repercute directamente en la cantidad de agua que se puede trasvasar. 

Las previsiones que se estimaron hace 45 años sobre el agua que entra en los embalses de la cabecera del Tajo nada tienen que ver con la realidad. En datos, hace 40 años, cuando empezó el trasvase, entraban cada año 1.000 hm3, hoy entran menos de 600 hm3. Lo preocupante es que esta situación irá a peor. Esto, por mucho que quieran confundirnos desde el PP y Vox, es una evidencia. 

Ahora bien, si pensábamos que el mayor problema, tanto para la agricultura como para la ganadería, podían ser las consecuencias del cambio climático, estábamos muy equivocados. El mayor problema que tiene esta Región y, más concretamente, el sector primario de nuestra comunidad es que, durante los últimos 30 años, el Partido Popular ha utilizado el problema del agua para sacar rédito electoral, sin importarle lo más mínimo las graves consecuencias que tendrá si no actuamos ahora para prepararnos a un futuro con menos lluvias. Si a esto le sumamos que su actual socio de gobierno, Vox, niega el cambio climático y que, a pesar de los efectos que ya estamos viviendo, lo considera una invención ‘de los enemigos de España’, apaga y vámonos.

A lo largo de los años hemos escuchado, por parte de la derecha, toda clase de insultos y amenazas. Incluso llegamos a ver un intento de agresión a una ministra socialista que, dicho sea de paso, fue la impulsora de las desaladoras que nos han permitido salir adelante, incluso en los momentos más duros, como en los once meses en los que el trasvase estuvo cerrado con el Gobierno de Rajoy. Hablo de Cristina Narbona, una persona que sufrió el desprecio del Partido Popular, pero cuyos proyectos han contribuido a asegurar agua en la Región, tanto para el consumo humano como para el sector primario e industrial.

El tiempo nos ha dado la razón. Hoy podemos decir alto y claro que las inversiones y políticas hídricas del Partido Socialista han garantizado agua en la Región y evitado restricciones. Meses atrás, mientras en Andalucía o Cataluña se estaba hablando de cortes en el suministro, en la Región de Murcia nadie se planteaba ese escenario. Todo lo contrario, incluso se hablaba de llevar agua desalada en barco a Andalucía desde nuestras desaladoras

Frente a la falta de alternativas y soluciones del PP y Vox, en el PSOE tenemos una hoja de ruta clara para garantizar agua en la Región de Murcia para siempre. El Gobierno de Pedro Sánchez continúa avanzando por la senda que marcó la ministra Narbona. Para ello, ha destinado 3.000 millones de euros en la Cuenca del Segura que se destinarán, entre otras cosas, a la ampliación, modernización e interconexión de desaladoras y a la construcción de instalaciones fotovoltaicas para reducir el coste del agua desalada. 

Como decía, seguiremos trabajando para dar esa seguridad a la Región, con más y mejor desalación a un precio competitivo, con más y mejor depuración, con un uso eficiente y sostenible de los recursos de la cuenca y, por supuesto, con el trasvase Tajo-Segura, obra a la que jamás renunciaremos y que defenderemos, como lo hizo públicamente la propia vicepresidenta Teresa Ribera hace tan solo unos días. 

Porque dar alternativas a nuestros regantes y ganaderos en situaciones extremas como las que estamos atravesando no es renunciar ni querer cerrar el trasvase, como repite la derecha y la ultraderecha para intentar engañar a la ciudadanía. Es ser responsables ante un problema al que tenemos la obligación de dar solución como servidores públicos.

El mayor problema del trasvase es que, de una u otra forma, hay mucha gente obteniendo beneficio sin ser ni agricultores ni ganaderos. Por decirlo más claro, el auténtico problema es que el PP y Vox pretenden seguir sacando rédito electoral utilizando el trasvase y el agua como instrumento de agitación, a base de mentiras y confrontación. Ojalá, por el bien de nuestro sector primario y de nuestra Región, la derecha y la ultraderecha dejen de usar el agua de forma partidistas y se pongan a trabajar con rigor y responsabilidad para resolver este importante desafío, como estamos haciendo desde el Partido Socialista.

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