Opinión | El blog del funcionario

Obesidad, tabaquismo, fracaso escolar, ludopatía...Welcome to Murcia

Esto no va solo de salud, va de hacer negocio y ganar dinero a toda costa, aunque sea con la obesidad, el tabaquismo o incluso el alcoholismo

Foto de Agueda Pérez.

Foto de Agueda Pérez.

Que tenemos más casas de apuestas que nadie en España ya lo sabíamos. Las casas de apuestas por habitante en la Región de Murcia son de 1 por cada 4.200, siendo la comunidad española con mayor ratio con diferencia.

También conocíamos que en abandono y en fracaso escolar somos líderes. Uno de cada cinco murcianos de entre 18 y 24 años no ha terminado la segunda etapa de la educación secundaria, es decir, no tienen ni el título de Bachiller, ni una Formación Profesional de Grado Medio o Básico. Es lo que se denomina ‘abandono escolar temprano’, fenómeno que en la Región de Murcia alcanza una tasa del 19%, la segunda más alta del país.

Pero el estudio realizado para el CES, y presentado en sociedad, ‘La Atención Primaria de Salud en la Región de Murcia: Situación actual y propuestas de mejora’, ha sacado a la luz que la Región de Murcia también es líder en obesidad y colíderes en tabaquismo.

Ocupamos el primer puesto en población con un Índice de Masa Corporal (IMC) igual o superior a 30 con un 18,8% de la ciudadanía, un 22,8% más que la media nacional. En cuanto a población fumadora, llegamos hasta el 26,6%, solo por detrás de Extremadura, y un 20,5% por encima de la media nacional.

Obesidad, tabaquismo, fracaso y abandono escolar, ludopatía, exclusión social y alcoholismo. Con estos datos que presenta la Región de Murcia, nosotros estamos mucho más preocupados de Puigdemont, la amnistía, el Tito Berni, Koldo, del novio de Ayuso y hasta nos preocupan más las elecciones en Cataluña. ‘Welcome to the best land in the world’.

Enhorabuena a los que han hecho posible este estudio financiado por el CES y que, sin duda, aporta luz al grave problema que atraviesa la Atención Primaria, aunque reconozco que es una lástima que no haya muchas palabras sobre políticas públicas de salud, políticas concretas sobre prevención y ni una coma sobre dos hechos que marcarán el futuro de la sanidad pública: El envejecimiento de la plantilla y su consiguiente plan Renove, donde solo se ofrece como alternativa ampliar la edad de jubilación y poco más, y la tenue y, a veces, inexistente línea que marca la combinación de la actividad pública con la privada, uno de los graves problemas de nuestro sistema.

Pero sobre todo, apenas hay nada sobre algo que cambiará la sanidad, tanto pública como privada, en los próximos años: La temida Inteligencia Artificial.

Serán los propios usuarios quienes prefieran que una máquina lea una mamografía a un radiólogo, quienes opten a ser operados por la cirugía robótica (Da Vinci, Holep…) a un equipo de especialistas en urología, y es que la IA será incluso el mayor reclamo de los hospitales privados para atraer nuevos asegurados. Algunos aún no se atreven a hablar de la verdad sobre la sanidad. Una película española de los años ochenta se titulaba ¿Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo? Pues eso. ¿Por qué le llaman ‘sanidad’ cuando quieren decir ‘negocio’? Porque, seamos sinceros, esto no va solo de salud, va de hacer negocio y ganar dinero a toda costa, aunque sea con la obesidad, el tabaquismo o incluso el alcoholismo. 

Todo vale.

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