Escaño cero

Fascismo, puro fascismo

El bloque de viviendas que ha sufrido el asalto está en la calle Lope de Vega, de La Alberca

El bloque de viviendas que ha sufrido el asalto está en la calle Lope de Vega, de La Alberca

Imagínese por un momento, querido lector, que está tranquilamente en casa, nueve de la mañana de un día cualquiera y, de repente, aporrean su puerta marro en mano, la destrozan, entra en su casa diez u once energúmenos encapuchados, le increpan, le conminan a abandonar su casa, le empujan, incluso le agreden mientras usted trata de entender qué es lo que está ocurriendo sin que la escena dé un segundo de tregua; piensa en llamar a la policía sin saber bien cómo y, finalmente, le terminan sacando de su casa, descalzo, acusándole de ser un ‘okupa’ de su propia vivienda. Imagínense esto en la persona de una anciana de 94 años o de un menor de 17, imagínenselo en la piel de cualquiera.

Sin embargo, no es una situación imaginaria, es lo que le ha ocurrido a un grupo de familias el pasado 12 de enero que viven en un edificio de la pedanía murciana de La Alberca. Estas familias no son ‘okupas’ (que lo fueran tampoco justificaría esta barbarie), llevan diez años viviendo en el edificio al que entraron con un contrato de alquiler con derecho a compra, alquiler que han pagado sistemáticamente hasta que la empresa promotora quebró.

Tras la quiebra, el edificio fue vendido a un fondo buitre inmobiliario cuyo objetivo es desalojar a los vecinos mediante demandas de desahucio, remodelar el edificio y aumentar su rentabilidad con alquileres más altos o ventas más caras. Sin embargo, la primera sentencia ha fallado a favor de una vecina demandada y en previsión de que otras sigan el mismo camino, han optado por la violencia intimidatoria y también física, el abuso de poder, el despotismo sin límite. Visualizar el vídeo de los hechos grabado por un vecino pone los pelos de punta, te sumerge de golpe en una experiencia al más puro estilo fascista.

Afortunadamente, la incomprensible pasividad in situ de la policía ha dado paso a la puesta a disposición judicial de los violentos. Pero, ¿cómo es posible que estas cosas pasen, Fernando, en la mejor tierra del mundo?, y, sobre todo, ¿cómo es posible que te alíes políticamente con quienes justifican y alientan prácticas similares, anunciándolo sin pudor hasta en vallas publicitarias?

Hubiera sido un gesto por tu parte, al menos, una declaración de apoyo, o incluso una visita a las familias hubiera estado mejor; soltarte, aunque sea un poco, de la mano de Antelo. 

Nada.

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