MIGUEL HERNÁNDEZ VALVERDE

¡Mejor que un día en la feria! Eso le dirán sus hijos de un lugar situado muy cerca de Aledo.

Encontrará carteles que le anuncien el Estrecho de Agualeja, otro que le dirá que se encuentra en el de La Arboleja, así que lo nombren como lo nombren es un lugar que merece la pena visitar.

El recorrido por este Estrecho no tiene más de 300 metros, así que podrá recorrerlo, disfrutarlo y saborearlo todo el tiempo que quiera; incluso el diseño (cuasi circular) le permite entrar y salir sin descanso.

Solo hay que llevar buen calzado, y sería conveniente que llevara otro par, pues lo normal es que termine mojado. Hay que llevar un cierto cuidado, sobre todo si está lloviendo, porque la caída de piedras puede depararle alguna sorpresa.

Junto al párking, un área recreativa (prácticamente terminada su construcción) nos recibe e indica el camino a seguir. Tras ella, en dirección al barranco, las primeras maderas que hacen la función de barandilla nos indica el trayecto. A los pocos metros, un mirador en círculo nos marca el inicio de nuestro rincón insólito de la semana.

Comenzamos a bajar por los escalones bien asegurados; a los pocos metros antes de bajar, un camino se nos abre a nuestra derecha, pero no lo tomen porque será uno de los caminos de vuelta. Al llegar al fondo del barranco hay que ir hacia la derecha, y unos grandes escalones de piedra natural nos dejan a las puertas del Estrecho.

A partir de ese momento nos toca disfrutar de cada paso, es un lugar para recrearse. Al final del trayecto, una pared natural de unos dos metros de altura parece proponerle que se de la vuelta, pero, con cuidado, yo les recomiendo que la suban; una vez arriba podrán seguir la cordada de la derecha o de la izquierda, ya que ambas llevan al área recreativa.

Para poner la guinda al día, en la carretera de Aledo hay varios lugares donde comer, pero permítanme que les recomiende, si hace buen día el merendero de Ángel, en el cruce del Monasterio de la Santa (visita obligada). Y si llueve o hace frío, el restaurante del camping Caruana, donde el arroz y la carne salen muy bien.