Tres nuevos halcones llegarán este mes para ahuyentar a las palomas

Acaban de nacer en Córdoba, pero su destino ya está escrito: proteger los monumentos del casco urbano de Murcia. El Ayuntamiento contará a finales de mayo con tres nuevos halcones jóvenes, con la encomienda de mantener controlada la población de palomas del municipio, «de forma biológica y sostenible», apuntan desde el Consistorio murciano. 

Las tres nuevas incorporciones se sumarán a los dos halcones macho que se soltaron el pasado mes de junio, tal y como tiene previsto el Servicio de Zoonosis de la Concejalía de Bienestar Social, Familia y Salud, que dirige Pilar Torres.

Esta actuación, además de disuadir a las palomas, responde al interés municipal por la repoblación de estas aves en Murcia, ya que estos halcones peregrinos son de una subespecie de la zona levantina, autóctona de esta tierra. 

Los tres polluelos nacieron a finales de abril y en menos de un mes llegarán a la capital regional. Cuando lleguen a tierras murcianas, estas aves permanecerán durante unos 20 días aproximadamente en una jaula de liberación progresiva, en la que se les alimentará diariamente hasta que estén listos para su puesta en libertad, algo que podría suceder entre los meses de junio y julio.

Los dos primeros ejemplares eran machos, y se optó por ello, según explican fuentes municipales, «porque son los que fijan el territorio, atraen a las hembras y porque tardan más tiempo en madurar sexualmente».

Además, como novedad, estas aves contarán con transmisores solares, un aparato emisor por el cual se localizarán en tiempo real, lo que permitirá monitorizar su zona de vuelo y la ubicación del establecimiento de su nido.

El Ayuntamiento quiere tener 10 halcones

La cría de estos nuevos halcones se realiza en Córdoba en el ‘Centro de cría Los Gálvez’, mediante una técnica de crianza natural o parental «donde no interactúan en ningún momento con el ser humano para garantizar así su adaptación y vida en libertad», explican fuentes municipales. 

El Ayuntamiento prevé adquirir un total de ocho a diez halcones con el objetivo de que al menos dos parejas se instalen en la ciudad. En cuanto a los dos halcones que ya surcan el cielo de Murcia, desde el Ayuntamiento aseguran que la suelta fue todo un éxito y que se alimentan «de forma adecuada y autónoma». 

Los técnicos municipales han determinado que el conjunto histórico del centro de Murcia es la zona que más se está viendo afectada por la presencia de palomas, espacio que engloba elementos BIC (Bien de Interés Cultural) como son la Catedral de Murcia, el Palacio Episcopal, la Escuela de Arte Dramático y el propio Ayuntamiento, situados en las plazas Cardenal Belluga, Apóstoles y Hernández Amores, junto a la Glorieta de España.

Cabe destacar que hasta ahora se habían estado usando otros métodos de control como pinchos, redes o colocación de chapas metálicas en las zonas con más concentración de palomas, «aunque éstos no han sido tan efectivos como se esperaba en un primer momento». De ahí que se haya pensado en este otro método de lucha biológica, incorporando depredadores naturales, tal y como se están haciendo en otras muchas ciudades españolas.

Desde la Concejalía de Salud explican que la paloma doméstica presente en la mayoría de las ciudades es el origen de multitud de problemas, entre los que destaca el deterioro del patrimonio histórico, arquitectónico y cultural, a lo que se suma «la insalubridad que supone la acumulación de excrementos» en los lugares de mayor concentración de estas, las molestias por ruidos y el riesgo de «transmisión de enfermedades», advierten.

8.000 palomas sólo en el casco urbano

Los servicios municipales calculan que actualmente en el casco urbano de Murcia puede haber cerca de 8.000 palomas y a través de distintos métodos se vienen capturando unos 4.000 ejemplares, lo que permite mantener una población de palomas estable. Según explican fuentes municipales, en el entorno urbano, su número puede aumentar de forma desmedida debido a la abundancia de alimento e inexistencia de enemigos naturales. Por su parte, el halcón peregrino considera la ciudad como un hábitat potencial, ya que dispone de lugares para reproducirse, al existir edificios altos, y cuenta con alimentación, debido a las poblaciones de palomas existentes