Asaja recibe una media de 1.000 solicitudes para triturar podas en Murcia

Cerca de 600 peticiones y 480 toneladas de podas trituradas durante el año 2023. Este es el balance de Asaja del servicio que presta bajo un convenio con el Ayuntamiento de Murcia para unos meses: atendió 460 solicitudes de enero a mayo del 2023 y, gracias a un remanenete, han ampliado el número de usuarios a 110, ha explicado a este medio Elizabeth Torrecillas, directora de Administración de Asaja en Murcia.

Se trata de un servicio gratuito para gestionar los restos agrícolas que, según dice Torrecillas, ha tenido tan buena acogida entre los agricultores del municipio de Murcia que tienen lista de espera. Por esa alta demanda, cree que el presupuesto debería aumentarse para cubrir unas 1.000 solicitudes. "Tenemos más peticiones de las que podemos hacer", ha recalcado. El convenio se ha acabado ahora y hasta febrero no está previsto que haya otro, por lo que si le llegaran peticiones, las tendría que poner en esa lista de espera. Al respecto, el Ayuntamiento de Murcia asegura que va a prorrogar el convenio actual y aumentará el presupuesto destinado a este servicio para 2024. Lo triturado se reutiliza como abono y la cita se pide al 968 284188.

Las palmeras, un desafío

Por otro lado, existe un problema a la hora de triturar las palmeras, ya que las que se usan para los árboles como los limoneros no sirven. Los restos de podas de jardín suponen otro reto a la hora de tratarlos, además de que no están incluidos en el convenio. Torrecillas asegura que los agricultores "llaman siempre, prefieren triturar antes que quemar", además de que reciben peticiones prácticamente todos los días, no solo en las épocas fuertes de podas. La directora hace hincapié en la importancia de triturar y más en un momento en el que la ciudad de Murcia está bajo un episodio de contaminación del aire.

Torrecillas subraya que "gracias a esta labor y este convenio entre el Ayuntamiento y Asaja Murcia se están reduciendo las quemas y así reduciendo la emisión de gases contaminantes a la atmósfera para preservar nuestro entorno de la huerta".

Las podas, en el centro del debate

La situación geográfica y el clima de Murcia hacen que las emisiones contaminantes se queden en la ciudad: es lo que se llama inversión térmica. Por ello, desde hace años, plataformas como Stop Quemas están poniendo el acento sobre una práctica que la ciudadanía tiene normalizada: las quemas agrícolas. Ese olor a humillo con un toque de cítricos se ha mimetizado con el día a día de numerosas personas y quienes conocen bien la huerta, responden que "siempre se ha hecho así". Desde las organizaciones agrarias, como COAG, defienden que el sector está profesionalizado y achaca más el problema a una generación de personas mayores a las que les cuesta hacer cambiar costumbres 'de toda la vida' y que en muchos casos se trata también de personas que dedican sus días libres a sus "jardines" y es por ello que el fenómeno aumenta los fines de semana y festivos.