El nacimiento del río Luchena de Lorca será restaurado

Casi un año después del revuelo ocasionado en el municipio de Lorca debido a las obras emprendidas por la Comunidad de Regantes en el nacimiento del río Luchena, el paraje será restaurado. Así lo señalaba María Hernández, edil de Urbanismo, que indicaba que la licencia de obras ya se ha tramitado y que el proyecto cuenta con todas las autorizaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura y de la Dirección General del Medio Natural. Las obras, que ya están avanzadas, consistirán en la restitución de la poza situada en el nacimiento del río, así como la recuperación con ejemplares autóctonos del bosque de ribera que se vio alterado por los trabajos de 2023.

En este sentido, cabe recordar que la indignación vecinal, a la que se sumaron diversas asociaciones ecologistas y naturalistas, que organizaron concentraciones y protestas para pedir la restitución del lugar a su estado original, ocasionó que el Consistorio abriera un expediente de infracción urbanística contra la Comunidad de Regantes, que defendió que los trabajos solo habían consistido en la reparación del aforador del paraje. Además, en aquel momento los regantes aseguraban que los trabajos consistían en actuaciones encaminadas a garantizar el “mantenimiento y la seguridad en el cauce”, ya que, desde su constitución, la Comunidad de Regantes ha sido la corporación de derecho público encargada de realizar estas tareas y de preservar el entorno, “siendo en muchas ocasiones las propias asociaciones las que han solicitado actuaciones por parte de esta Comunidad, como ejemplo, aquellas encaminadas a fijar las galerías y reparar las tapaderas, para evitar accidentes”. Asimismo, expresaban públicamente que no existía ni había existido "ninguna pretensión de ejecutar actuaciones que supongan una alteración del estado actual del río Luchena".

Tras los sucesos, que despertaron gran interés mediático, y en aras de “garantizar la transparencia”, el equipo técnico de la Comunidad de Regantes se desplazaba al entorno del río Luchena junto con agentes ambientales, técnicos municipales y técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura, con el fin de que “todos hayan podido constatar el alcance de la actuación llevada a cabo, así como la forma de proceder de nuestros técnicos”. Además, desde la Comunidad de Regantes “se ha ofrecido un servicio de información inmediato y continuado, con el fin de resolver las dudas de cualquier ciudadano, asociación o regante referidas a las acciones llevadas a cabo en el entorno del río Luchena”, significaban.

Tesoro de las Pedanías Altas

El río Luchena es afluente del Guadalentín, que nace en la sierra de la Culebrina, un bello paraje de las tierras altas de Lorca que sirve de cobijo a diversas especies de animales y plantas. El manantial de los Ojos de Luchena, en la diputación de La Tova, es la descarga natural del acuífero Pericay-Luchena, y sus aguas nacen a 600 metros de altura, fruto de la infiltración de agua de lluvia y, en mayor medida, de aguas provenientes del río Caramel y su embalse. A lo largo de la historia sus aguas fueron objeto de diversos proyectos hidráulicos para su aprovechamiento. A finales del siglo XVII, en 1680, tras paralizarse la esperanza de los embalses, se iniciaron los trabajos para alumbrar aguas de los Ojos de Luchena, que, como otros tantos, se vieron interrumpidos por diversos motivos económicos y sociales. 

Los manantiales de los Ojos de Luchena que eran de propiedad privada, pasaron a la Junta Social de los Riegos de Lorca en la década de los 20 del siglo XX, y años después se volvió a plantear la necesidad de construir el canal con el fin de paliar en parte el sempiterno problema del agua. Este enclave se encuentra en un espacio de alto valor ambiental en donde se detecta la presencia de la tortuga mora y rapaces. La denominación de Lomas del buitre-Río Luchena es Zona de Especial Protección Para las Aves (ZEPAs). Situado en uno de los meandros del río, en la margen izquierda, se hallan los restos de la torre o castillo de Luchena, un reducto defensivo medieval, con acceso complicado dado lo agreste del terreno.