Las bajas merman a ElPozo

ElPozo Murcia remontó y dominó durante el segundo tiempo ante Peñíscola para ver como a falta de veinte segundos, el doble penalti le dejaba sin el premio de la victoria, empatando 4-4 y confirmando un nuevo paso atrás.

El combinado de Javi Rodríguez volvía a verse las caras con la marea roja en el Palacio de los Deportes para recibir a un recién ascendido cuadro valenciano instalado en los puestos de playoff. Tras regresar a la senda de la victoria el pasado fin de semana en Alzira y con las bajas sensibles de Rafa Santos, Felipe Valerio y Juanjo, los murcianos debían sumar de tres para conseguir seguir instalados en los primeros puestos del campeonato.

Los visitantes salieron a pista esperando a los de la Región en su campo, conocedores de la falta de desborde con las bajas brasileñas en la convocatoria. Esto obligaba a mover el árbol de lado a lado a los murcianos, que lograrían a los dos minutos acercarse al tanto con un balón filtrado que obligaría a trabajar a Starna en una buena doble ocasión en botas de Marlon.

No se arrugaría Peñíscola ante la clara oportunidad, y comenzaría a sembrar peligro sobre la meta de Edu Sousa que tras hacer una gran intervención salvando el 0-1, nada podría hacer ante un mano a mano de Juanqui que dejaría uno de los goles de la jornada con una vaselina sublime que comenzaría a dejar las primeras dudas en los locales.

En campo rival, había una clara falta de ideas en ElPozo, que sólo en botas de Marcel lograba buscar el desequilibrio por banda sin llegar a concretar ocasiones claras de peligro superado el ecuador del primer tiempo. Javi Rodríguez detendría el partido, mandaría a los suyos más arriba y las ocasiones comenzarían a aflorar para los locales.

Primero sería Gadeia el que tendría un remate franco en la frontal para hacer el empate, apareciendo después David Álvarez y nuevamente Marlon para hacer que los murcianos comenzasen a merecer el empate a falta de tres minutos para el entretiempo. Lo más interesante del primer tiempo llegaría quedando veinte segundos, cuando dos dobles penaltis levantarían al Palacio.

La primera oportunidad llegaría para los visitantes en botas de Paniagua, apareciendo un brazo sensacional de Edu Sousa para que la ventaja no se duplicase. En la siguiente acción sería la hora del especialista, Gadeia, que definiría por abajo para mandar el duelo con empate al descanso.

El gol psicológico antes del descanso haría efecto en las filas de ElPozo, que nada más salir del túnel de vestuarios estaría cerca de ponerse por delante con un disparo cruzado de Eric Pérez que detendría con mucho mérito Starna. Las ocasiones comenzaban a acumularse con varios remates de Gadeia, Marlon y Esteban que comenzaban a advertir a Peñíscola de lo que estaba por llegar.

El merecido 2-1 tendría como protagonista al que ya lideró la victoria ante el Alzira, un Marcel eléctrico que ganaría la espalda y pondría el balón con mucha sutileza salvando al guardameta en el fondo de la portería levantando al Palacio. Con la ventaja, todo sería más fácil en las filas murcianas, que aprovecharían un contragolpe y la llegada al segundo palo de Bruno Taffy para anotar el 3-1 con poco más de diez minutos por jugar.

Cuando todo parecía bajo control, el balón parado volvería a acercar a los valencianos con un remate desde la frontal de Plaza que apretaría todo a falta de ocho minutos generando incertidumbre sobre pista. Tendría incluso opciones para el empate Peñíscola, pero el ruso Niyazov volvería a poner tierra de por medio a falta de seis minutos con un remate lejano que no podía detener Starna con la visión reducida.

Buscaría la remontada Peñíscola con portero jugador, dándole resultados a falta de cuatro minutos en el segundo palo con la llegada de Quintela para hacer el 4-3. Salvaría Edu Sousa en dos ocasiones el empate, pero a falta de veinte segundos y cuando la victoria parecía quedarse en casa, llegaría la gran oportunidad para los valencianos a falta de veinte segundos con la sexta falta de ElPozo. Una ocasión que no desaprovecharía Aicardo para confirmar el 4-4 y dejar un sabor amargo nuevamente en la marea roja.