Fútbol

Responder para cortar la agonía

El Cartagena se enfrenta al Mirandés en Anduva con la imperiosa necesidad de sumar tres puntos

Los jugadores albinegros celebran un tanto en la última jornada

Los jugadores albinegros celebran un tanto en la última jornada / LOF

Alfonso Asensio

Alfonso Asensio

Nueva jornada de Segunda División y nueva ocasión del Fútbol Club Cartagena para superar el bloqueo en el que se encuentra. El cuadro albinegro viajó ayer hasta Miranda de Ebro para verse las caras con el Mirandés (14.00, LaLiga Hypermotion TV) en el encuentro que abre el domingo de fútbol en la categoría de plata. El partido de esta tarde, correspondiente a la décimo tercera jornada de liga, es otro examen para Julián Calero y los suyos, que únicamente suman un triunfo esta temporada y que aún no saben lo que es ganar con el entrenador madrileño en el banquillo. Un Mirandés que mira el descenso de reojo, y que puede ser un futuro rival directo, intentará evitar el resurgir del Cartagena para fortalecerse en mitad de la tabla.

Vive el Cartagena una auténtica pesadilla esta campaña. Después de tres años consecutivos en el fútbol profesional con una salvación agónica y otras dos muy holgadas -en las que incluso coqueteó con el play off-, la cuarta campaña se le ha atragantado a los del Cartagonova. Colistas con 6 puntos sobre 36, el equipo de Julián Calero no suma lo suficiente para asomar la cabeza fuera del descenso desde la cuarta jornada, cuando consiguió su única victoria hasta el momento frente al Villarreal B por 1 a 2.

Al horrible inicio de Víctor Sánchez del Amo le siguió el insuficiente cambio que trajo Julián Calero a partir de la octava fecha liguera. Ya suma el de Parla cinco encuentros en el banquillo albinegro y todavía no ha sumado de tres, alternando unos y ceros en un infinito sistema binario: empate en Amorebieta -0 a 0-; derrota frente al Espanyol -0 a 2-; tablas contra el Racing de Ferrol -1 a 1-; caída ante el Racing -2 a 3-; y una última igualada contra el Alcorcón -1 a 1.

En ese contexto llegan los de la ciudad trimilenaria, después de otro punto que no soluciona nada en Santo Domingo. Allí volvió el Cartagena a comenzar por detrás en el marcador, volvió a coger las riendas del partido como en otras ocasiones y lo empató merecidamente. Generó las ocasiones para ganarlo, pero la poca mordiente en ataque y la falta de contundencia atrás volvieron a dejar ir dos puntos que necesita con máxima urgencia.

La misma urgencia tiene esta tarde en Anduva, donde se encuentra de frente con «el equipo más vertiginoso de la competición», según el propio Julián Calero. El entrenador del FC Cartagena halagó a su rival antes del encuentro, haciendo hincapié en su estilo de juego en el que combina el descaro de sus futbolistas más jóvenes y la experiencia de algunos hombres de peso. A pesar de su conocimiento sobre los peligros del Mirandés, el técnico cartagenerista pidió «personalidad propia» a los suyos en la previa para vencer en tierras burgalesas.

En el apartado de bajas, Calero no puede contar con Hevel y Solà, las ausencias adelantadas en la previa, aunque sí con Mikel Rico y Jansson, que se mantenían como duda por molestias. Nueva final para el Cartagena en Anduva en a lucha por la permanencia. Una permanencia que se puede convertir en agonía de no responder esta misma tarde.