Fútbol - Segunda RFEF

El Real Murcia salta al tercer puesto tras ganar en una tarde tranquila (3-1)

Los goles de Julio Gracia, Zeidane y Dani García permiten a los granas golear a un Puertollano desahuciado y aprovechar el pinchazo del Hércules y del Mar Menor

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Con el Real Murcia nunca se sabe. Porque el Real Murcia es de esos equipos expertos en destrozar quinielas. Porque el Real Murcia es capaz de lo mejor y de lo peor. Pero la visita del Puertollano a Nueva dejaba, sobre el papel, poco lugar a la sorpresa. Y, sobre el césped, solo se necesitaron cuarenta y cinco minutos para confirmar el papel de favorito de un Real Murcia que además aprovechaba el pinchazo matinal del Hércules para escalar a la tercera posición y para poner distancias con el sexto -se amplía a seis puntos la distancia con el Mar Menor-. Una victoria que además servía para homenajear a José Carlos Gozalbes, coordinador de fútbol 11 del fútbol base, que fallecía esta misma semana a los 41 años.

Un penalti transformado por Julio Gracia en el minuto 38 sirvió para abrir una victoria que quedó lista para sentencia solo tres minutos después, cuando Zeidane ponía a temblar a un Fede Oliveira que a la vez que daba toda la ventaja al grana, dejaba más que vendido al murciano Simón Ballester, que no podía evitar sacar el balón por segunda vez de su portería. Ni un tanto de Wilson Cuero hizo cosquillas, porque Dani García agrandó la brecha (3-1) para cerrar el domingo de Resurrección con una alegría.

En un visto y no visto, el Real Murcia, experto en tirar las primeras partes y en remangarse en las segundas para sacar algo positivo, prácticamente se echaba los tres puntos en el bolsillo, y es que poca confianza daba un Puertollano hundido en la clasificación y que es el peor visitante del Grupo V, con solo cinco puntos sumados en 15 partidos.

Estaba obligado a ganar el Real Murcia para no volver a verle las orejas al lobo después del susto de hace dos semanas justo antes de visitar al Eldense, y no fallaron los granas. Y eso que muchos dudaron nada más conocer la decisión de Mario Simón, que apostaba por un once en el que no aparecía Andrés Carrasco. El murciano, que no está en su mejor momento, se quedaba en el banquillo, apareciendo como delantero centro un Dani García que se ha tirado prácticamente toda la segunda vuelta en blanco por distintos problemas físicos. Repetía Zeidane, el único capaz de producir un cortocircuito en el ataque grana; y regresaba Santi Jara. También era reconocido Javi Saura con su segunda titularidad en tres encuentros. En defensa, ante la baja de Mario Sánchez, Pedreño pasaba al lateral y en el centro de la defensa entraba Héctor Martínez.

No entró mal el Real Murcia al terreno de juego. Aunque sigue echándose en falta que alguien agite al equipo en el centro del campo, los granas aprovechaban la debilidad del Puertollano para llevar todo el protagonismo. Avanzaban metros con Ganet, que se agrandó ante los espacios que encontraba, y generaban algo de vértigo con Zeidane, pero, como siempre, en el momento decisivo, a la hora de pisar el área, los murcianistas se deshacían. Se la sacaba la defensa a Ganet en el minuto 6 y el colegiado anulaba un gol en el 16. También era superado por la zaga visitante Dani García, que había recibido el balón tras una buena combinación entre Saura y Zeidane.

Nada nuevo en Nueva Condomina. Como tampoco había ninguna novedad en las jugadas de estrategia. Una falta al borde del área era estrellada en la barrera por Ganet y en otra lanzada por Julio Gracia, Alberto González se encontraba con Simón Ballester.

Era un inicio plácido para el Real Murcia, el guion de un partido esperado y que no debía variar demasiado. Sin embargo, en una jugada por banda izquierda, Dani Martín obligó a reaccionar a un Serna que hasta ese momento había estado inédito (26’).

No debía permitir el Real Murcia al Puertollano que se lo creyera. Por eso, cuando el colegiado señaló penalti tras una caída de Ganet en el área, el Real Murcia recibió el mejor regalo posible. No falló Julio Gracia, dando una tranquilidad que relanzaba a los granas en el choque. Y las sonrisas todavía fueron mayores cuando Zeidane aprovechó el segundo regalo de la tarde. Esta vez fue Fede Oliveira el mejor amigo de los granas. Le temblaron las piernas cuando el atacante sueco le presionó tras un balón largo, y el murcianista celebró su segundo gol desde que llegase al club a finales de enero.

Tenía el Real Murcia el partido donde quería ante un equipo desahuciado. Pero los granas siempre tienen que poner un poco de sufrimiento en la historia, y nada más empezar la segunda parte decidieron participar en el festival de regalos que se estaba viviendo en Nueva Condomina. El destinatario fue un viejo conocido. El exgrana Wilson Cuero aprovechaba una falta lanzada por Ribalta para meter al Puertollano en el partido nada más comenzar la segunda parte.

Ganet y Dani García despejan cualquier duda

Pero el Puertollano aguantó en el encuentro el tiempo que el Real Murcia tardó en meter otro balón al área de Simón. Porque en el 56 se demostró que si los de Mario Simón querían, la tarde podría acabar con la mayor alegría de la temporada. Solo hubo que ver la acción que provocó el 3-1. Un balón al área de Ganet que otro día podría haber acabado en nada, terminó botando a la vez que Dani García lo rozaba para mandarlo a la red y hacer olvidar los minutos de dudas que se habían vivido en NC en el inicio de la segunda parte.

No agitó el gol al Real Murcia. Tampoco la posibilidad de goleada. El Real Murcia si no te la hace a la entrada, te la hace a la salida. Así que de los esfuerzos de la primera parte se pasó a una especie de desidia que durmió el partido hasta el punto de que Mario Simón movió el banquillo en busca del despertar. A la vez que se marchaban Pedreño, con tarjeta, Javi Saura y Dani García, el técnico murcianista daba la alternativa a Andrés Carrasco, Luis Madrigal, que ocuparía la banda izquierda y mandaría a Alberto López a la derecha, y Armando.

Poco más se vio ya en Nueva Condomina. Lo intentaba Armando desde lejos, Andrés Carrasco enviaba arriba un balón inmejorable cuando estaba solo en el centro del área y Pablo Haro no era capaz de controlar un pase picado de Santi Jara. Incluso Drenthe se animó con algún detalle que demuestra que no ha olvidado su calidad. Pero nadie lamentó ya nada. El 3-1 aseguraba tres puntos importantísimos en el camino por conseguir la mejor posición posible en el play off y por llegar a la fase decisiva con la mejor moral posible.