«Vamos a esperar hasta el último día para conseguir los jugadores que más nos interesan». Esa ha sido la estrategia de José Luis Molina, director deportivo del Real Murcia, desde que aterrizó en Nueva Condomina. Y el último día del mercado de fichajes fue ayer y el regalo que el Chuti hizo a la afición grana se llama Borja González Tomás, una de las jóvenes promesas de la cantera del Atlético de Madrid que, además de no tener experiencia en Segunda División, ha visto cortada su proyección por una plaga de lesiones que la pasada temporada apenas le permitieron disputar 14 partidos de liga con el filial rojiblanco.

Este joven futbolista, de sólo 19 años (nacido en Madrid el 25 de agosto de 1992) ha sido cedido por el Atlético de Madrid al Real Murcia, club en el que luchará por un puesto con Chando y Kike.

Borja González, hijo del mítico portero del Burgos en las temporadas 1984 a 1994, Miguel Bastón, llega a la entidad grana en busca de la continuidad que no ha tenido en las últimas temporadas, sobre todo después de romperse el 15 de mayo de 2010 (concretamente durante el partido en el que debutaba en Primera División con el Atlético de Madrid) el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

Una grave lesión que le obligó a pasar por el quirófano, siendo intervenido por el doctor murciano Pedro Guillén, y que le tuvo seis meses alejado de los terrenos de juego. El delantero madrileño, después de varios contratiempos por problemas musculares, no recibió el alta médica hasta el 23 de noviembre.

A partir de ese instante jugó 981 minutos divididos en 14 partidos (sólo cinco completos) y anotó cuatro goles. Además de perder protagonismo en su equipo, las lesiones también apartaron a Borja González de la titularidad en las categorías inferiores de la selección española. Este mismo verano se proclamó campeón de Europa sub-19 con el combinado nacional, aunque apenas contó con minutos (106´), quedándose a la sombra de futbolistas como el valencianista Paco Alcácer, otro de los atacantes pretendidos por el Murcia, y el madridista Pedro Morata.

Con su llegada al Real Murcia, Borja González intentará recuperar el nivel que le llevó a ser Bota de Oro en el Mundial sub-17 de 2009, campeonato en el que España quedó cuarta. Además, desde su llegada a las categorías inferiores del Atlético, a las que entró con cinco años siendo portero, puesto que cambió inmediatamente por el de delantero, ha ido batiendo todos los récords goleadores de las bases.

Al cierre de esta edición, el Murcia aún estaba pendiente de cerrar al menos un fichaje más.