Audiovisual

Benito Rabal vuelve a dirigir un cortometraje: ‘La soledad’

El escritor y cineasta presenta en Águilas su último trabajo tras la cámara, un proyecto en el que ha tirado de jóvenes de la localidad y usuarios de Afemac, con los que ya trabajó en ‘Mereces vivir’

El corto fue presentado este fin de semana en Águilas.

El corto fue presentado este fin de semana en Águilas. / Jaime Zaragoza

Jaime Zaragoza

La soledad. Así se titulará el nuevo cortometraje del escritor y cineasta Benito Rabal, hijo del añorado Paco Rabal y responsable de cintas como El hermano bastardo de Dios (1986) y El furgón (2003). Ahora, con su última novela recién salida del horno (Gracias por mi vida, 2023) y después de un tiempo apartado de las cámaras, el realizador madrileño regresa al audiovisual en colaboración con la Asociación de Enfermos Mentales de Águilas y Comarca (Afemac), con la que ya se alió hace unos años para la realización del exitoso corto Mereces vivir (2021), con el que obtuvieron varios premios nacionales.

Enmarcado en la programación de los talleres de cine que Afemac realiza desde hace varios años, La soledad fue presentado este fin de semana en Casa de la Cultural ‘Francisco Rabal’ de Águilas. En él han participado tanto usuarios de la asociación como alumnos de colegios e institutos de la localidad, y gracias a ello, Benito Rabal ha podido dar forma a una historia con la pretende enseñar que, «si tienes problemas, hay que pedir ayuda; no hay que esconderlos. Uno debe quitarse ese miedo de que por el hacerlo el resto piensen que eres débil», explicó el cineasta, que reconoció que «medios hay pocos, pero los que hay están dispuestos a ayudar siempre».

Se trata, como apuntó el realizador, de un cortometraje que habla de la «soledad no deseada, que te puede provocar problemas de ansiedad, depresión..., cuestiones de salud mental que se pueden agravar con el paso del tiempo», subrayó Rabal, que aportó un dato demoledor: «Casi el 70% de las enfermedades mentales se producen en la adolescencia y en la niñez». También se refirió a su elenco de actores y, en concreto, halagó las dotes interpretativas de los usuarios de Afemac: «Se trabaja muy bien con ellos, son unos actores estupendos. Y eso es clave para una historia así, porque es imprescindible que el espectador piense que estas son historias reales, que le ocurren de verdad a quienes las cuentan, y no, ellos simplemente son actores que narran una historia que solo está escrita», aclaró.

El objetivo, por supuesto, es «ayudar a visibilizar a las personas con problemas de enfermedades mentales», explicó, por su parte, Felipe Soler, presidente de Afemac; declaración que completó el propio Benito Rabal al recordar que ninguno «estamos a salvo» de ellas: «Todos podemos tener un problema de este tipo en cualquier momento». También señalaron sobre los talleres de cine de la asociación –que alcanzan su séptima edición– que sirven a los usuarios para «socializarse y para exteriorizar con la interpretación», y que participan en ellos «con mucho entusiasmo». «Es fantástico ver cómo son capaces de exteriorizar todo eso que llevan dentro, ser testigos de su expresividad y de cómo muestran sus sentimientos, así como del compañerismo que desprenden entre usuarios», apuntaron. Por eso Benito Rabal no quiso cerrar el acto sin agradecer a todos ellos su aportación, sobre todo a nivel personal y en lo referente a su «gran capacidad de amar y empatía».