Entrevista | Adrián Riquelme Claim

Claim: "Siempre nos salvará el sarcasmo"

Los murcianos presentan este viernes su nuevo disco, Bengala

Claim, en una imagen promocional, presentan Bengala

Claim, en una imagen promocional, presentan Bengala / L.O.

Los murcianos Claim firmaron contrato editorial con Warner para Sofá Paraíso, su segundo disco. Estuvieron en la lista de discos más vendidos la primera semana de su estreno, y pasaron por festivales como el Warm Up, el Sonorama Ribera o La Mar de Músicas entre otros. Han vuelto con fuego dulce huyendo del cliché del rock, combinando brillantes melodías pop y ritmos africanos. Su tercer álbum, Bengala (Son Buenos 2023), producido por Lalo GV (Arde Bogotá, María de Juan), goza de una enorme riqueza rítmica, como aquellos primeros singles de Vampire Weekend envueltos en polirritmias afrolatinas, guitarras festivas, percusiones latinas, vientos-metal, que invitan a la reflexión, un disco para salir a flote y salvarse.

La música de Claim es un filón apenas explorado del que se puede extraer una materia prima que hoy escasea dentro del panorama del pop español: originalidad en las ideas y capacidad imaginativa para desarrollarlas. La voz de Adrián Riquelme, con personalidad, fuerza y seguridad, se adapta perfectamente a este planteamiento de afrontar el riesgo creativo a través de una nueva forma de entender la música popular con estilo propio. Cargados de energía y buenas vibraciones, presentan su nuevo disco con un showcase mañana en Loco Loco Vintage ( 12,00h), y el 25 estarán en la sala REM con un directo que les ha dirigido Pablo de Torres (Belter Souls). Adrián nos introduce en el mundo multicolor de Claim.

Hola, Adrián, ¿cómo estás? ¿Mariposas en el estómago a pocas horas del estreno?

Siempre hay esa sensación de nervios, porque nos apetecía mucho sacar el disco, pero es verdad que con la producción de directo que llevamos encima, hay que preparar tantas cosas que no tiene uno tiempo de pensar en que va a sacar un disco esta misma semana. Me gustaría tenerlas. Ahora tengo muchas cosas en la cabeza.

Después de varios singles, por fin llega vuestro nuevo álbum, Bengala. ¿Ha sido muy larga la espera?

La espera se ha hecho larguísima. Es cierto que una vez empiezas a sacar singles y hacer un poco de promoción, esa ansiedad se disipa un poco. Pero al final el trabajo de sacar un disco para un grupo de nuestro tamaño es tedioso y arduo. Precisamente hay una canción que se llama 'la espera' que habla un poco de todo esto.

¿De dónde surgió el nombre? ¿Existieron otras opciones para el título? Asumo que fue una idea que mantuvo tu atención y permitió inspirarte de cierta forma para desarrollar este nuevo disco, ¿no es así?

El grupo acusó un duro golpe después de toda la historia que hubo entre 2020/21, en que pasamos por momentos relativamente complicados, y parte del nombre surge de esta idea de la salvación. De hecho, la estética del disco y el packaging tiene colores amarillos, rojos, de objetos de salvamento relacionados con naufragios, ambientes de atmósfera marítima, y de ahí surgió la canción Bengala, que creíamos era el tema que podría resumir a grandes rasgos esa idea de un disco como un disparo al aire, un grito de socorro, que para nosotros era una forma de decirle a la gente que Claim aún estábamos vivos, que no nos habíamos ahogado, y ‘Bengala’ nos parecía un título estupendo.

¿Cuál dirías que es 'el concepto'? ¿De qué hablan las canciones?

Más allá de este concepto que yo he llamado ‘complejo del náufrago’, tampoco queríamos que tuviera un mensaje como victimista; al revés, todo lo contrario, habla sobre este proceso mental, y yo creo que es un tema recurrente de lucha contra los propios límites que a veces uno se impone o te imponen otros, y cómo uno gestiona la ansiedad, la frustración. Hay ciertas canciones que me han dicho personas allegadas que les han hecho llorar, como El puente de los peligros o Hermoso caos; siempre hay un resquicio de luz, o si no, sarcasmo. Siempre nos salvará el sarcasmo.

¿Cuáles fueron las influencias más importantes durante el proceso de composición de Bengala?

Ha tenido influencias bastante variopintas, porque a pesar de tener un desarrollo y una evolución lógica dentro de nuestro sonido, hemos querido que sea un disco bastante orgánico en líneas generales, y podemos encontrar referencias como Himes, Portugal and the Man, Foster and the People, 1975, George Taylor. Se me ocurren también Amadou y Miriam, e incluso Bomba Stereo, Glass Animals; en nuestro imaginario hay un cajón muy amplio de referencias.

En vuestras letras se respira cotidianidad, y en este disco recurrís a algunos localismos (Roses, El Puente de los Peligros). ¿Es en el día a día donde nacen vuestras canciones? ¿Cuál es el motor que inspira a Claim para componer canciones? Cuando comienzas a componer una canción, ¿cuál es tu punto de partida?

Un buen amigo me decía que nosotros hacíamos 'pop epistolar', porque describíamos con mucho lujo de detalles determinadas situaciones de la vida así común. Puede ser cierto; yo escribo como veo el mundo a través de mis ojos; entonces lógicamente me gusta escribir de cosas cotidianas, porque veo en ellas atisbos de arte. Es una manera de explicarme a mí mismo, y a la gente que le gusta escucharlas, que incluso las cosas más banales merecen la pena según como las mires. Voy siempre con mi bloc de anotaciones, y hay veces que salta la chispa cuando hay una emoción fuerte. Eso hay que aprovecharlo y meterse a escribir. Es cierto que, a nivel localismos, el barrio del Carmen ha sido importante en este proceso, porque parte del disco fue compuesto en el confinamiento – somos todos carmelitanos, y el Puente de los Peligros, el más emblemático de la ciudad, a su vez tiene una metáfora potente en esa canción, Respecto a Roses, es una cafetería en la que han surgido muchas cosas que queríamos contar en una canción, y por eso se llama así.

"Voy siempre con mi bloc de anotaciones, y hay veces que salta la chispa cuando hay una emoción fuerte"

¿Qué disco queríais grabar? ¿Cómo surgió el sonido de Claim? ¿Era exactamente el tipo de música que queríais hacer?

Recuerdo cuando empezamos que teníamos muchas referencias, y quizá Barbados sonaba cada canción a una de ellas. Lógicamente, con el paso del tiempo uno entiende cuál es su lenguaje, en el que se encuentra cómodo. A nosotros nos pasa que somos todos hijos del rock y siempre hemos coqueteado mucho con el pop, y además nos encantan los sonidos y las bases percutivas tribales; en ese sentido hemos orientado por bases latinas, africanas... ¿Cómo se mete todo eso en la coctelera? Supongo que un poco lo que fue el segundo disco, Sofá Paraíso, y creo que en Bengala ha sido la evolución perfecta y el ejemplo de qué era la música que queríamos conseguir, que era la combinación de todas esas canciones y esos estilos que aparecían en nuestro primer disco.

¿Qué crees que hace tan diferente a este disco en comparación con el anterior?

Creo que la principal baza que nos proponíamos, aparte de tirarle por un sonido orgánico, ha sido apostar por cosas a las que nunca nos habíamos atrevido, por ejemplo metales evidentemente latinos, bases muy de ‘surdo’ como dicen los percusionistas, muy tribal como en Bengala. También nos hemos atrevido con los vientos por vez primera. Yo creo que hemos salido del armario, y lo hemos disfrutado un montón. Pero la gran baza del disco es el mensaje, las letras, y estamos recibiendo el feedback de que les están tocando a la gente.

"La gran baza del disco es el mensaje, las letras, y estamos recibiendo el feedback de que les están tocando a la gente"

¿Cuánto influye el contexto social y político que te rodea a la hora de componer un disco?

Para mí el contexto es muy importante. Me encanta la idea de que las letras de Claim sean una narración sosegada, reflexiva, de todo lo que nos envuelve, que es tan caótico y va a toda hostia, y el contexto en ese sentido es primordial. Es cierto que no hablamos explícitamente en casi ninguna de las canciones de política. Sí narramos muchas conductas sociales de nuestro tiempo, o cómo a nivel cultural nuestra generación se ha ido insertando en el mundo con sus carencias, y eso es lo que a nosotros nos interesa a la hora de componer un disco.

¿Cómo surgió vuestro Suspiros de España? ¿Está muy inspirada por el famoso pasodoble?

Pues entró sobre la bocina en el disco. Fue la última canción compuesta, y después de todo lo marítimo de lo que te hablé, nos apetecía tocar tierra. Le di vueltas a lo de escribir una canción sobre nuestro país, y me acordé del pasodoble del maestro Álvarez, que es cartagenero; además grabamos el disco en Cartagena y nos pareció que era un bonito guiño, como cerrar el círculo, y metimos esos samples. Hay como una reinterpretación del tema. Es una canción que curiosamente ambos bandos se la llevaron a su terreno, los expatriados y los de la patria en la pulsera. Hemos querido tratar como si fuera una película española con muchos frames este tema. Esta canción es una puta locura, porque está literalmente vomitada, como si llevara un montón de tiempo ahí dentro. Hay referencias a Hemingway, tardes de verbena, himno épico... El que le guste que nos lo diga, y al que le parezca una bizarrada que nos lo diga también, porque nos reiremos.

En ella proponíais un ejercicio de reflexión sobre qué es "la patria". ¿Ha habido respuesta, os han perseguido por ello? ¿Qué es la patria para vosotros, en estos tiempos tan líquidos y polarizados?

Todavía no nos ha perseguido nadie, no somos tan importantes. A la gente le extrañó que hiciéramos una canción como esta. Yo me he sorprendido porque es una canción rara en cierto sentido. J de Arde Bogotá me contaba hace unos días que le había encantado el tema, y el feedback ha ido más por ahí. A la gente le ha parecido bailongo, y a todos les recuerda algo, porque tiene reminiscencias de muchas cosas, pero sí que es verdad que es una reflexión sobre la patria. Y al igual que madre no hay más que una, yo creo que patrias hay tantas como habitantes tiene. La conclusión a la que llega la canción es que no hay polos, porque hay tantas versiones de patria que polarizarse es una cosa absurda.

Vuestras letras son más claras, más específicas, no hay tanto misterio. ¿Cómo percibís vosotros su evolución?

Es posible que hayamos ido más al grano en según qué temas. Creo que este disco tiene ese punto de lucidez que uno tiene cuando está a punto de perderse, de caer al vacío; en ese momento se tiene la idea clara de lo que quieres decir. Quizá por ahí esté la evolución.

¿Qué plantea una canción como Hermoso Caos? ¿Tiene mucho de vivencias personales?

Es un tema muy bonito, porque es extrapolable a cualquier persona. Casi todo el mundo tiene un lío dentro de sí que no tiene muy claro qué es la vida y cómo se vive. Yo casi siempre digo ‘vamos a vivirla como la hemos vivido hasta ahora, mal y sin entender nada’. Casi todo el mundo se siente identificado con alguna frase, y claro que tienen vivencias personales. No ya algo evidentemente mío, pero sí del grupo; hay una frustración tocha. Yo saqué ese tema cuando no teníamos discográfica que nos respaldara y no nos hizo caso ni el tato, así que pensé en utilizar ese sentimiento.

De Bengala, con una base rítmica que tiene algo de tribal, decís que es una canción para salir a flote. La imagen que me viene es la de un naufragio. ¿Un naufragio sentimental tal vez?

Transmite la idea de ese corazón que quiere seguir latiendo y que lucha contra los naufragios. No era un naufragio sentimental, y habla de la necesidad de pedir ayuda en esos momentos en los que creemos que estamos solos.

¿Cómo ha influido la reciente paternidad a la hora de escribir las canciones de este disco? ¿El Dorado es un ejemplo? ¿Es una carta de amor de un padre a un hijo?

Sí. El Dorado es el punto brillante. Lo escribí poco antes de que naciera mi hijo, y se lo envíe a los chicos del grupo –hemos sido padres Gozalo, Ramón y yo–, y recuerdo que Gonzalo fue el primero que me dijo ‘no irás a ser padre’. Se ve que fui muy obvio, porque me pilló enseguida.

Los ritmos africanos están mucho más presentes en la música occidental de lo que pudiéramos creer. ¿De dónde os viene a Claim ese gusto por las polirritmias?

Hemos pasado mucho tiempo juntos, y tenemos muchas referencias en común. Pero yo creo que a raíz de un viaje a Cuba que realizamos visitando los tugurios más turbios, sobre todo en La Habana, que fueron días de puro fuego, eso se nos quedó en la retina musical, y desde entonces nos empezamos a plantear otro tipo de bases rítmicas que fueran diferentes a lo que se estilaba para una canción indie. El primer experimento fue con Sería un detalle, y a partir de ahí nos fuimos sintiendo cómodos.

La música latina vive ahora una edad de oro. ¿A qué creéis que se debe? ¿Os ha afectado de alguna manera?

Creo que se debe, entre otras cosas, a que hay muchos latinos en el mundo, y los canales de difusión también son muchos más ahora, así que la comunidad latina puede estrechar lazos más fácilmente que en el pasado. Aquí tenemos el ejemplo de cómo Arde Bogotá ha llegado a los Grammy Latinos. Yo creo que eso está aquí para quedarse. A nosotros nos ha afectado, porque quién no ha escuchado a Juan Luis Guerra o Maná en el radiocasete de su padre.

Habiéndolo imaginado o no, lo cierto es que habéis llegado al dulce momento actual bailando más que nunca. ¿Se disfrutan aún más los éxitos bailando?

Siempre tienes dos maneras de celebrar los éxitos. Por un lado puedes disfrutar de ese sentimiento de realización personal tomándote una copica de vino; y luego, se puede compartir con los tuyos, y nuestra manera de compartir con los nuestros es bailando, y en conciertos. Que la gente baile con nosotros y se lo pase bien es supergratificante.

Recientemente abristeis un multitudinario concierto con vuestros compañeros de sello Arde Bogotá. ¿Cuáles fueron las sensaciones vividas?

Al principio, de mano floja, como digo yo, porque había mucha gente y llevábamos sin tocar mucho tiempo; también de confort absoluto, porque cuando estás tocando en este contexto tienes todas las facilidades del mundo, que está pendiente de que no te falte nada. Eso no tiene precio. Y por otro lado lo de los teloneros; son difíciles porque cuando miles de personas están esperando a escuchar la primera nota de su grupo favorito, que de repente te salen unos tíos que a lo mejor no conoces de nada, pues es un poco como en la plaza del Trigo del Sonorama. ¡Tienes que engancharlos!. Fue un concierto superdivertido, nos lo pasamos genial, y fue otra de las experiencias que nos llevamos en la mochila: tocar en la plaza de toros de Murcia.

"Fluye y olvida, esto es el Sur" ¿Qué sentimientos alberga esta frase?

Ahora mismo, muchos. Yo diría que morriña, añoranza, nostalgia, paz. Es una frase que básicamente resume cómo querríamos ser nosotros, y cómo hemos conseguido ser en algún momento. Es un objetivo, una afirmación que nos gustaría llevar por bandera mucho tiempo.