Las empresas de seguridad de la Región buscan el relevo generacional

Las empresas de seguridad se quejan del elevado coste que deben asumir al tener que cargar con las deudas de la anterior concesionaria cada vez que firman un contrato. La presidenta de la patronal Aresmur, Encarna Ortiz, asegura que la subrogación de los contratos les impone unas cargas sociales y económicas que llegan a «comerse sus beneficios durante años. Incluso el Fondo de Garantía Salarial llega a demandar a las empresas», afirma.

También alerta de que la falta de personal se verá agravada en los próximos años por el envejecimiento de las plantillas. «Hay que darles un relevo generacional», defiende. Añade que la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas creará más problemas para encontrar vigilantes formados.

Ortiz explicó que en la Región hay 65 empresas de seguridad, que emplean a 4.600 trabajadores, aunque la mayor parte son pequeñas firmas dedicadas a la instalación de sistemas de seguridad. También hay grandes compañías que trabajan para el sector privado y para las instituciones públicas en otras comunidades autónomas. Añade que las dificultades para encontrar trabajadores en las ciudades en las que están implantadas les obligan a tirar de su plantilla en la Región y afirma que «las empresas precisan profesionales que pueden encontrar trabajo al día siguiente de finalizar su formación».

Aresmur, que es está adscrita a la Fremm, celebró este martes el Día de la Seguridad Privada, un evento que reúne a las empresas y a los máximos responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en una jornada en la que fueron entregadas la distinciones a los 114 vigilantes que han colaborado con los agentes durante el último año.