MÚSICA

Duran Duran, el mítico grupo de los 80 que se resiste a desaparecer

Libros Cúpula edita una biografía de la banda que pretende ser el relato definitivo de una de las últimas leyendas de la música de los 80 que sigue en activo. Publican disco este mes

El grupo Duran Duran.

El grupo Duran Duran.

Juanjo Villalba

El 20 de octubre de 1978 se emitió en la BBC Barbarella, la mítica película (hoy de culto) dirigida en 1968 por Roger Vadim y protagonizada por Jane Fonda.

Unos años antes, el filme había arrasado en las taquillas de toda Europa (menos España, donde habría que esperar para verla hasta 1974), pero especialmente en Inglaterra, donde llegó a ser la segunda película más taquillera del año. Precisamente por eso, aquel día de otoño, millones de británicos se sentaron delante de la tele a ver esa extraña obra maestra del arte pop. Pero hubo dos de ellos a quienes aquella tarde les cambiaría la vida. En un suburbio de la ciudad de Birmingham llamado, no de forma irónica, Hollywood, dos chavales, Nigel John Taylor, de 18 años, y Nick Bates, de 16, se quedaron totalmente subyugados por el largometraje.

Nigel y Nick acabarían siendo el núcleo fundacional de Duran Duran, una de las bandas más importantes de la música de los 80 y los 90 y que, aunque quizá ya no se escuche hablar tanto de ellos, sigue en activo 45 años después de su creación. De hecho, publican un nuevo disco este próximo 27 de octubre.

El grupo Duran Duran.

El grupo Duran Duran. / Archivo

Este lanzamiento discográfico coincide también con la llegada a las librerías de Please Please Tell Me Now. La historia de Duran Duran de la mano de la editorial Libros Cúpula, una biografía de la banda escrita por el reconocido periodista musical Stephen Davis en la que se cuenta el devenir del grupo desde sus humildes orígenes en los pubs de la ciudad de Birmingham hasta la actualidad., pasando por su éxito global hace cuatro décadas.

Guapos, jóvenes y muy 'british'

Según cuenta Davis en su libro, justo durante aquellos últimos meses de 1978, además de ver la tele, Nigel y Nick estaban montando una banda con otro amigo, Stephen Duffy. Todos eran chavales inquietos, Nigel y Stephen estudiaban en la escuela de arte de la ciudad y estaban muy al día de todo lo que pasaba a nivel musical en su país, que entonces era el epicentro absoluto de toda una revolución cultural encabezada por gente como David Bowie, Marc Bolan de T-Rex o Roxy Music.

La banda Duran Duran.

La banda Duran Duran. / Archivo

Tras el breve y accidentado reinado del punk británico y su contagio a Estados Unidos, en Reino Unido estaba surgiendo otro movimiento cultural que poco a poco se estaba dando a conocer en los medios de comunicación y al que habían bautizado, en general, como new wave, pero que contenía en sí mismo diversas facciones como el postpunk o los nuevos románticos. Nigel y Nick encajaban perfectamente en este segundo grupo caracterizado por sus looks andróginos, cardados en el pelo, sombras de ojos y cierta teatralidad en general.

Su grupo todavía no tenía nombre, y aunque habían barajado la posibilidad de llamarse RAF, por la Royal Air Force, la película les hizo cambiar de idea, quizá por su demencial argumento. En ella, Barbarella aterriza de emergencia en la Tierra y la llevan a conocer al presidente del planeta. Este le cuenta a la extraterrestre que un malvado científico, llamado Durand-Durand, interpretado por el actor cómico británico Milo O’Shea, ha robado la Máquina del Placer Excesivo, diseñada para proporcionar a las mujeres un placer extremo, tanto, que elimina para siempre su necesidad de hombres.

El nombre sonaba genial, era moderno y muy diferente de los de otros grupos de la época como The Jam, Simple Minds o The Human League. Obviamente, las des finales y el guión intermedio del nombre original del personaje se perdieron ya que los chicos no lo vieron escrito en ninguna parte, simplemente lo escucharon.

Unos orígenes turbulentos

El primer concierto de los novísimos Duran Duran se celebró en el Politécnico de Birmingham, donde estudiaba Nigel, el 5 de abril de 1979. La banda presentaba una configuración muy extraña para aquella época (y en realidad para todas): Taylor guitarra y voz, Duffy bajo y coros y Rhodes sintetizador. Posteriormente añadieron más músicos, pero que tocaban instrumentos tan poco asociados con el pop como, por ejemplo, el clarinete.

El grupo comenzó después a tocar bastante por la zona de Birmingham, en pubs y bares, básicamente allá donde les dejaban. En varias ocasiones se presentaron en un local llamado, casualmente, Barbarella’s. El proyecto, sin embargo, seguía siendo bastante inestable. A excepción del núcleo duro de John y Nick, los músicos entraban y salían de la formación con bastante facilidad en aquella época. Pero los mimbres que darían lugar a uno de los grupos más exitosos de la década ya estaban allí: a finales de ese mismo año, Duran Duran graba su primera demo, en la que se incluye una versión primitiva de Girls On Film, la canción que unos años después se convertirá en uno de sus primeros hits.

La alineación histórica

Con la llegada de 1980, el ritmo de crecimiento de la banda se aceleró, aunque todavía les faltaba un tiempo para salir de la precariedad. Nick y John, buscando una forma de vivir y a la vez dar salida a sus ambiciones musicales, comenzaron a trabajar en el histórico club Rum Runner de Birmingham. Allí, según explica Davis en su libro, los chavales tocaban con bastante frecuencia, pero los días en los que no lo hacían trabajaban como camareros, DJs e incluso como porteros, siguiendo un acuerdo que tenían con el dueño.

Es precisamente una compañera del Rum Runner quien les escucha decir que andan buscando un cantante y les propone que prueben con su exnovio, Simon, que vive en Londres pero que es muy guapo y está estudiando para actor. Cuando el grupo se reúne con él, les encanta, es lo que estaban buscando. En el libro, Nick recuerda cómo Simon Le Bon llegó a la prueba con unos pantalones rosas de leopardo y con un cuaderno lleno de letras de canciones. Lo ficharon instantáneamente.

La llegada de Le Bon, del batería Roger Taylor y del guitarrista Andy Taylor, que respondió a un anuncio que habían puesto en la revista Melody Maker, y que aportó a la banda su gran versatilidad curtida en las bandas de versiones de su ciudad, Newcastle, acabaron de conformar la que sería la formación más duradera y legendaria del grupo.

Pero por entonces, todavía les quedaba mucho trabajo por hacer. Aquel primer verano de la década la recién formada banda se lo pasó escribiendo nuevas canciones y grabando maquetas. Mientras, empezaron a tocar sin descanso tanto en Birmingham como en Londres. Fue su primera gira nacional y, poco a poco, aunque realmente apenas hacía un par de años de aquella tarde en la que Nick y John vieron Barbarella, el grupo fue generando cierto interés en el público.

La banda rebosaba ambición y con su maqueta recién grabada, aprovecharon una de sus visitas a Londres para visitar las oficinas de las grandes discográficas de la época. Eso sí, sin cita previa. La cosa resultó en un fracaso casi absoluto: ni EMI, ni Phonogram, dos de las más importantes del momento, los recibieron. Tuvieron algo más de suerte con Island Records, donde los ejecutivos de la casa escucharon su maqueta y les dijeron que sonaba prometedora y que su imagen era increíble. Por desgracia, eso fue todo, nada de contratos.

El grupo Duran Duran.

El grupo Duran Duran. / ARCHIVO

En aquella época, todo Reino Unido, pero especialmente Londres, era un hervidero de nuevos e interesantes grupos. Había muchísima competencia y a Duran Duran no les quedó otra que volver a casa y seguir trabajando: tocar más, hacer más canciones, intentar ganar más fans… Ningún sello se arriesgaba a fichar a una banda tan nueva, aunque pronto cambiarían de idea.

Tras realizar una segunda gira por su país, tanto en solitario como teloneando a grupos más famosos que ellos, finalmente en diciembre de ese año, llegaron las esperadas llamadas. Ahora eran EMI y Phonogram, quienes antes ni les habían abierto la puerta, las que se peleaban entre ellas por hacerse con un grupo que cada vez arrastraba a más gente a sus conciertos, especialmente chicas, para ver a Simon.

La banda, finalmente, se decantó por EMI, según cuenta la leyenda, por cierto “patriotismo”, ya que era una empresa inglesa (fue la casa de The Beatles) y Phonogram holandesa. EMI estaba entusiasmada con su nuevo fichaje y en el sello soñaban con la posibilidad de que Simon Le Bon, que además era actor, pudiera llegar a protagonizar películas y convertirse en una especie de nuevo Elvis.

Duran Duran (1981)

No había tiempo que perder y la banda se puso inmediatamente a grabar su primer disco, el homónimo Duran Duran, en Londres. El disco contenía una nueva versión del tema Girls On Film, además de una buena selección de hits como Planet Earth o Careless Memories, aunque fue la primera canción la que acabaría alcanzando un mayor éxito. En pocos días, el tema llegó al número cinco de las listas británicas y fue el seleccionado para grabar el primer videoclip de la banda que, por sí solo, tiene una historia digna de contar.

El grupo Duran Duran en el 2007.

El grupo Duran Duran en el 2007. / EFE

Resulta curioso recordar, tal y como hace Davis en su libro, que entonces los videoclips apenas tenían salida en los medios de comunicación. Eran momentos de cambio, la MTV había comenzado sus emisiones solo un par de semanas antes de que el grupo entrara a rodar en el estudio y nadie sabía hasta qué punto revolucionaría el panorama musical y, de paso, mataría a la radio star.

El manager del grupo, Paul Berrow, les pidió a los directores “un vídeo supersexy, algo obsceno, con el objetivo de llegar a las videojukeboxes de los clubes nocturnos estadounidenses (...). No demasiado pornográfico”, les dijo, “pero lleno de tetas y culos”. Así que en el mismo se incluyeron chicas haciendo peleas de almohadas, luchas en el barro, modelos en topless con peinados típicos de los años 80 y un cubito de hielo que rozaba un pezón.

Obviamente la BBC rechazó inmediatamente el vídeo, pero sí que se distribuyó por Estados Unidos, Asia y algunos otros países de Europa, recabando mucha atención para los chicos de Birmingham.

Después, tras el éxito arrollador de la MTV, el vídeo tuvo que ser editado y suavizado para poder emitirse en ese canal. La versión limpia es la que puede encontrarse hoy en día en el canal de YouTube de la banda, en la que todo ese erotismo es, apenas, sugerido (aunque no es difícil encontrar la versión original).

El álbum fue un éxito y llegó al número tres de la lista de discos más vendidos de Reino Unido. Su éxito permitió a la banda iniciar su primera gira por Estados Unidos. Al año siguiente llegaría Río, el disco que los llevó al éxito mundial y que los consolidó como estrellas indiscutibles de la música del momento. Giraron por Australia, Japón y Estados Unidos, telonearon a Blondie por medio mundo, la princesa Diana declaró que eran su banda favorita y fueron apodados como los Fab Five por la prensa británica, poniéndolos al nivel de The Beatles, cuyo apodo era los Fab Four.

Muchas cosas les esperaban a partir de entonces a Duran Duran y Stephen Davis hace un minucioso repaso de todo ello en su libro. No obstante, aquellos que se hayan quedado con ganas de más o les haya entrado un poco de nostalgia de años pasados, han de saber que Duran Duran siguen plenamente activos.

Han conseguido ir evolucionando y adaptarse a los nuevos tiempos. De hecho, el próximo 27 de octubre saldrá Danse Macabre, un nuevo trabajo con vocación bailable, aunque oscuro y casi se podría decir que de temática Halloween, y que contiene canciones originales pero también versiones de Bury A Friend de Billie Eilish, Psycho Killer de The Talking Heads, Paint It Black de The Rolling Stones, Spellbound de Siouxsie and the Banshees, Supernature de Cerrone y Ghost Town de The Specials.