Entrevista

Marilia 2.0, su reinvención ‘indie’ tras el reventón de Ella Baila Sola: "No me dejé arrastrar por la industria que conocí”

Cinco millones de discos despachados avalan una carrera que, tras un fugaz reencuentro con Marta Botía en 2021, continúa la senda independiente que inició tras 12 años de desconexión

‘Amores de Barra’, ‘Cuando los sapos bailen flamenco’, ‘Mujer florero’… Algunas de las canciones más memorables del pop español llevan su firma y, aunque las revisita de vez en cuando, en su tercer álbum en solitario apuesta por un sonido que se acerca más a su verdad

Nos reunimos con Marilia en el madrileño Museo Lázaro Galdiano.

Nos reunimos con Marilia en el madrileño Museo Lázaro Galdiano. / Alba Vigaray

Pedro del Corral

Marilia no le hacen falta apellidos para que España y Latinoamérica la reconozcan. Junto a Marta Botía creó Ella Baila Sola en 1996, un fenómeno que encajó como nadie las piezas necesarias para arrasar: dos chicas empoderadísimas, un puñado de canciones del más pegajoso pop, cinco millones de elepés despachados y una ruptura apocalíptica. Tras editar tres álbumes, el dúo decidió separarse rodeado de rumores cimentados en una supuesta mala relación personal. Jamás lo desmintieron, lo que las elevó a leyenda en aquellos incipientes 2000.

Marta aprovechó el tirón para debutar en solitario con Cumplir lo prometido. En cambio, Marilia prefirió tomarse un tiempo para reconectar con la raíz que hoy recupera en su tercera incursión post grupo: Bailar conmigo. Las 12 primaveras que estuvo sin pisar las tablas le ayudaron a encontrar su verdadero camino, uno en el que el amor es el único lenguaje y en el que la experiencia tiene la última palabra.

'Bailar conmigo' es el tercer disco en solitario de Marilia, una de las fundadoras de Ella Baila Sola.

'Bailar conmigo' es el tercer disco en solitario de Marilia, una de las fundadoras de Ella Baila Sola. / Alba Vigaray

Qué bien le ha sentado volver al origen.

Bailar conmigo existe, precisamente, gracias a lo que he vivido hasta ahora. Cuando empecé a componerlo, quería compartir mi verdad. Por eso está tan pegado a mis orígenes. Cuando conectas con lo esencial, lo superfluo no es necesario. Nos merecemos celebrar la vida: por muchos altibajos que hallemos en el camino, no hay que olvidarse de disfrutar.

¿Esta visión se la ha dado los años?

Una parte, sí. El tiempo me ha permitido conocerme más. Para mí, la música siempre ha sido la vía de expresión más auténtica: a través de ella muestro matices que hablando no podría. Siento que, a día de hoy, es más vitalista porque yo también lo soy. He tenido que buscarme, entenderme, aceptarme y perdonarme para conectar con mi yo de pequeña: aquella niña que soñaba con escribir canciones está muy presente.

¿Cuánto cuesta lanzar un proyecto como artista independiente?

Muchísimo. La felicidad que me produce compartir mis composiciones con los demás ha sido clave, de lo contrario no hubiese podido con los obstáculos. El agradecimiento me ha ayudado para abordarlos. En Mi dragón hablo de esa fuerza interior que a veces olvidamos que tenemos y que, a la par, es la que nos sujeta durante las tormentas. Siento más que nunca el cariño de la gente. Y la única manera que tengo de devolverlo es haciendo melodías que les acompañen durante los momentos de dudas.

¿Qué letra representa mejor su momento actual?

Depende del día. Te estamos esperando, por ejemplo, habla del amor incondicional. Lo curioso de ella es que empecé a escribirla pensando en mis sobrinos. Sin embargo, después, me di cuenta de que estaba hablando de cualquier relación. Es un deseo de buen viaje a alguien que quieres.

Con 20 años, ¿se imaginaba así?

Soy la misma, aunque evolucionada. Desde bien pronto he querido hacer las cosas con autenticidad, desde el corazón. De hecho, no me dejé arrastrar por la industria que conocí entonces. Esta convicción es la que me ha ayudado a confiar en mí y a estar orgullosa de lo que hago.

En 2017, editó Infinito, un álbum donde recuperó algunos clásicos de Ella Baila Sola y los mostró casi desnudos. ¿Por qué quitarles tantas capas?

Me di la libertad de hacer lo que sentía. Las canciones nunca se terminan, puedes seguir dándole vueltas constantemente. En la actualidad, cuando las toco, las enfoco desde otro ángulo. La persona y la esencia se mantienen, pero el momento no. Y éste había que reflejarlo.

Marilia es autora de temas tan memorables como 'Amores de barra', 'Mujer florero' y 'Cuando los sapos bailen flamenco'.

Marilia es autora de temas tan memorables como 'Amores de barra', 'Mujer florero' y 'Cuando los sapos bailen flamenco'. / Alba Vigaray

Rescató Superviviente Claro que hace falta hablar. ¿Qué tenían para seguir sonando tan actuales?

Descubrí que su esencia era preciosa y que podía revisionarlas con otro tempo. Hoy el mensaje suena distinto, llega otra cosa. Sobre todo, me gusta explorar en directo. Ahí es donde descubro frases que, en función del formato, ganan nuevos sentidos.

Entre su primer cancionero en solitario, Subir una montaña (2012), y el último de Ella Baila Sola, Marta y Marilia (2000), pasaron 12 temporadas. ¿Se planteaba un parón así de grande?

Para nada. Vivimos muy rápido: de la noche a la mañana, vendimos millones de copias y viajamos por el mundo. Todo con 20 años y cuando tus amigos aún están estudiando. Decidimos parar porque el ciclo creativo había llegado a un límite. Yo lo necesitaba, tenía que cuidar lo que amo. Si seguía hacia delante por pura inercia corría el riesgo de no dar lo mejor de mí. Es verdad que existe un riesgo de irte y que, al regresar, nadie se acuerde de ti… En mi caso, estoy agradecida con la respuesta del público. Ese impasse me ayudó a reconectar. La industria sigue prestando demasiada atención a las cifras, en detrimento de lo humano. Sabía que volvería, pero primero debía encontrar mi sendero. Y lo hice justo cuando empecé a componer de nuevo. Está siendo una etapa maravillosa porque he podido vivir cosas que no estaban a mi alcance al principio. La música es una vía de expresión tan sagrada que no quisiera hacerla sin el respeto y el amor que merece.

¿Qué hizo durante esta ausencia?

Inicié temas que no salieron adelante. Algunos, incluso, los grabé y los produje para un hipotético disco. Si bien seguí desarrollando mi lado creativo en la sombra, me faltaba compartirlo.

¿Por qué no llegaron a ver la luz estos proyectos?

Por diferentes motivos, aunque la mayoría de las veces ha sido por no tener todo bien atado. Si no estoy al 100% segura de algo, prefiero no seguir adelante. En cada momento lo he hecho lo mejor que he podido. Y hay que aceptar que cada cosa llega cuando le corresponde.

En su regreso, ¿alguien le defraudó?

Cuando esperas mucho, te puedes llevar algún chasco. La verdad es que, en la cresta de la ola, tenía a bastantes personas a mi alrededor. Pero, cuando se calmó, una gran parte desapareció. No me quiero quejar de esto porque ocurre en cualquier profesión. Y porque, además, te permite no perder el tiempo. Y eso, en el fondo, es una suerte. A veces, es peor estar pendiente de una cosa que no va a llegar a ningún lado. En ese sentido, hay que ser valiente para aceptarlo: una vez lo haces, una fuerza interior emerge y te enseña el camino de verdad.

En este elepé hay un corte lapidario: Casi me rindo. Dice: “Casi me conformo con lo que esperaban otros de mí”.

La escribí en un momento en el que casi mando todo a tomar espárragos. Es un diálogo que tengo abiertamente con lo que había vivido. La grabé para quienes estuviesen pasando por algo parecido. Rendirse no es fácil porque necesitas beber agua. Hay algo en nosotros que nos hace sentir en constante movimiento. Nos tenemos que permitir cualquier emoción.

Tras 12 años sin publicar nuevo material, Marilia regresó a la música en 2012 con 'Subir una montaña'.

Tras 12 años sin publicar nuevo material, Marilia regresó a la música en 2012 con 'Subir una montaña'. / Alba Vigaray

¿Recuerda la primera vez que escuchó una canción suya en la radio?

Sí, íbamos en coche. Paramos para escucharla y saltar en la carretera. Fue increíble. Lo curioso es que, durante la última promoción, pusieron Te estamos esperando y sentí lo mismo. Parecía una niña pequeña: la piel de gallina, los ojos vidriosos.

El debut de Ella Baila Sola despachó un millón de copias en cuestión de semanas. ¿Cómo cambió su vida?

El ser humano es capaz de adaptarse a los cambios con cierta facilidad. Y, en especial, a lo bueno. Lo viví con alegría. Al ser algo grande, intenté gestionarlo lo mejor que pude. Y, para ello, no podían faltar mis seres queridos. Disfruté de lo que vino. Fue una etapa preciosa. A pesar de que me perdí todos los eventos familiares, jamás dejé de cuidar la conexión. Cuando sucede algo de tales dimensiones, la conciencia llega con el tiempo. Nadie te prepara para vender semejante cantidad de discos, pero tampoco para manejar los sentimientos que esto genera.

¿Perdieron inocencia, ilusión o juventud a causa de la fama?

No lo sé... creo que no. Que el éxito te de la felicidad es una fantasía. A mí me ayudó a valorar todo aún más. Estemos donde estemos, somos importantes. Eso le da sentido a seguir aquí.

En Mujer floreroNo lo vuelvas a hacerAmores de barraLo echamos a suertesMejor sin ti... lanzaron mensajes feministas bastante avanzados para la época en la que se gestaron.

Estamos en construcción todavía. Entonces, reflejamos lo que sentían muchas mujeres en sus casas. Nosotras sólo las recogimos en una letra, pero no siendo conscientes de la bandera. Lo más bonito fue la cantidad de gente que conectó con eso. Mujer florero, por ejemplo, ha envejecido bien. Nunca la compuse en detrimento de aquellas chicas que quieran serlo. Simplemente, expresa algo que estaba en el aire. Aún nos queda por hacer para alcanzar la igualdad. Vamos mejorando.

Hay una leyenda histórica que les lleva persiguiendo desde sus inicios: ¿se fueron de copas con U2 tras unos premios?

Coincidimos con ellos en Madrid, pero nos ha pasado con otras tantas bandas. Hubo cercanía.

Durante la grabación del tercer disco, se comentó que la relación con Marta había sufrido un desgaste. Y que la situación llegó a tal punto que se hicieron las fotos de la portada por separado. ¿Verdad o mentira?

El ciclo creativo depende de lo humano y en cualquier relación, ya sea profesional o personal, te replanteas cosas. Decidimos parar porque no veíamos la forma de encauzar lo creativo. Lo hicimos lo mejor que pudimos, con las herramientas que teníamos. Quizá, esto nos hubiese ocurrido en otro momento y hubiéramos tomado otra decisión. En el caso concreto de las imágenes que comentas, las tomaron en un piso precioso de Madrid. Nos pidieron posar juntas y separadas. Cuando haces fotos a un grupo siempre hay alguien que sale peor que otro. Y querían que saliésemos las dos lo mejor posible. Era un método de trabajo como cualquier otro.

En 2021, Marilia celebró el 25 aniversario del debut de Ella Baila Sola con una gira de reencuentro con Marta Botía.

En 2021, Marilia celebró el 25 aniversario del debut de Ella Baila Sola con una gira de reencuentro con Marta Botía. / Alba Vigaray

¿Nadie intentó frenar la ruptura?

Seguramente, ahora no lo recuerdo. También es verdad que nunca me han dicho que tuviera que vestir o cantar de un modo u otro. Los que estaban a nuestro alrededor entendieron nuestra decisión: si no había continuidad, no podían hacer nada más. Asimismo, hay que saber que la industria está pensada para explotar al máximo algo que funciona. Y la parte humana no se cuida tanto en entornos que mueven mucho dinero. Eso es lo que yo quiero cuidar, lo que de verdad importa. Por fortuna, podemos escoger donde estar.

En 2021, se reencontró con Marta para celebrar el 25 aniversario de su primer álbum. ¿Cómo lo vivió?

Queríamos agradecer a todo el mundo la suerte que tuvimos de hacer temas que luego han acompañado a tantas personas. Fue bonito vivirlo desde hoy. Y una manera de agradecer lo que con 20 años había sucedido tan rápido. Pude aportar mi experiencia. Conectar con mis comienzos me ha reforzado en el deseo de seguir compartiendo.

¿Volverán a verse en un escenario?

Estoy abierta a la vida. No se puede planear tanto… Ya se verá. Si hemos llegado hasta aquí, tenemos que celebrar.