«Tras el último concierto de esta gira, en octubre, en el WiZink Center de Madrid, el grupo parará de forma indefinida. Han sido doce años de una enorme y maravillosa intensidad. Os echaremos de menos, pero hasta que eso ocurra [el final de la banda] nos vemos en los conciertos». Así rezaba el comunicado con el que Izal, una de las bandas más seguidas del panorama indie nacional, anunciaba el pasado mes de febrero una separación indefinida. Con seis álbumes a sus espaldas, pondrán fin a doce años de éxitos con su gira Hogar, con la que se están despidiendo de sus fans. Los murcianos podrán decirles adiós (o quién sabe si un ‘hasta luego’) este viernes por la noche en la Plaza de Toros.
Las entradas para el concierto de Izal en Murcia están a la venta, entre otras páginas, en la web de El Corte Inglés desde los 32 a los 90 euros, según la zona.
De momento, se desconoce el motivo del adiós. Ninguno de los protagonistas ha dado detalles de si intentará relanzar su carrera en solitario ni tampoco si dejarán la música. Tampoco en esta entrevista, en la que Mikel Izal, el líder incontestable del grupo, echa un vistazo al retrovisor para recordar esta década larga de música.
Seguro que en algún momento de esta gira de despedida se han sentido tentados a decir: «Mejor echamos marcha atrás y continuamos». ¿Qué es lo que les termina convenciendo de que la decisión de dejarlo es la correcta?
Una decisión así no se toma a la ligera, pero obviamente va a ser un cambio grande en nuestras vidas y como toda gran decisión siempre genera incertidumbre, pero es momento de parar y mirar al futuro en vez de quedarse pensando en lo bonito que fue el pasado.
¿Qué es de lo que más orgullosos se sienten después de esta década larga de trayectoria?
De haber hecho felices a tantas personas. Nuestro público nos está inundando en mensajes –ahora mas que nunca– para transmitirnos lo que ha significado nuestro trabajo para ellos y ellas y la verdad es que es emocionante darte cuenta de que tu pasión ha generado tanta felicidad en otras personas.
Difícil resumir todo lo vivido en dos momentos, pero se lo voy a pedir: momento más glorioso y momento más oscuro de estos doce años de Izal.
Ha habido tantísimos momentos de luz que sería ridículo (e injusto) emborronarlos mencionando alguno de los escasísimos momento oscuros. Nos quedamos con los Sonoramas, los Wizinks, los festivales por toda España, los baretos chiquititos donde nacimos y crecimos y con las sonrisas y lágrimas de felicidad de la gente que nos quiere en los conciertos de esta gira de despedida.
¿Cambiaría algo de todo lo que ha hecho Izal en este tiempo?
Nada en absoluto. Todo, lo bueno y lo regular, ha servido para que nos ocurran tantas cosas maravillosas. Los errores y accidentes, los momentos amargos, también te hacen crecer.
¿Qué tendría que pasar para que terminara el parón indefinido en el que ahora se va a sumir la banda?
Nadie puede predecir el futuro. No hay planes de vuelta y tampoco podría imaginar las circunstancias que generarían ese hipotético regreso. La vida te va llevando y tus inquietudes cambian, pero no puedes predecir dichos cambios ni las circunstancias que los provocan.
Izal es una de las bandas que más conciertos da en nuestro país. Ahora les tocará acostumbrarse a pasar más tiempo en casa. ¿Echará de menos la carretera, o, en realidad, ya la echa de más?
La carretera seguirá ahí y siempre podremos volver a ella, aunque sea de otra forma.
Pregunta inevitable: Y ahora... ¿qué? ¿Tienen algún hobby casero a la espera de su atención?
Somos personas apasionadas, así que estoy seguro que cada uno de nosotros desarrollará dichas pasiones, las que sean, cuando esto termine. Cada uno buscará la felicidad a su manera.
