Salud

"Mi padre, que tiene cáncer, pasa horas esperando en el hospital a que lo lleven a casa"

Pacientes del SMS se quejan del servicio de transporte sanitario que ofrece Hozono Global

Trabajadores de la empresa acusan a López Miras de ofrecer información "sesgada" en la Asamblea

Trabajadores del sector se movilizaron ayer frente a la Asamblea Regional. | LA OPINIÓN

Trabajadores del sector se movilizaron ayer frente a la Asamblea Regional. | LA OPINIÓN / JAIME FERRÁN

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

José Palazón no puede contar su experiencia porque un cáncer de garganta obligó a extirparle sus cuerdas vocales y la lengua. Su hija, Andrea, es quien denuncia el servicio que la empresa Hozono Global, de quien depende el transporte sanitario, ofrece a su padre y al resto de pacientes del Servicio Murciano de Salud.

José vive solo en su casa de Sucina y, como mínimo, una vez a la semana tiene que ir al Hospital Morales Meseguer a recibir alguno de los tratamientos que tiene prescritos: quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia.

«Normalmente, le ponen la cita a las 10 de la mañana y la ambulancia le avisa de que esté listo a las 8 y cuarto. Se levanta sobre las 7 para estar listo pero casi nunca llegan a la hora. Él se pone muy nervioso porque ve que no va a llegar a tiempo», comenta su hija. «Me escribe por WhatsApp para que vea cómo van, porque él no puede hablar, y siempre me dicen que están de camino o que están recogiendo a otra persona», explica. El problema es que es importante que sea puntual para según qué tratamiento, que hay que preparar, porque si no es probable que se termine desechando.

Esta Redacción ha tenido acceso a un informe médico en el que la médica explica que el paciente no ha podido recibir su tratamiento oncológico por «incidencias con las ambulancias».

Pero las penurias, si consigue llegar al centro hospitalario a tiempo, no acaban ahí. «Cuando le ponen la medicación, tiene que esperar horas para que la ambulancia le lleve de nuevo a casa. Una vez estuvo allí plantado hasta las 5 de la tarde», asegura Andrea, que añade que su padre «no es el único» porque él espera con otros pacientes igual de «descompuestos» en el hospital.

«He tenido que convencerle de que no deje el tratamiento, que es muy duro. Cosas así quitan las ganas de seguir a los pacientes que están entre la vida y la muerte. Acaban desquiciados», lamenta.

José ha puesto dos reclamaciones y la empresa le ha contestado que los tiempos de los traslados «se encuentran dentro de los márgenes establecidos». Sin embargo, por culpa de estos tiempos, en varias ocasiones ha perdido también su cita en el centro de salud de Sucina para hacerse las curas posteriores a su traqueotomía.

A otro paciente, M. I., que ha de recibir radioterapia en el Hospital Santa Lucía de Cartagena, a la una y media de la tarde, la única opción que le da la empresa encargada de las ambulancias es recogerlo a las ocho y media de la mañana, por lo que le dejan el centro médico esperando hasta cuatro horas. Después, tras el tratamiento, le toca esperar otra vez a que un vehículo le devuelva de nuevo a su casa. En una conversación grabada con Hozono Global, el operario le informa a M.I. que la ambulancia que le recoge no sale de la central, en Murcia, hasta las tres y media de la tarde. La única solución que le dan es que le «cambien la hora» del tratamiento en el hospital.

«Y qué hago allí media mañana si me falta medio pulmón», se pregunta el paciente.

Hozono Global declinó ayer hacer declaraciones sobre las denuncias hechas por los usuarios del servicio.

Ambulancias en el Parlamento

Este problema fue elevado a la Asamblea Regional por el Grupo Socialista, que exigió explicaciones al Gobierno regional.

El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras aseguró que el transporte sanitario «cumple los estándares en el contrato» y todos sus requisitos técnicos. Además, desveló que, en 2023, de los 741.835 servicios que se llevaron a cabo, solo hubo 133 reclamaciones.

Desde el sindicato CUT, que se manifestó ayer frente al Parlamento, lamentan la información «sesgada» ofrecida por Miras. «Habló de 900 trabajadores cuando no estamos ni cerca. Habrá en torno a 800 y, si no, que comprueben los cuadrantes y que no cuenten contratos extinguidos», manifiesta a La Opinión.

Asimismo, no considera que el número de reclamaciones sirva para demostrar la calidad del servicio porque se trata, sobre todo, de «gente mayor que lo único que quiere es llegar a su casa y no piensan ni en poner una reclamación».

Sostiene que en el servicio de Traslado Programado tendría que haber cuarenta ambulancias circulando cuando «no son ni treinta».