Social

Las asociaciones de Memoria Histórica piden retirar doscientos símbolos franquistas en la Región

Registran ante la Secretaría de Estado de Memoria Democrática una solicitud para que actúe de oficio en ayuntamientos, edificios eclesiásticos, empresas y otros organismos

Símbolos franquistas y falangistas en una calle de Cartagena.

Símbolos franquistas y falangistas en una calle de Cartagena. / Iván Urquízar

EFE

La Federación de Asociaciones de Memoria Histórica de la Región de Murcia pidió entre noviembre de 2022 y enero de 2023 que se retiraran 200 vestigios monumentales del Franquismo de la calle a los ayuntamientos, al Obispado de la Diócesis de Cartagena, al Grupo Fuertes y a la Consejería de Educación por encontrarse en sus dominios.

Según informan en nota de prensa este lunes, tras el silencio administrativo de todos ellos, este jueves 11 de mayo registraron ante la Secretaría de Estado de Memoria Democrática una solicitud para que actúe de oficio en el caso de que se siga incumpliendo la ley del mismo título.

Recuerdan que todos homenajean "a un régimen dictatorial y criminal, de manera que la dignidad de muchos ciudadanos seguirá viéndose afectada mientras no se retiren". 

En este sentido, insisten en que tras cuarenta y siete años después de la muerte del dictador Francisco Franco aún perduran por el conjunto de la geografía regional placas, monolitos, inscripciones y otros elementos en distintos edificios dedicados a ensalzar al régimen franquista y a sus protagonistas, un hecho que la federación considera que «es totalmente antidemocrático e ilegal».

La Federación de Asociaciones de Memoria Histórica de la Región requirió a principios de este año a los ayuntamientos, a la Diócesis de Cartagena, al Grupo Fuertes y a Educación que cumplan con la obligación impuesta por el artículo 35 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre de retirar todos los vestigios franquistas, «que no deben estar en ningún edificio público ni tampoco en aquellos de titularidad privada pero con visibilidad pública que hacen ostentación de valores antidemocráticos, y que resultan absolutamente intolerables para una sociedad que pretende y dice ser democrática».