Agua

La sequía deja los embalses del Segura a un tercio de su capacidad

Agricultores y ganaderos ven perdida la totalidad de la cosecha de cereales y una reducción en la producción del limón la próxima campaña si no llueve en verano, sumado a la subida de los precios de la paja para los animales

Un agricultor muestra, ayer, los dañosde la sequía en unos cultivos de almendroen El Moralejo (Caravaca).  enrique soler

Un agricultor muestra, ayer, los dañosde la sequía en unos cultivos de almendroen El Moralejo (Caravaca). enrique soler / alberto sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

La sequía sigue su avance en la Región de Murcia pese a las últimas lluvias, que no han logrado elevar ni un poco las reservas de agua en el Segura mientras que el nivel de algunos caudales desciende desde finales de abril. Los embalses de la cuenca se sitúan a un tercio de su capacidad, es decir, al 33,9%, con un total de 386 hectómetros cúbicos almacenados. Hace justo un año las reservas eran un cuarto más que ahora. «La situación actual es de agravamiento, dada la casi nula cantidad de lluvia producida en los meses pasados y las elevadas temperaturas lo que está suponiendo una mayor demanda hídrica de los cultivos», explica Mario Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura.

Mayo ha traído la situación de prealerta por escasez de recursos en la cuenca, una situación que obliga a reclamar a las comunidades de regantes y a la población un «consumo contenido». De continuar la misma situación de falta de lluvias en la cuenca, el final de 2023 podría llegar «con muy poca reserva de agua en los embalses». Antes, en verano, Urrea prevé como escenario a corto plazo una situación de sequía extraordinaria que obligaría a activar el decreto contemplado para estos casos, y aplicar las medidas del plan especial de sequías: restricciones al regadío y del agua para uso urbano.

De no haber lluvias en otoño, el inicio del año hidrológico, previsto para octubre, «sería muy preocupante», advierte el presidente de la Confederación Hidrográfica. El organismo de cuenca está retrasando, reconoce, la declaración de sequía extraordinaria en la cuenca gracias al mix de agua que permite gestionar recursos superficiales, subterráneos, del Trasvase Tajo-Segura, de la desalación y de reutilización.

Pozos de sequía

La batería de pozos estratégicos de la Confederación, once en total, continúan con su tramitación ambiental y, en la mayoría de los casos, dichos expedientes están próximos a finalizar, según Mario Urrea. En paralelo, «se están preparando los documentos técnicos que permitan su explotación y mantenimiento, para el caso de que se necesaria su puesta en marcha». Las organizaciones agrarias y las patronales de las cooperativas en la Región han denunciado que dichos pozos están a día de hoy desmantelados, y reclaman su puesta a punto para no atrasar la puesta en marcha cuando el nivel de alerta permita activarlos.

Asaja Murcia advierte de que, aunque estemos en prealerta en la cuenca, «todo apunta a que habrá que autorizar los pozos», señala su presidente Alfonso Gálvez. El representante agrario advierte de que la factura que está pagando el campo se nota en los precios de los lineales de supermercado. «No se corresponden con los costes de producción ni con la escasez de agua que estamos sufriendo». No existe una moderación de los gastos en las explotaciones, añade. Gálvez reclama que las desaladoras funcionen al máximo de su capacidad de cara a este verano y no mermar los envíos desde el Tajo tras el recorte que se avecina sobre el Trasvase.

La organización agraria ve cómo la cosecha de cereal se ha perdido en la Región por la falta de lluvias y teme una reducción de hasta un 30% en algunas variedades de limón para la próxima campaña si no llueve durante la temporada estival. Para el secano, Gálvez pide un riego de socorro que evite la muerte de los árboles, como puede ocurrir con el almendro y olivar, que ya ven mermados sus frutos como en el Noroeste.

La paja se dispara

El precio que tienen que pagar los ganaderos para cubrir la alimentación de los animales se ha disparado por los daños en los cultivos cerealistas. La tonelada de paja se pagaba hace un mes a ocho euros mientras que ahora el precio es de 12 euros. «Si la paja sube, la alfalfa se encarece aún más. A nivel general, las explotaciones han reducido su cabezas de ganado este año por la inflación y la sequía», señala Alfonso Galera, vicepresidente de Asaja Murcia.

Galera, eso sí, aleja el fantasma de la escasez de paja para la Región. La Comunidad se suministra de los campos de Castilla-La Mancha, de que dependen mucho los ganaderos de ovino y caprino de las comarcas más dedicadas al secano (Noroeste y Altiplano). «En el Campo de Cartagena estamos sobreviviendo con los restos de los cultivos de hortalizas como el brócoli», detalla el ganadero de Fuente Álamo, quien le preocupa que la situación se complique para algunas ganaderías de leche, cuyos animales necesitan buena paja por el aporte de fibra.