Sola en la calle, medio desnuda, con signos de deshidratación y llorando. Así era encontrada en Molina de Segura una criatura de solo 2 años de edad. Los policías nacionales que la asistieron le compraron pañales y la llevaron al médico: al poco, se procedía al arresto de su madre, una joven de 25 años que alegó que se había quedado dormida y la niña se había ido de la casa en un descuido. Aunque la mujer quedó libre con cargos tras pasar por el Juzgado de Guardia, la tutela de la pequeña había pasado a la Comunidad Autónoma por la vía urgente.  

Asumir la tutela por urgencia no es el procedimiento habitual y solo se hace en casos muy graves, como el de esta niña, donde se aprecian «indicadores suficientes» de que la menor no puede estar con su madre, quien portaba sustancias estupefacientes encima en el momento de ser arrestada. A la mujer, no obstante, le dan diez días para intentar justificar lo que ha pasado, explican fuentes de la Dirección General de Familias y Protección de Menores de la Consejería de Política Social.  

En lo que va de año, la Comunidad ha asumido la tutela de 259 menores. El número total de tutelados en la actualidad oscila en torno a los 1.200, repartidos en centros (unas 400 personas) y familias de acogida. 

Desde Protección de Menores precisan que sus profesionales no llevan a cabo una intervención familiar: realizan una actuación, valoran y, si se decide que hay que apartar al niño de su entorno, es la sección de Protección y Tutela la que determina la medida oportuna a seguir. Y se lleva a la persona a acogimiento familiar o acogimiento residencial.

Volviendo al caso de Molina de Segura (que no ha sido excepcional, se han dado tres casos de niñas de edades similares en dos semanas en la Región), es la Policía la que da la voz de alarma: se ha producido un caso que se investiga como abandono de menores, con el añadido de que no hay más parientes de la niña. «En el caso de que hubiese aparecido, por ejemplo, la abuela, habría sido diferente: si ven que es una persona a la que le pueden dejar a la chiquilla, se habría comunicado», explican profesionales de la citada dirección general.

«La tutela por urgencia debe ser algo extraordinario, estamos adoptando medidas sin darle la oportunidad a un padre de explicarse», dejan claro. 

Resaltan que «donde no se da oportunidad a un padre es en un abuso sexual, o cuando un menor llega al colegio lleno de moratones». «Tiene que ser muy excepcional que tú no des a ese padre el derecho a defenderse, a justificar por qué ha pasado eso», hacen hincapié desde Protección de Menores. Los progenitores «en ocasiones aportan información que rebaja esa gravedad iniciar y puede continuar con sus hijos».

«Si se confirma la situación de desamparo, la entidad pública asume la tutela: la directora general es la tutora, pero no se lleva a los niños a su casa: delega la función de tutela en un familiar, si puede o quiere hacerse cargo del niño», apuntan desde Política Social. Si no hay parientes, se apuesta por recurrir al Programa de Acogimiento Familiar Temporal (Acofamt), que tiene como fin facilitar una alternativa a la institucionalización de los menores tutelados por la Administración. 

Derecho a tener otra familia

«El niño tiene derecho a encontrar otra familia más estable», subrayan desde la dirección general para aludir a la opción de acogimiento familiar permanente. En la Región hay más de treinta familias dispuestas a darles todo su amor a estos pequeños.

«Hay niños que, bien por su edad, porque tienen algún tipo de discapacidad, por las circunstancias que sea» no son adoptados. Además, «cuando adoptas, es tu hijo; cuando estás en acogimiento nosotros continuamos con apoyos y están remunerados», precisan desde el citado departamento de Política Social.

En cuanto a los centros, son 25 en estos momentos. Admiten desde la dirección general que «hace cinco años se abrió la vía de pateras de Argelia a la Región, que se convirtió en una de las comunidades de llegada directa» de barcazas en las que viajan menores solos.

«Eso ha motivado que tengamos que habilitar, para atender a estos niños, espacios que reúnan las condiciones de un centro», comentan desde Política Social, al tiempo que manifiestan que, con estos menores, «trabajamos más en su emancipación, en el conocimiento de la cultura occidental, para su incorporación a la vida».