La Opinión de Murcia

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Bebés y menores de edad, en condiciones insalubres en Escombreras

Los migrantes que llegan al campamento conviven con basura, insectos y ratas - Duermen en catres y, pese al calor, están hacinados en tiendas de tela para resguardarse del sol y las altas temperaturas

Niños en el campamento de la dársena de Escombreras.

Puerto de Escombreras. Martes, 27 de julio de 2022. Las 132 personas de nacionalidad argelina que han llegado a las costas murcianas en nueve pateras en las últimas 24 horas permanecen en el campamento temporal. Rosa Manrubia, letrada en turno de oficio que trabaja con migración llega a las 9 horas de la mañana. «Aquello es horroroso», cuenta a esta Redacción.

Los inmigrantes duermen en catres, y tienen a su disposición, en pleno verano, tiendas de tela en las que se encuentran «hacinados», relata. Están a pleno sol, y no solo hablamos de adultos: también ha podido comprobar que hay menores de edad, entre ellos bebés, incluso. Los aseos también son escasos para tanta gente.

A las condiciones atmosféricas y la falta de preparación del campamento contra el calor se suma la insalubridad. Acumulación de basura, mal olor, mosquitos, ratas… Condiciones de las que también se quejan los policías que trabajan en Escombreras, no solo Manrubia. La Policía Nacional custodia a las personas del campamento, al ser el cuerpo que tiene las competencias en materia de Extranjería.

Según la Delegación del Gobierno, hay una empresa contratada por la Dirección General de Policía Nacional que limpia la zona más a fondo cuando el campamento se queda vacío. Mientras hay gente, «llevan a cabo una limpieza dentro de las posibilidades». Por su parte, la abogada asegura que, a la hora que ella ha llegado, los migrantes aún no habían comido, y que podría jurar que nadie ha ido a limpiar en dos o tres días. Es decir, la basura no era de este miércoles.

Rosa Manrubia manifiesta el abandono de la gente de Escombreras, la inseguridad a la que están expuestos niños y adultos por la basura, las ratas y por el calor (sin una sombra en la que cobijarse todos), a lo que se suma el estado de nerviosismo en el que se encuentran.

«Es una situación muy complicada, sobre todo, por los problemas de insalubridad», apunta Ángel Méndez, decano del Colegio de Abogados de Cartagena, cuyos colegiados atienden estas crisis humanitarias. Defienden sus derechos, presentan alegaciones, recursos, etc., lo que considere cada letrado.

«La basura, los insectos y las ratas son un problema para los migrantes, para la Policía que está allí y para los letrados que acuden», añade el decano, que culpa a las administraciones: «Necesitan unas condiciones mínimas de dignidad».

Manrubia explica que tampoco los abogados disponen de un espacio en el que atender a los migrantes. Han tenido que hacerlo de pie, junto a un intérprete y con los papeles sobre una mesa de playa, una escena que no ayuda a tranquilizarlos. Así es como les han explicado sus derechos, los recursos que pueden poner ante órdenes de expulsión o si son susceptibles de pedir asilo, porque alguno de ellos llega de zonas en guerra. En definitiva, «así es como hemos hablado de sus derechos fundamentales».

«En ningún caso, ningún migrante ha permanecido más de 24 horas en Escombreras. A lo largo del día (miércoles) está previsto que salga casi la totalidad de las personas, unas 100, que se encuentran allí, por el programa de acogida del Ministerio de Migraciones», explica la Delegación del Gobierno.

Cruz Roja, por su parte, confirma a este medio que, hasta que ellos pueden intervenir y recogerlos de Escombreras, pueden pasar entre 24 y 48 horas. Lo que sí reconoce la Delegación del Gobierno es que «es cierto que se han acumulado muchas personas debido a la gran cantidad de llegadas desde el día 20».

De momento, tienen que pasar por este campamento en estas condiciones, ya que el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) que el Gobierno central prometió levantar en Cartagena aún no está hecho.

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