La decisión de España de aceptar las aspiraciones de Marruecos sobre el Sáhara ha abierto nuevos interrogantes sobre la actitud que en el futuro mantendrá Argelia, dado que es el principal proveedor de gas natural de España. La primera reacción de Argel tras conocerse la noticia de que el Gobierno español estaba dispuesto a aceptar las pretensiones de Rabat fue la retirada del embajador argelino en Madrid, lo que se interpretó como una señal de alarma. Las diferencias entre Argelia y Marruecos ya dieron lugar en octubre de 2021 al cierre del gasoducto Magreb-Europa, que atraviesa Marruecos y llega a Algeciras.
España dispone de otra tubería procedente de Argelia que llega hasta Almería, pero la crisis provocada por el acercamiento de España a Marruecos sobre el Sahara abre un periodo de incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre ambos países en un momento crítico.
El desplante se ha producido tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, lo que ha dado lugar a sanciones de la Unión Europea a Moscú y limita las posibilidades de Europa para seguir disponiendo del gas natural procedente de Rusia.
Los expertos dan por hecho que Argelia no va a cerrar el gasoducto Medgaz de Almería, dado que el país depende en gran medida de los recursos que obtiene con la venta de gas y sufriría graves dificultades económicas en caso de renunciar a un cliente como España, que le compra casi la mitad del gas natural consumido en el país.
Los expertos consideran que el suministro argelino no corre peligro a pesar de su reacción diplomática
Pero el futuro de esta conducción fue la primera incógnita que se planteó tras conocerse la disposición de España a reconocer las pretensiones de Rabat sobre el Sáhara teniendo en cuenta el precedente del cierre del gasoducto que llega a través de Marruecos.
Además, Argelia acoge a los refugiados saharauis y mantiene una estrecha relación con Rusia, hasta el punto de que se ha situado entre los países que no han condenado la invasión de Ucrania.
El sistema gasista español se abastece de 14 países y desde que empezaron las tensiones con Rusia ha ampliado sus compras a Estados Unidos, que se ha convertio en el segundo proveedor nacional.
La red de plantas de regasificación de Enagás, que se abastecen con barcos metaneros y eran las únicas a través de las cuales entraba el gas natural a España antes de la construcción de las dos tuberías submarinas, constituyen otra fuente de alimentación, que ha ampliado su capacidad de almacenamiento desde que se inició el conflicto con Rusia.
Una de estas plantas de regasificación se encuentra en Escombreras, en Cartagena.
