Un murciano de 78 años, rechazado en 'First Dates' después de contar qué necesita en la intimidad

El programa de Carlos Sobera ha puesto en contacto a dos septuagenarios de Murcia

El pasado 29 de noviembre 'First dates' estrenó un nuevo programa un formato inédito hasta la fecha que se emitió por primera vez en el exitoso programa presentado por Carlos Sobera. Pero, lejos de consolidarse como un formato estable a largo plazo, ha sido cancelado con la misma velocidad con la que se anunció tras lo ocurrido con varios concursantes, entre ellos una joven murciana que recurrió al programa para encontrar una pareja estable.   El nuevo 'First Dates' probó un dinámica nunca vista hasta la fecha. La versión original se trataba del mismo programa de citas a ciegas, pero con una interesante característica los solteros y solteras iban con los ojos tapados durante toda la cita hasta que, al final de la cena, descubrían quién era su acompañante y decidian si querían una segunda cita con él.   Este tipo de citas, llamadas 'blind dates' o 'citas a ciegas' tenían una sola premisa los comensales no podrán ver nada durante el tiempo que pasen con su cita y se limitarán solo a escuchar oler o sentir.   La experiencia de una murciana disuade a 'First Dates' de su última ocurrencia Uno de los motivos que pueden explicar por qué este tipo de citas no han tenido mayor continuación dentro del programa de Carlos Sobera, puede estar en lo que ocurrió con una comensal murciana el pasado 29 de noviembre. Aunque no hay forma feaciente de comprobar la causalida entre estos hechos y la no repetición del 'blind dates' y, de hecho, el programa tampoco ha comunicado oficialmente que no vaya a volver a repetirse, podría parecer que existe cierta relación entre el fracaso manifiesto del encuentro entre la murciana y el valenciano y el no haber vuelto a tener noticias sobre este curioso formato.   Una de las citas a ciegas que se celebraron esta semana propició el encuentro entre Ángel y Carmen María un valenciano y una murciana que cenaron juntos en el programa de Mediaset y demostraron por qué no es tan buena idea como puede parecer el organizar una cita literalmente a ciegas.  Él buscaba a una mujer para disfrutar mucho mientras que ella esperaba alguien con quien iniciar una relación estable. Aunque no se vieron en toda la cena porque ambos llevaban los ojos tapados. Al igual que el resto de comensales, se sentaron a la mesa con un antifaz con la intención de centrarse en la conversación y en los sabores.   El encuentro tuvo éxito ambos tenían muchas cosas en común, ya que se dedicaban a la enseñanza y al aprendizaje y viven en lugares con una cultura mediterránea similar y a una distancia relativamente cercana. Además, los dos descubrieron que a ambos les gusaba mucho la música, y el valenciano incluso se atrevió a confesar que le encantaba cantar y hasta le dedicó unos versos a la murciana. La joven reconoció que no me han cantado nunca en una primera cita, así que me ha gustado mucho el detalle.   La química entre ambos a partir de este momento fue tanta que incluso acabaron cogiéndose de las manos. El tono de la conversación subió tanto que incluso llegaron a decirse picardías. Tras una conversación sobre la importancia del sexo en la pareja, el valenciano reconoció que era una persona muy pasional, a lo que Carmen María le replico insinuante que habría que comprobarlo.   Parecía que todo iba a pedir de boca hasta que pasó lo único que podía pasar y es que, cuando llegó el momento de quitarse los antifaces y llevar a término este ocurrente experimento de 'First Dates', le programa entero se desmoronó ante la reacción de la murciana.   Tras haber reconocido ambos que les gusataría seguir viéndose más allá de las cámaras, se quedaron los antifaces y ocurrió lo peor que podía pasar Ángel confirmó que estaba enamorado de su compañera, pero la murciana no sintió lo mismo y rechazó al de Valencia.  La explicación que dio la murciana y que hunde todo el planteamiento de 'blind dates' es que se imaginaba otro tipo de físico. Tras este hachazo a la moral del soltero, terminó de rematarlo con la frase Yo me veo más como amiga tuya que como pareja. Prefiero conocerte como amigo.En cuanto al físico, no me atrae demasiado tu físico.

El pasado 29 de noviembre 'First dates' estrenó un nuevo programa un formato inédito hasta la fecha que se emitió por primera vez en el exitoso programa presentado por Carlos Sobera. Pero, lejos de consolidarse como un formato estable a largo plazo, ha sido cancelado con la misma velocidad con la que se anunció tras lo ocurrido con varios concursantes, entre ellos una joven murciana que recurrió al programa para encontrar una pareja estable. El nuevo 'First Dates' probó un dinámica nunca vista hasta la fecha. La versión original se trataba del mismo programa de citas a ciegas, pero con una interesante característica los solteros y solteras iban con los ojos tapados durante toda la cita hasta que, al final de la cena, descubrían quién era su acompañante y decidian si querían una segunda cita con él. Este tipo de citas, llamadas 'blind dates' o 'citas a ciegas' tenían una sola premisa los comensales no podrán ver nada durante el tiempo que pasen con su cita y se limitarán solo a escuchar oler o sentir. La experiencia de una murciana disuade a 'First Dates' de su última ocurrencia Uno de los motivos que pueden explicar por qué este tipo de citas no han tenido mayor continuación dentro del programa de Carlos Sobera, puede estar en lo que ocurrió con una comensal murciana el pasado 29 de noviembre. Aunque no hay forma feaciente de comprobar la causalida entre estos hechos y la no repetición del 'blind dates' y, de hecho, el programa tampoco ha comunicado oficialmente que no vaya a volver a repetirse, podría parecer que existe cierta relación entre el fracaso manifiesto del encuentro entre la murciana y el valenciano y el no haber vuelto a tener noticias sobre este curioso formato. Una de las citas a ciegas que se celebraron esta semana propició el encuentro entre Ángel y Carmen María un valenciano y una murciana que cenaron juntos en el programa de Mediaset y demostraron por qué no es tan buena idea como puede parecer el organizar una cita literalmente a ciegas. Él buscaba a una mujer para disfrutar mucho mientras que ella esperaba alguien con quien iniciar una relación estable. Aunque no se vieron en toda la cena porque ambos llevaban los ojos tapados. Al igual que el resto de comensales, se sentaron a la mesa con un antifaz con la intención de centrarse en la conversación y en los sabores. El encuentro tuvo éxito ambos tenían muchas cosas en común, ya que se dedicaban a la enseñanza y al aprendizaje y viven en lugares con una cultura mediterránea similar y a una distancia relativamente cercana. Además, los dos descubrieron que a ambos les gusaba mucho la música, y el valenciano incluso se atrevió a confesar que le encantaba cantar y hasta le dedicó unos versos a la murciana. La joven reconoció que no me han cantado nunca en una primera cita, así que me ha gustado mucho el detalle. La química entre ambos a partir de este momento fue tanta que incluso acabaron cogiéndose de las manos. El tono de la conversación subió tanto que incluso llegaron a decirse picardías. Tras una conversación sobre la importancia del sexo en la pareja, el valenciano reconoció que era una persona muy pasional, a lo que Carmen María le replico insinuante que habría que comprobarlo. Parecía que todo iba a pedir de boca hasta que pasó lo único que podía pasar y es que, cuando llegó el momento de quitarse los antifaces y llevar a término este ocurrente experimento de 'First Dates', le programa entero se desmoronó ante la reacción de la murciana. Tras haber reconocido ambos que les gusataría seguir viéndose más allá de las cámaras, se quedaron los antifaces y ocurrió lo peor que podía pasar Ángel confirmó que estaba enamorado de su compañera, pero la murciana no sintió lo mismo y rechazó al de Valencia. La explicación que dio la murciana y que hunde todo el planteamiento de 'blind dates' es que se imaginaba otro tipo de físico. Tras este hachazo a la moral del soltero, terminó de rematarlo con la frase Yo me veo más como amiga tuya que como pareja. Prefiero conocerte como amigo.En cuanto al físico, no me atrae demasiado tu físico.

Las parejas que pasan por 'First Dates' no pasan ningún filtro por su edad (salvo haber cumplido los dieciocho años), ideología, orientación sexual o procedencia: una de las grandes medallas del programa conducido por Carlos Sobera es que se refleja la diversidad de la sociedad española en toda su amplitud.

El pasado abril de 2023, el programa celebró sus siete años con unos datos espectaculares: 8.300 citas en total de las cuales el 60% han terminado con un "sí" a una segunda cita, 30 peticiones de compromiso, ocho bodas y nueve bebés y el reconocimiento de haber dado visibilidad a múltiples orientaciones e identidades sexuales.

La diversidad que se puede ver en el programa y el excelente casting que realiza entre los candidatos a cenar en el famoso restaurante de Carlos Sobera han dado lugar a algunos de los momentos más épicos y graciosos de la televisión, que ocurren de forma natural al plantear una cita "a ciegas" entre dos personas que no se conocen previamente.

En esta ocasión, los invitados estrella al programa han sido dos septuagenarios de Murcia que se han puesto en manos del programa de Cuatro para intentar encontrar a futuro compañero de vida.

El fracaso de dos murcianos en 'First Dates'

Como ocurre casi siempre en las citas orquestadas por 'First Dates', como empieza el encuentro no tiene nada que ver con como termina, y es que aunque la cena entre los solteros auspiciada por Laura Boado y Carlos Sobera no sea especialmente extensa, los cambios suceden a la velocidad de la luz dentro del plató.

Los protagonistas de esta noche fueron Jesús y Mari Carmen: él, un soltero de 78 años ya jubilado que confesaba adorar el deporte y ser muy activo sexualmente: "Sexualmente soy muy activo y tengo la necesidad de actividad sexual". Por su parte, Mari Carmen de 71 años se presentaba como una "señora de su casa, buena madre y buena esposa. Muy cariñosa y fiel. Un todoterreno".

El objetivo de Jesús con la cita estaba claro desde el primer momento: el murciano iba buscando una pareja educada y seria con la que poder tener una relación a largo plazo. Todo apuntaba a que la química entre Jesús y Mari Carmen iba a ser irremediable, pero algo sucedió durante la velada: aunque el soltero daba muestras de estar encantado con la compañía de la murciana, ella tuvo varios desencuentros con el pretendiente. En primer lugar, la diferencia de edad de siete años que le causó una notable impresión; en segundo, la gestión de la conversación: "Madre mía, me ha vuelto loca. Habla muchísimo", tanta era la incomodidad que le provocaba la verborrea de su compañero que decidió planteárselo directamente: "¿Puedo hablar yo ahora?" a lo que él respondía "Claro que sí, estoy deseando escucharte".

Otro de los puntos que crearon conflicto entre ellos fue sus preferencias para viajar: mientras que Mari Carmen aseguraba que quería visitar Alemania, Jesús asumía que prefería no alejarse mucho de los límites de la Región de Murcia. Además, el descubrir que Jesús tenía un hijo pequeño ni hizo ni pizca de gracia a la murciana: "Me tira un poco para atrás porque él tiene que estar con su hijo y a lo mejor no quiere estar con su hijo y conmigo".

Pero, sin duda, fue el final de la cena lo que terminó de quemar los puentes entre Jesús y Mari Carmen: y es que, aunque Jesús estaba encantado con el talante y la seguridad de ella, le propuso pagar la cena a medias, dándole el motivo definitivo para rechazarlo: "Eso me ha tirado mucho para atrás porque le hubiese dicho te voy a invitar yo".