Los críticos del PSOE han presentado esta tarde en Ferraz la dimisión de 17 miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del partido con lo que pretenden precipitar la disolución de este órgano y la caída del secretario general, Pedro Sánchez.

Los encargados de entregar las firmas en la sede socialista de Ferraz han sido el secretario de Política Federal, Antonio Pradas, destacado dirigente de la federación socialista andaluza y número tres del partido, y Eva Matarín, secretaria de Inmigración y afín al exdirigente madrileño Tomás Gómez.

El paso dado por las críticos ha tenido lugar tres días antes del Comité Federal en el que se iba a someter a votación la propuesta de Sánchez de celebrar el Congreso del partido en diciembre y las primarias para la elección del candidato a la Presidencia el 23 de octubre.

El dimitido secretario de Política Federal, el andaluz Antonio Pradas, quien ha ejercido de portavoz de los disidentes, ha asegurado que ya no reconocen a la dirección de Sánchez y que la Ejecutiva Federal ya no está "legitimada", porque tras la dimisión de 17 de sus miembros "queda disuelta".

Según su criterio, al dimitir 17 miembros, más las tres vacantes que había, entre ellas la del fallecido Pedro Zerolo, son más de la mitad (38 componentes), por lo que queda disuelta la Ejecutiva que eligió el congreso celebrado en julio de 2014, cuando Sánchez fue elegido secretario general.

Pradas: "La ejecutiva está disuelta y Luena ya no es secretario de organización"

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Por ello, Pradas, al que no se le ha permitido el acceso a la sede, ha exhortado a Ferraz a "cumplir la ley" y restablecer la "normalidad".

Entre los cargos que han renunciado, están el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y la mayoría de los vocales del PSOE andaluz.

El secretario de Organización del PSOE, César Luena, ha considerado "muy grave" la operación perpetrada y ha acusado a "algunos y algunas dirigentes de "instigar" las dimisiones para evitar un congreso, callar la voz de las bases y provocar una gestora.

La dirección del PSOE rechaza, con sus estatutos en la mano, la interpretación de los críticos de que la dimisión de la mitad más uno de la ejecutiva conduzca a la creación de una comisión gestora y además sostiene que la normativa en vigor "no prevé la existencia de una gestora en el ámbito federal".

Los críticos apelan al precedente que existe de mayo de 2014, cuando la misma fórmula obligó a dimitir a Julio Villarrubia como secretario general del PSOE de Castilla y León, tras la renuncia en bloque de más de la mitad de ejecutiva regional, con el entonces secretario de Organización del partido a la cabeza, Óscar López, hoy portavoz en el Senado y hombre de confianza de Sánchez.

Primera fila (de izquierda, a derecha): Micaela Navarro, Antonio Pradas, Ximo Puig, María José Sánchez Rubio, Luz Rodríguez y Carmen Chacón | Segunda fila (de izquierda, a derecha): Eva Matarín, Juan Pablo Durán, Maria Ascensión, Carlos Pérez y Francisco Pizarro | Tercera fila (de izquierda, a derecha): Estefanía Martín Palop, Emiliano García Page, Tomás Gómez, José Miguel Pérez, Noemí Cruz y Manuela Galiano

Fuentes de Ferraz replican que aquella dimisión fue fruto de un "acuerdo político" y no de un mandato estatutario y hacen hincapié en que el artículo que ha entrado en aplicación en el momento de la dimisión esta tarde de 17 de los 35 miembros de la ejecutiva es el 36.o, como ha sostenido el secretario de Organización, César Luena, en su comparecencia de esta tarde ante los medios.

Dicho artículo establece que, "cuando las vacantes en la comisión ejecutiva federal afecten a la secretaria general o a la mitad mas uno de sus miembros, el Comité Federal deberá convocar congreso extraordinario para la elección de una nueva comisión ejecutiva federal".

La interpretación de los estatutos que hacen la dirección y los críticos también difiere en cuestiones como contabilizar o no entre los dimitidos al fallecido Pedro Zerolo y a otros dos miembros de la ejecutiva que se dieron de baja por distintos motivos.

Dentro de la 'guerra' estatutaria en que se han sumido los partidarios de Sánchez y los críticos -que ya no reconocen la legitimidad de la ejecutiva- éstos sostienen que con las dimisiones que ha habido los acuerdos que se tomen mañana no serían válidos, al considerar que no habrá el "quorum" de la mitad más uno que establecen las normas.

Otro punto de discrepancia es que la andaluza Verónica Pérez sea la presidenta del Comité Federal, como sostienen los críticos, ya que la dirección recuerda que la mesa del comité "se elige siempre antes del comienzo de cada sesión".

La espita de la confrontación la abría a primera hora el expresidente Felipe González, al denunciar en una entrevista en la Cadena SER que se sentía "engañado" porque Sánchez le aseguró, tres días después de las elecciones del pasado 26 de junio, que el PSOE se abstendría en la segunda votación a la investidura de Rajoy.

Desde el círculo de Sánchez se ha negado y se ha acusado a González de "confundir sus deseos con la realidad", mientras que el propio Sánchez se ha apresurado a recordarle en un comunicado que el voto en contra a Rajoy fue una decisión respaldada por todos los dirigentes del partido en el Comité Federal.

Poco después, en una entrevista en eldiario.es, Sánchez situaba al expresidente en el "bando de la abstención" y se preguntaba "en qué bando está Susana" Díaz.

Aunque la presidenta andaluza no se ha pronunciado, el portavoz de su Gobierno, Miguel Ángel Vázquez, ha dicho que "escandaliza que un dirigente del PSOE hable de bandos".

Ximo Puig ha asegurado que, si fuera Sánchez y no contara ya con la mayoría de apoyos en la Ejecutiva del PSOE, dejaría de estar al frente del partido.

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El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha dicho que la situación del partido refleja el "fracaso de una gestión" y que, entre otras cosas, "no puede celebrar sus congresos para resolver un problema, sino para proyectarse en el futuro".

No obstante, el extremeño, el único dirigente territorial que ha defendido en público la abstención a la investidura de Rajoy, ha asumido su "parte de responsabilidad" y ha opinado que se está a tiempo "de que alguien diga, 'Vamos a sentarnos a hablar y evitar el espectáculo final'".

A favor de Sánchez se ha posicionado José Antonio Pérez Tapias, quien compitió con él y con Eduardo Madina para ser secretario general en las primarias del PSOE de julio de 2014. "Y ahora que miren a la cara a los militantes del PSOE, si son capaces", ha dicho Pérez Tapias, para quien la operación es una "rebelión antidemocrática".

Estos son los miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE que siguen fieles a Pedro Sánchez: Adriana Lastra, María González Veracruz, Susana Sumelzo, Eva Tezanos y Carmen Montón | Segunda fila (de izquierda, a derecha): César Luena, María Lucio, Patxi López, Roberto Jiménez, Iratxe García y María Luisa Faneca| Tercera fila (de izquierda, a derecha): Manuel de la Rocha, María Luisa Carcedo, Iban García del Blanco, Meritxell Batet, Pere Navarro y Francina Armengol. FOTOS: EFE-PSOE

Dentro de la guerra interna que se ha desatado dentro del PSOE, este mismo miércoles Pedro Sánchez había animado a dimitir a los miembros de la Ejecutiva Federal que no se sentn parte del proyecto que él encabeza. "Si no se sienten parte de este proyecto, que no esperen que haya la mitad más uno, yo en su lugar dimitiría hoy", les había retado.

Sánchez ha manifestado también que aunque perdiese el control de su ejecutiva, se presentaría a las primarias para intentar recuperar la secretaría general con el voto de los militantes.

"No me canso. Estoy defendiendo la posición que merece mi partido", ha sostenido el secretario general, para quien su posición de votar no a un gobierno del PP y a Rajoy es la que garantiza que la "izquierda no caiga en manos de Podemos", lo que a su juicio sería una "desgracia".