Varios miembros del Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia, que se reunió ayer en sesión ordinaria en el edificio de Convalecencia, mostraron, en nombre de los colectivos a los que representan, su preocupación por los recortes presupuestarios previstos para el próximo ejercicio. Algunos de los intervinientes en la sesión no descartaron acometer movilizaciones para conseguir que la Comunidad Autónoma aumente la financiación prevista para esta institución docente, que incluye una dotación de 131 millones de euros por la asignación nominativa y alrededor de 1,6 millones por inversiones.

El rector, José Orihuela, manifestó que comparte la inquietud expresada por los miembros del Consejo de Gobierno, pero dijo que las negociaciones con la Comunidad continúan y que espera que las mismas fructifiquen. Orihuela añadió que, en cualquier caso, confía en que la situación pueda verse paliada con el plan plurianual que la consejería de Educación se ha ofrecido a negociar en la carta en la que comunica a la Universidad de Murcia las dotaciones con las que podrá contar el próximo año. La situación, según expuso el rector, «es difícil, ya que lo que se nos ofrece en los presupuestos está al limite para pagar las nóminas, pero seguiremos trabajando para que se nos mejore la dotación».

Por otra parte, Orihuela informó a este órgano de gobierno de la UMU sobre los trabajos que se vienen realizando para el traslado al campus de Ciencias de la Salud, que se levanta junto a la Arrixaca.