Derecho Animal

¿Es posible una seguridad social para los animales?

Dos gatos domésticos

Dos gatos domésticos / Tatyana Zenkovich

Raúl Mérida

La salud es un derecho universal que atañe a todas las especies y que, además, está relacionada entre las mismas.

El movimiento «One Health» sobre la salud, impulsado por los científicos más importantes del mundo, defiende con datos, argumentos y experiencia, que la salud de los seres humanos está íntimamente relacionada con la de los animales e, incluso, con la del planeta.

La reciente historia sanitaria así lo acredita, la dramática pandemia del COVID es una buena muestra de ello. Por eso, reclaman una unidad de acción con equipos multidisciplinares que aglutinen a los principales expertos de cada área. Ni que decir tiene que la famosa agenda 2030 de la ONU acoge también ampliamente este concepto.

Valga esta introducción para aclarar a los más escépticos que la protección de los animales no es algo ajeno a la protección del ser humano y que la salud de éstos tampoco lo es a la de los otros.

Por lo tanto, no es un exceso ni un despilfarro destinar dinero a la mejora de la salud de los animales, entra de lleno en esa colaboración y cooperación para cuidar de la salud de todos.

Invertir en la salud de los animales es invertir en la nuestra. Sin embargo, no existe cultura de ello y sigue viéndose como un lujo.

La prueba más evidente es el tipo impositivo de IVA, el más alto existente, que soportan los servicios veterinarios en nuestro país. No es de extrañar que cada vez cueste más poder enfrentarse a los gastos veterinarios.

Por lo tanto, es necesario poner la primera piedra que permita acceder a esa Seguridad Social para los animales.

Podemos empezar por un compromiso de mínimos, es decir, por cubrir una serie de servicios esenciales en un primer paso, con la intención de seguir avanzando año tras año.

Para ello, se podría contar con las aseguradoras para que expusieran sus distintos sistemas de seguros de salud para animales y buscar un sistema mixto.

Algo hay que hacer, pero no hacer nada no es una opción.