Las alfombras son uno de los complementos más utilizados en las casas. Y es que, además de acompañante, también sirven para aislar del frío en invierno. Sin embargo, en ellas se concentran gérmenes y bacterias con relativa facilidad, además, en ocasiones, se puede derramar un poco de vino o manchar de alguna otra forma. Por tanto, toca limpiar las alfombras de vez en cuando, una tarea que puede resultar complicada pero que, lejos de esto, con los consejos adecuados, se convierte en una labor sencilla de realizar. Te lo mostramos.

Diferencias en función del tipo de alfombra

No se limpian igual todos los tipos de alfombras, por lo que debemos saber que:

  • Las alfombras de algodón y las de lana pura necesitan jabón neutro, sal y agua fría para limpiarse si tienen un tamaño pequeño o medio. Si sus dimensiones son elevadas, es mejor llevarlas a una tintorería. Además, tienen que guardarse en verano, de lo contrario aparecerán insectos como polillas.
  • Si son de yute o látex no pueden mojarse en agua y no son lavables. En la única ocasión en la que puedes echarle un poco de agua es en manchas muy concretas, evitando siempre que el líquido entre en la base.
  • En el caso de las de fibras vegetales hay que pasarle el aspirador una vez por semana y se recomienda acompañar esto con un paño húmedo que lleve agua y jabón neutro. Asegúrate de escurrir bien el paño.
  • Para el resto de alfombras, la mejor opción es usar un aspirador potente y darles una pasada con regularidad, sobre todo si son de pelo largo.

Trucos para limpiar las alfombras

En función del problema que tengamos que afrontar con las alfombras, deberemos de limpiarlas de una manera u otra.

Manchas de vino

Para este tipo de manchas, un truco muy habitual es coger una taza de agua oxigenada y echarle una cucharada de líquido para lavavajillas. Tras esto, hay que verter la mezcla en la alfombra y dejarla actuar treinta minutos, para después pasar un cepillo de cerdas húmedo y secar con un paño.

Las alfombras son un elemento de decoración muy popular.

Manchas de aceite o de grasa

En esta ocasión, espolvorea un poco de almidón de maíz en la mancha y deja otra vez reposar media hora. Después, pasa la aspiradora y pasa un cepillo por la zona.

Otras manchas

Si la alfombra no sufre ninguno de los mencionados tipos de manchas, puedes mezclar agua caliente con vinagre, echarlo en un pulverizador y verter la mezcla en un cepillo de cerdas con el que limpiarás la alfombra.

Si está muy sucia

Si tu alfombra está muy sucia o es de pelo largo, usa la aspiradora. Puedes echar también bicarbonato, el cual debes mezclar con un poco de sal y esparcirlo por toda la alfombra y dejar una hora trabajando antes de pasar la aspiradora. Esto incrementará su poder de limpieza. Puedes también usar una vaporeta.